[Este artículo forma parte de la obra The Beatles: It’s all too much – Una enciclopedia por entregas: disco a disco, tema a tema. Puedes acceder a la introducción, que contiene además el índice completo, pinchando aquí.]
2 EPs. Parlophone MMT 1 (mono)/2 EPs. Parlophone SMMT 1 (estéreo)
8 de diciembre de 1967
Cara A:
MAGICAL MYSTERY TOUR (Lennon-McCartney)
YOUR MOTHER SHOULD KNOW (Lennon-McCartney)
Cara B:
I AM THE WALRUS (“NO YOU’RE NOT!” SAID LITTLE NICOLA) (Lennon-McCartney)
Cara C:
THE FOOL ON THE HILL (Lennon-McCartney)
FLYING (Harrison-Lennon-McCartney-Starkey)
Cara D:
BLUE JAY WAY (Harrison)
Lista de reproducción completa del EP Magical Mystery Tour
Reediciones:
- 7 de diciembre de 1981. Parlophone SMMT 1 (estéreo). Incluido en The Beatles E.P.s collection (15 EPs, Parlophone BEP 14)
- 26 de mayo de 1992. Parlophone CDMAG 1 (estéreo/mono). 2 CD singles. Incluido en The Beatles compact disc EP. collection (15 CD singles, Parlophone CDBEP 14)
- 8 de octubre de 2012. Parlophone MMT1 (mono). Incluido en Magical Mystery Tour (Blu-ray+DVD+2 EPs, Apple 5099940490892)
Edición relacionada:
- Magical Mystery Tour. Cassette. Apple TC-PCS 3077 (estéreo)/Cartucho. Apple 8X-PCS 3077 (estéreo). Junio de 1973
Película
«La idea de hacer películas es buena. Pero no me refiero a películas muy caras, sino a películas que haces porque te apetece hacer una película» (Paul McCartney, 1966).
«A comienzos de 1967 nos dimos cuenta de que no volveríamos a ir de gira porque en el escenario no podíamos reproducir el tipo de música que habíamos empezado a grabar. Así que, como no tocaríamos más en vivo, queríamos buscar una especie de sustituto. La respuesta más obvia era la televisión» (John Lennon, 1967).
Las canciones contenidas en este doble EP (un formato completamente original, como diremos más abajo) conformaban la banda sonora de la última locura de The Beatles: un telefilme en el que los miembros del grupo asumieron todas las labores imaginables, desde la dirección hasta el guion —casi inexistente, por otra parte—, pasando por la interpretación, la dirección de fotografía, la producción y el montaje.
El muñidor, impulsor y líder del proyecto fue, quién si no, Paul McCartney, que había ido asumiendo poco a poco el rol de organizador de las nuevas actividades del grupo. Esta faceta de la personalidad de McCartney se acentuó tras la muerte de Brian Epstein, de forma que desde entonces y hasta la disolución de la banda casi todos los nuevos planes fueron idea del bajista. Lennon y Harrison le dejaban hacer, pero cada vez se sentían menos cómodos con la dinámica interna de la banda.
«No sé de quién fue la idea de Magical Mystery Tour. Podría haber sido mía, ¡pero no estoy seguro de querer cargar con la culpa! Todos estábamos de acuerdo, pero gran parte del material de entonces podría haber sido idea mía (…)» (Paul McCartney, 2000).
«Magical Mystery Tour fue idea de Paul. El método de trabajo era bueno. Paul tenía un folio muy grande, una hoja de papel en blanco con un círculo. El plan era: “Empezamos aquí, y tendremos que hacer algo aquí…”. Lo fuimos rellenando sobre la marcha.
»Alquilamos un autobús y para allá que nos fuimos. Había algo de planificación: John siempre quería que hubiera un enano o dos, y tuvimos que conseguirnos un hangar de aviones para montar el set. Nosotros poníamos la música, claro. Fueron los mejores vídeos, y fue muy divertido. Para conseguir a los actores repasamos el directorio de actores, Spotlight: “Oh, necesitamos a alguien así y a alguien asá”. Necesitábamos una mujer voluminosa para interpretar a mi tía. Así que encontramos una mujer voluminosa» (Ringo Starr, 2000).
«Sabíamos la mayoría de las escenas que queríamos incluir, pero, una vez que llegamos a conocer a nuestro reparto, adaptamos nuestras ideas a las de las personas implicadas. Si alguien quería hacer algo que no habíamos planeado, iba adelante. Si funcionaba, lo conservábamos» (John Lennon).
Paul había concebido el plan de filmar una nueva película allá por abril de 1967, durante un viaje que emprendió el día 3 de aquel mes a los Estados Unidos para celebrar el vigesimoprimer cumpleaños de su novia Jane tras completar la grabación de Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band. La idea le vino a la cabeza el 7 de abril, mientras rodaba una película privada en las Montañas Rocosas. En el vuelo de vuelta al Reino Unido, el día 11, terminó de esbozar los primeros borradores que concretaban la trama del filme, para el que tenía decidido incluso un título: Magical Mystery Tour. Pocos días después hizo partícipe de la idea al resto de la banda y todos acordaron asumirlo como el nuevo proyecto a desarrollar: un especial televisivo de 60 minutos de duración. El 25 de abril The Beatles ya estaban en el estudio grabando la canción que daría título a la película, también bosquejada por Paul en el vuelo de vuelta a casa. La trama del filme era en aquel momento poco más que un círculo dibujado por McCartney, segmentado en ocho partes iguales. La primera se titulaba “1st trip” (“primer viaje”), la segunda “recruiting” (“reclutamiento”), la tercera “marathon” (“maratón”), la cuarta “lunch” (“almuerzo”), la quinta y la sexta “dreams” (“sueños”), la séptima “stripper + band” (“stripper y banda”) y la octava “end song” (“canción conclusiva”). El documento incluía algunas notas explicativas. Nunca se desarrolló mucho más.
La idea central del filme giraba en torno a un viaje en autobús por la campiña inglesa, en el que se filmaría todo aquello que ocurriera y que mereciera el calificativo de “mágico” o “sorpresivo”. En realidad, la idea no era original: a Paul se le había ocurrido tras haberse documentado sobre un viaje similar que emprendieron en el verano de 1964 Ken Kesey (el autor de One flew over the cuckoo’s nest —Alguien voló sobre el nido del cuco— y toda una autoridad de la contracultura estadounidense) y un grupo de seguidores del novelista autodenominados Merry Band of Pranksters (“Alegre Pandilla de Bromistas”), a los que se sumaron, después del viaje, The Warlocks… que poco tiempo después cambiarían su nombre y se convertirían en The Grateful Dead. Los catorce pasajeros de aquel extraño periplo por la geografía estadounidense, el primero de varios en realidad, eran devotos consumidores de LSD, Benzedrina y marihuana, y dirigían su autobús desde La Honda, en California, hasta Nueva York. El vehículo recibió el nombre de Furthur y fue decorado con motivos psicodélicos por fuera y por dentro, y equipado con literas, cuarto de baño, cocina, nevera, fogones, un generador y, sobre todo, con un potente equipo de música en el que sonaba rock constantemente, principalmente temas de Dylan y The Beatles. Kesey pretendía montar una película que ilustrara la aventura, The Merry Pranksters search for a cool place, pero el material cinematográfico rodado durante el viaje no se convirtió en un filme hasta 2011, cuando los directores Alex Gibnay y Alison Ellwood lo transformaron en un documental titulado Magic trip: Ken Kesey’s search for a kool place, con banda sonora de The Grateful Dead.
Aquel viaje de Kesey y sus Merry Pranksters estaba parcialmente inspirado en la novela de Jack Kerouac On the road (En el camino), de 1957, y en el libro de viajes de John Steinbeck Travels with Charley: in search of America (Viajes con Charley en busca de Estados Unidos), de 1962, y dio origen a su vez al libro de Tom Wolfe The electric Kool-Aid acid test (Gaseosa de ácido eléctrico), de 1968. Quizá también influyó de alguna manera en la concepción de la canción de The Who Magic bus, publicada en 1968 aunque compuesta en 1965, y, desde luego, sirvió de inspiración para Magical Mystery Tour. De hecho, la idea de McCartney era prácticamente un calco de la de Kesey: realizar un viaje en autobús (amarillo y pintado con motivos psicodélicos, como el del escritor estadounidense) y filmar todo cuanto sucediera, sin ningún plan preconcebido. Una aventura, como un viaje de ácido, aunque mixturada con referencias más pedestres: las “excursiones misteriosas” que las agencias de viaje del norte de Inglaterra organizaban para la clase trabajadora del país, expediciones diurnas en autocar que trasladaban a los pasajeros a destinos no previamente anunciados. Lo que Paul quería era combinar el “misterio” de andar por casa de aquellas excursiones organizadas para familias que recordaba de su infancia con la lisérgica “magia” inspirada por los Merry Pranksters de Kesey, y confiaba en que la aventura y las sorpresas surgirían de forma natural. Lógicamente, los resultados se resintieron de esa falta de organización y las mejores escenas de la película son, precisamente, las rodadas con un plan preconcebido.
«Allá por septiembre recibí una llamada de Paul un domingo, creo que hacia el mediodía, diciendo: “¿Puedes coger un taxi inmediatamente y venir a mi casa?, porque tengo una gran idea”. Así lo hice, como hacía siempre que me llamaban, y me encontré a Paul sentado a su mesa con un trozo de papel con un círculo dibujado, dividido en segmentos.
»“Tengo una gran idea, Al”, me dijo, antes de preguntarme: “¿Todavía existen las Excursiones Misteriosas?”. Me explicó: “Cuando yo era niño, iba a la playa y había Excursiones Misteriosas, por las que pagabas cinco chelines, y te subías al autobús sin saber adónde ibas. Así que se me ha ocurrido la idea de hacer una Mágica Excursión Misteriosa, pero no tengo ni idea de si todavía las hacen. ¿Puedes ir a la costa y ver si todavía las hacen?”. Así lo hice, y he aquí que en el paseo marítimo había un par de autocares alineados con un gran cartel escrito con tiza que decía “Excursión Misteriosa”. Volví y le dije a Paul: “Sí, amigo. Todavía hacen Excursiones Misteriosas”. Y me dijo: “Bien, lo que queremos es hacer una que sea mágica”» (Alistair Taylor, 1988).
«Solían llamarlo simplemente “excursión misteriosa”, arriba el norte. Cuando éramos niños, nos subíamos a un autobús y no sabíamos adónde íbamos, pero casi siempre era a Blackpool. Desde Liverpool, inevitablemente era a Blackpool y todo el mundo decía: “Oooo, ¡después de todo era Blackpool!”. Todo el mundo pasaba el rato adivinando adónde iba, y eso formaba parte de la emoción. Y las recordábamos. Gran parte del material de The Beatles era una ligera modificación de un recuerdo; en Penny Lane, la enfermera, el barbero y el bombero eran personas que habíamos visto en una ruta de autobús, pero esta vez estaban con nosotros. Así que siempre exagerábamos la realidad para crear un poco de surrealismo. Lo que nos resultaba interesante» (Paul McCartney, 1997).
Sin magia y sin misterio
Ken Kesey mantuvo una breve y desafortunada relación profesional con The Beatles. McCartney había tenido la idea de poner en marcha Zapple, un sello dirigido por Barry Miles y especializado en grabaciones alternativas que pretendía incluir en su catálogo una colección de registros orales de literatos contemporáneos, y Peter Asher y Derek Taylor pensaron en Kesey. El estadounidense viajó a Londres a finales de 1968 invitado por Apple y se le ofreció un despacho en las oficinas de la compañía en Savile Row, con una grabadora y una máquina de escribir para que produjera una grabación sobre sus impresiones de Londres. Durante las semanas que pasó instalado allí nadie le hizo el más mínimo caso y el proyecto no tenía visos de avanzar, así que Kesey se volvió a California, molesto con The Beatles y con su desorganizada empresa.
El sello solo llegó a publicar dos álbumes, ambos obras experimentales de miembros de The Beatles y lanzados el 9 de mayo de 1969: Unfinished music No. 2: Life with the Lions (Zapple 01), de John Lennon and Yoko Ono, y Electronic sound (Zapple 02), de George Harrison. El tercer lanzamiento iba a ser una grabación del literato estadounidense Richard Brautigan, pero Allen Klein cerró la empresa antes de que el disco pudiera llegar a las tiendas. Los poetas estadounidenses Charles Olson, Lawrence Ferlinghetti y Michael McClure también dejaron listas para el prensaje grabaciones que nunca vieron la luz, y un registro de una actuación británica del cómico estadounidense Lenny Bruce quedó asimismo archivado para siempre. Miles había anunciado grabaciones del cómico estadounidense Lord Buckley, del escritor germano-estadounidense Charles Bukowski, del músico estadounidense Ken Weaver, del escritor estadounidense Allen Ginsberg y del violonchelista catalán Pau Casals. También pretendía invitar a varios líderes mundiales a grabar para el sello.
Las referencias a “autobuses mágicos” abundan en la cultura pop, y el propio McCartney volvió a decorar un vehículo de estas características con motivos psicodélicos para trasladar a su banda Wings por Europa durante una gira emprendida en 1972.
Aunque la idea del filme empezó a tomar forma en abril de 1967, distintos eventos retrasaron el comienzo del rodaje. El principal de todos fue el de la participación del grupo en el programa televisivo intercontinental Our world con su nueva canción, All you need is love. El verano y la obligación contractual de registrar otras composiciones para el filme de dibujos animados Yellow submarine pospusieron más todavía el proyecto. En una entrevista publicada el 22 de julio en New Musical Express, McCartney habló del proyecto manifestando que se encontraba todavía en fase embrionaria.
«Nos gusta tomarnos nuestro tiempo y asegurarnos de que lo que escribimos es bueno» (Paul McCartney, 1967).
Curiosamente, la muerte de Brian Epstein funcionó como una especie de revulsivo: en una reunión celebrada en casa de Paul el 1 de septiembre, los músicos decidieron retrasar hasta comienzos de 1968 un viaje a la India en el que pretendían estudiar Meditación Trascendental con su flamante gurú, Maharishi Mahesh Yogi, e impulsar el rodaje del filme y la grabación de su banda sonora, para la que ya disponían de dos canciones inacabadas. El trabajo en el estudio comenzó el 5 de septiembre. El rodaje, el día 11.
El grueso de las secuencias utilizadas en el filme se rodó a lo largo de dos semanas: desde el 11 hasta el 15 de septiembre se registraron las correspondientes al viaje en autobús, recorriendo el sudoeste de Inglaterra; el 18 de septiembre se filmó en el Raymond’s Revue Bar, un club del Soho londinense, una escena de strip-tease, en la que participaron la stripper Jan Carson y The Bonzo Dog Doo-Dah Band, interpretando Death cab for Cutie (Stanshall/Innes); y desde el día 19 y hasta el 24 el rodaje se desarrolló en la base militar de las fuerzas aéreas RAF West Malling, en Kent, incluyendo tomas de interiores en los hangares: The Beatles no habían caído en la cuenta de que convenía reservar los estudios Shepperton, que pretendían utilizar, con al menos unas cuantas semanas de antelación. Aparte de unas pocas secuencias sueltas rodadas posteriormente, eso fue todo.
El perro bonzo
The Bonzo Dog Doo-Dah Band, el grupo que acababa de lanzar su segundo sencillo al mercado cuando colaboró con The Beatles en el rodaje de Magical Mystery Tour, alcanzaría un gran éxito (el único de su carrera) con la canción I’m the urban spaceman (Innes), que escaló hasta el número 5 en las listas británicas el 24 de diciembre de 1968 (Liberty LBF 15144, 11 de octubre de 1968). El productor de la pieza fue Paul McCartney, bajo el pseudónimo de Apollo C. Vermouth. En 1997 el músico estadounidense Ben Gibbard puso en marcha un exitoso proyecto musical al que decidió llamar Death Cab for Cutie en homenaje a la canción de The Bonzo Dog Doo-Dah Band que la formación había interpretado en el filme de The Beatles. La pieza había aparecido en octubre de 1967 en el álbum de debut de la peculiar banda británica, Gorilla (Liberty LBL 83056/LBS 83056).
The Beatles no eran los únicos pasajeros del autobús, por supuesto. En total fueron cuarenta y tres las personas que viajaron en él, incluyendo al equipo de rodaje, cuatro secretarias del club de fans del grupo, los dos roadies, amigos, parientes, y unos cuantos actores y actrices profesionales elegidos al azar, entre ellos un puñado de artistas afectados por enanismo por empeño personal de Lennon. Victor Spinetti, el único actor que había repetido participación en A hard day’s night y Help!, no pudo apuntarse al viaje por motivos de trabajo, pero apareció en una escena del filme concebida por él mismo e inspirada en el papel que estaba representando en Londres en la obra teatral Oh, what a lovely war. Otros ilustres participantes, los miembros de la banda británica Traffic, vieron cómo su escena, en la que interpretaban su éxito de aquel momento, Here we go round the Mulberry bush, era eliminada en el proceso de edición. Jimi Hendrix, por su parte, declinó la invitación a aparecer en la película.
Los cuatro miembros del grupo figuraron como directores del filme, aunque los más activos en este campo fueron Ringo y, sobre todo, Paul. Starr recibió además crédito como director de fotografía. A ninguno de ellos parecía importarles no tener la más remota idea sobre la dirección de películas: como ya hemos dicho, estaban convencidos de que cualquiera podía enfrentar con éxito cualquier empresa si se lo proponía. Además, creían haber acumulado suficiente experiencia con su participación como actores en los dos filmes del grupo y con el rodaje de sus películas caseras (a las que sobre todo Ringo y Paul habían dedicado grandes esfuerzos). La crítica, como se dirá enseguida, se encargó de recordarles que no era lo mismo dirigir un telefilme que rodar cintas privadas de forma amateur.
«Es posible que yo estuviera más encima que nadie. Cuando hicimos Magical Mystery Tour, por ejemplo, acabé dirigiéndola yo, aunque dijimos que la habían dirigido The Beatles. Yo estaba allí la mayor parte del tiempo, y todas las charlas nocturnas con los cámaras sobre lo que íbamos a hacer al día siguiente, el montaje, etc., solían ser conmigo más que con los demás» (Paul McCartney).
El proceso de edición, que se desarrolló en un estudio alquilado de Old Compton Street, les terminó de demostrar que hacía falta algo más que sensibilidad artística para enfrentar un proyecto de estas características: contaban con terminar el trabajo en una semana, pero el proceso se alargó hasta acabar multiplicando por once el tiempo inicialmente previsto. El principal responsable del montaje fue, de nuevo, Paul, aunque los otros tres también metieron mano en el proceso. Tanto, de hecho, que una de las principales dificultades del montaje fue la competición que establecieron entre ellos mismos:
«Paul iba por la mañana y se dedicaba a montar las secuencias. Luego iba John por la tarde y retocaba todo lo que Paul había hecho. Luego llegaba Ringo y…» (Tony Bramwell).
Así vivió Paul McCartney las dificultades que entrañó el proceso de creación de Magical Mystery Tour:
«Aprendí lo fácil que es enredarte mucho en cualquier cosa. Tienes que verlo bien claro. Pero también te encuentras demasiado concernido por problemas de sindicatos. Tienes que pasar mucho tiempo ignorando sus reglas sin ofenderles.
»Al final tuvimos suerte con los técnicos, pero habría que organizarlos mejor, de modo que sean de los que pueden encajar con métodos improvisados.
»Pero tienes que improvisar. No sirve esperar días a que salga el sol, solo porque has decidido que quieres una toma con sol como hace la gente del cine. Lo que quieres es lo que ya está ahí. Las películas deberían ser elásticas.
»En realidad era como hacer la grabación de un álbum, y en cualquier caso, así es como lo hicimos. Cogimos un montón de cosas preparadas y las hicimos encajar. Un disco es sonido y una película es imagen, es la única diferencia. En el futuro, los discos tendrán todos imagen, al igual que sonido. Dentro de veinte años, la gente se quedará asombrada al pensar que solo escuchábamos los discos.
»No nos preocupaba el hecho de que no supiéramos nada de hacer películas y nunca hubiéramos hecho una antes. Hacía años que nos habíamos dado cuenta de que en este mundo no se necesita para nada el conocimiento. Todo lo que necesitas es sentido común, sea eso lo que sea. La película no se exhibió en los EE.UU…
»“¡Vaya, caramba!”, pensé en aquel entonces, pero… oh… empezó a ser un rollo de esos. Como The wild one, ya sabes, de Marlon Brando…, no pudo exhibirse en su momento. El interés por ella vino más tarde. El interés empezó a crecer, sabes. Magical Mystery Tour fue un poco así… Bien, fuera lo que fuera lo que pasó… un poco mágico en sí mismo, como el Rock and roll circus de los Stones. Ya sabes lo que pasó con aquello, ¿no? Quiero decir que me gustaría verlo. Todas las cosas de ese tipo salen bien. Tienes que ser paciente. Creo que era un buen espectáculo. Todo lo que es así funciona bien. Tendrá su momento» (Paul McCartney).
McCartney tenía motivos personales para defender el filme. Al fin y al cabo, era en esencia producto de su imaginación y liderazgo…
… Lo cual supuso la excusa perfecta para los demás a la hora de distanciarse del fracaso de crítica que sufrió la película y achacarle toda la responsabilidad a Paul:
«Paul hizo un intento de seguir adelante como si Brian no se hubiera muerto, diciendo: “Venga, venga, chicos, vamos a hacer un disco”. Siendo yo quien soy, pensé: “Bueno, vale, vamos a hacer un disco, así que seguiré adelante”, de modo que fuimos e hicimos un disco. Y entonces hicimos Magical Mystery Tour. Esa fue la verdadera…
»Paul tenía tendencia a aparecer y decir que, bueno, había hecho esas diez canciones, grabémoslas ahora. Yo le decía: “Vale, danos unos días y pondré a punto algunas”, o algo así. Magical Mystery Tour era algo que había trabajado con Mal y me enseñó lo que era su idea y así es como fue la historia y como lo tenía pensado, la producción y todo…
»Paul dijo: “Bien, aquí está este segmento, tú escribe una piececita para eso”, y yo pensé “infiernos”, y corrí y escribí la secuencia del sueño para la gorda y todo el rollo con los spaghetti. Y entonces George y yo refunfuñábamos sobre la puñetera película y pensamos que lo mejor era hacerla, sintiendo que le debíamos al público hacer este tipo de cosas» (John Lennon, 1970).
«Paul se puso al frente y supuestamente nos guio. ¿Pero qué es guiarnos cuando íbamos dando vueltas en círculo?» (John Lennon, 1970).
«John dijo: “Magical Mystery Tour fue solo una gran viaje de ego para Paul”. ¡Dios! Fue en consideración a ellos, para mantenernos juntos, seguir adelante, darnos algo nuevo que hacer» (Paul McCartney, 1981).
Haciendo honor a la verdad, McCartney tenía motivos para defenderse de las críticas de los otros beatles: sin duda su excesivo control de las actividades del grupo debió resultar en algunos momentos insoportable para los otros tres, pero sin sus iniciativas, muchas de ellas geniales, The Beatles se habrían quedado probablemente estancados. Lennon, además, actuó de una forma un tanto cínica al quitarse de encima la responsabilidad de la película: al principio se había mostrado francamente entusiasmado con el proyecto, y lo había asumido como propio. Durante el rodaje enumeró de esta manera los ingredientes del filme:
«Un montón de risas, algunos personajes extravagantes, unas pocas chicas con mucho glamour, un poco de baile y un toque de magia» (John Lennon, 1967).
En unas declaraciones publicadas en 1976, John reconoció que había disfrutado de la atmósfera de “fish and chips” del rodaje y defendió vehementemente el filme.
El hecho, sin embargo, es que la película fue un rotundo fracaso de crítica. Se estrenó en la BBC1 en horario estelar nocturno (las 20:35) y en día festivo (el 26 de diciembre de 1967, San Esteban). Parte del problema fue que se emitió en blanco y negro, siendo el color un elemento imprescindible en el filme, y todos los periódicos coincidieron al día siguiente en destacar que por fin se había producido el primer gran patinazo del grupo, del que fueron testigos entre quince y veinte millones de televidentes británicos. El más contundente de todos los diarios, el Daily Express, describió la película como un “sinsentido sin gusto”. En su portada se leía: “Cuanto más alto suben, más duro caen”. El texto, firmado por James Thomas, afirmaba: “No puedo recordar haber visto nunca una basura tan vulgar”. El Daily Mirror, por su parte, describió la película como “basura”, “chorrada” y “sinsentido”. George Martin, que no compartía el entusiasmo de The Beatles por el filme ni su convencimiento de que no fuera necesario contar con un equipo profesional y experimentado, vio confirmados sus temores. Su impresión era que la banda se había entregado en los últimos tiempos, también en el estudio, a trabajar en un ambiente de “caos desorganizado”, que calificó de “indisciplinado y, en ocasiones, autoindulgente”.
«El mismo tour fue aparentemente espantoso, pero yo no fui en él» (George Martin, 1988).
«Si se hiciera un gráfico de la carrera de The Beatles… Magical Mystery Tour marcaría un descenso pronunciado» (George Martin, 1994).
Casi todos los miembros del grupo asumieron el fracaso: George, en concreto, se refería al mediometraje llamándolo Tragical History Tour. El único que decidió salir en su defensa fue Paul, aunque John también argumentó en favor de la osadía de The Beatles meses después. Al día siguiente del estreno de la película en televisión, a la vez que la prensa británica se cebaba con el fracaso de The Beatles, McCartney apareció en el programa televisivo The David Frost show defendiendo Magical Mystery Tour, aunque admitió que las críticas tenían fundamento.
«Todo hay que hacerlo con un foco o con un objetivo, pero en esto nos hemos metido sin nada; sin foco y sin objetivo» (Paul McCartney, 1967).
«Podríamos haber reunido sin problema a un equipo de expertos y pedirles que idearan un espectáculo de primera clase para Navidad protagonizado por The Beatles. Pero eso habría sido muy fácil. Queríamos intentarlo nosotros mismos y esperábamos críticas, pero nada tan malo como las que recibimos. El error fue que demasiada gente esperaba un argumento, cuando no lo había. No era más que una serie de acontecimientos inconexos, que pensamos que resultarían interesantes o graciosos o simplemente agradables de ver» (Paul McCartney, 1968).
«La cosa es que había un par de temas importantes sobre la película que fueron muy discutidos. Uno fue que la hicimos en color y se emitió, en primera instancia, en la BBC1, en blanco y negro. Había grandes secuencias que no se entendían. La vi en la tele y parecía una locura, en blanco y negro. (…) Todo el mundo esperaba una especie de extravagancia de Navidad y en su lugar lo que obtuvieron fue esta loca película» (Paul McCartney, 1968).
«Sabíamos desde el principio que solo estábamos practicando. Sabíamos que no le estábamos dedicando tiempo o haciendo las cosas correctamente, pero cuando has invertido mucho tiempo o lo que sea, incluso cuando no es suficientemente bueno, empiezas a creer que quizá es mejor de lo que tú sabes que es.
»Ahora me alegro de que fuera mal recibido. Habría sido malo haber salido adelante con todo aquello. Ahora resulta un desafío hacer algo correctamente» (Paul McCartney, 1968).
«Les pareció que nos estábamos saliendo de nuestro papel, ya sabes. Les gusta mantenernos dentro de los trajes de cartón que han diseñado para nosotros. Sea cual sea la imagen que tienen de nosotros, se sienten decepcionados si no la hacemos realidad. Y nunca lo hacemos, así que siempre hay mucha decepción» (John Lennon, 1968).
«Lo que hizo la BBC, estúpidos idiotas, fue emitirla primero en blanco y negro. ¿Te imaginas, en Navidad? Y luego hicieron la crítica [sobre la versión] en blanco y negro. Es como criticar una versión mono de un disco estéreo» (John Lennon, 1980).
«La respuesta negativa de la prensa fue comprensible también, porque no era un guion brillante ni fue bien ejecutado. Era como una pequeña película casera, en realidad. Una elaborada película casera» (George Harrison, 1993).
Años más tarde, y con la perspectiva del tiempo, McCartney consiguió ser más objetivo en sus apreciaciones sobre la película:
«Magical Mystery Tour fue simplemente una loca idea que tuvimos una noche, por qué no hacemos un filme, uno verdaderamente extravagante. Así que hicimos un borrador de lo que queríamos hacer, luego cogimos Spotlight, la guía de actores, escogiendo gente que tuviera buena apariencia sin tener ni idea sobre si sabían actuar. Alquilamos un autobús y le pintamos “Magical Mystery Tour” a un lado y decidimos que simplemente bajaríamos hacia Devon y lo idearíamos sobre la marcha. Y ese fue el error, supongo. No tiene mucha estructura. Terminé siendo el tipo que iba a ordenarlo todo, no creo que nadie más quisiera molestarse. Como película, al menos, tiene la secuencia de I am the walrus, Fool on the hill es buena también, un par de las secuencias musicales lo salvan. Tiene un aire anárquico que me gusta» (Paul McCartney, 1989).
A pesar del fracaso, Paul (y también George al menos) barajó seriamente la posibilidad de seguir produciendo películas dirigidas por el grupo. Entre las ideas con las que jugaba se incluían una historia de amor y una película de corte realista sobre la época de la depresión en Liverpool. Otro de los proyectos estaba ambientado alrededor de un picnic en la época eduardina. Harrison había evitado asumir la responsabilidad, pero al inicio del proyecto había defendido con la misma vehemencia que McCartney la asunción total de control por parte de The Beatles:
«Hemos llegado a un punto en el que hemos descubierto que si dependes de otras personas, las cosas nunca salen bien. Esto puede sonar engreído, pero no lo es. Es lo que ocurre. Las cosas que hemos decidido nosotros mismos y que hemos hecho nosotros mismos siempre han salido bien —o al menos satisfactoriamente—, mientras que en el momento en que te involucras con otras personas, todo sale mal. (…)
»Cuanto más te involucres con la gente del cine, menos será una película de The Beatles. Por ejemplo, el programa de televisión Our world. Intentábamos convertirlo en una sesión de grabación y pasarlo bien, y la BBC intentaba convertirlo en un programa de televisión. Es una lucha constante para hacernos entender a través de toda esta gente, todos molestando.
»Al final, será mejor si escribimos la música, escribimos la trama y el guion, lo filmamos, lo editamos, lo hacemos todo nosotros. Pero entonces es un trabajo tan infernal que tienes que implicarte, y eso significa que no podrías hacer otras cosas. Pero tendremos que conseguir que otra gente haga cosas porque no podemos dedicar tanto tiempo a una película, porque solo es una película y hay cosas más importantes en la vida» (George Harrison, 1967).
¿No has aprendido nada, Paul?
McCartney resucitó la idea del picnic de época en su película de 1984 Give my regards to Broad Street, en una escena protagonizada por Ringo y su segunda esposa, Barbara Bach, y por él mismo y su mujer, Linda. El fracaso de crítica y público que soportó este filme solo es comparable al sufrido por Magical Mystery Tour diecisiete años atrás.
El 5 de enero de 1968 Magical Mystery Tour se reestrenó en color en la BBC2, pero la emisora todavía no cubría todo el territorio británico y apenas unos 200.000 hogares del Reino Unido contaban con un receptor no monocromático. El daño estaba hecho, de forma que ABC, CBS y NBC, las tres cadenas estadounidenses que habían entablado negociaciones con The Beatles para comprar el telefilme por un millón de dólares (que era diez veces su coste de producción y una cifra mucho mayor que las 20.000 libras abonadas por la BBC) se echaron atrás. Así, el filme solo se vio en los Estados Unidos en algunas osadas salas de cine, con una distribución muy limitada, en mayo de 1968 y de nuevo en 1974. Varios países europeos y latinoamericanos, así como Australia y Japón, sí emitieron la película. Los Países Bajos fueron el primer territorio europeo que la estrenó tras la difusión británica, el 10 de febrero de 1968. En Japón se televisó en abril.
El 26 de octubre de 1988, años después de la aparición en el mercado de lanzamientos no autorizados que habían sido retirados de las tiendas, se puso a la venta la edición en VHS y LaserDisc de Magical Mystery Tour. La banda sonora había sido remezclada digitalmente en estéreo de alta fidelidad por George Martin y se había corregido el color escena por escena. En 1997 se lanzó la primera edición en DVD. El 8 de octubre de 2012 apareció en el mercado una edición deluxe del filme que incluía la película y numerosos extras tanto en DVD como en Blu-ray junto a una reedición en vinilo del doble EP mezclada en mono, un ticket de pasajero y un libro de sesenta páginas. El lanzamiento, que también incluía las versiones en DVD y en Blu-ray individualizadas, se colocó en el número 1 de la lista Top Music Video de Billboard y las ventas del álbum se dispararon por simpatía: el 27 de octubre de 2012, a la vez que la película encabezaba las ventas de vídeo, el disco llegaba hasta el número 1 de la lista especializada “Catalog Albums”, escalaba hasta el número 2 en la reservada a las bandas sonoras y reentraba en la general, aupándose hasta el número 57. Apple acompañó el lanzamiento con el reestreno del filme en cines selectos del mundo entero por tiempo limitado y la BBC2 emitió el 6 de octubre el documental Magical Mystery Tour revisited, que reivindicaba retrospectivamente el filme. El 13 de enero de 2015 la industria estadounidense concedió al vídeo un disco de oro por ventas acreditadas de más de 50.000 ejemplares. Con los años, las críticas al filme se han moderado, y hoy se aprecian mucho mejor sus virtudes visuales, sobre todo en las escenas estrictamente musicales, aunque siguen resultando evidentes sus defectos de guion.
Grabación
De alguna manera, The Beatles se las apañaron para rodar una película y grabar las canciones que oficiarían como su banda sonora en apenas dos meses. Cuando sacaron el proyecto del cajón el 1 de septiembre de 1967 tenían ya en cartera Magical Mystery Tour, que había sido grabada entre abril y mayo y estaba prácticamente rematada, y Your mother should know, a la que le habían dedicado dos sesiones en agosto celebradas en los Chappell Recording Studios. El rodaje de la película comenzó el 11 de septiembre, pero la banda se encerró en el estudio entre los días 5 y el 8 de aquel mes para adelantar faena y dejó lista la estructura básica de un tema de Lennon, I am the walrus, y de otro de Harrison, Blue Jay Way. También grabó una versión casi definitiva del instrumental Flying, firmado colectivamente por los cuatro miembros de la banda, y atacó por primera vez The fool on the hill, una composición de McCartney que sería rehecha por completo semanas después. El 16 de septiembre, en pleno rodaje, Paul reunió a la banda en Abbey Road para intentar retomar desde cero Your mother should know, pero la nueva versión registrada este día acabó siendo descartada.
The Beatles todavía reservaron algunas fechas de octubre y noviembre para rodar escenas adicionales de la película y material de recurso, pero el grueso del trabajo quedó concluido el 24 de septiembre. Al día siguiente los músicos se reunieron de nuevo en las instalaciones de Abbey Road para finiquitar las canciones. Entre los días 25 y 29 acometieron el registro de The fool on the hill y completaron las grabaciones de Flying, I am the walrus y Your mother sould know. El 2 de octubre comenzaron a trabajar en Hello, goodbye, que no apareció en el EP de la banda sonora sino como cara A de un single independiente, aunque la coda de la canción se escucha sobre los créditos finales del filme. En esencia, el trabajo estaba concluido, aunque quedaban pendientes las mezclas y algún remate final: el 6 de octubre se completó la grabación de Blue Jay Way, el 20 del mismo mes la de The fool on the hill y el 7 de noviembre Paul recreó al inicio de Magical Mystery Tour las palabras de presentación que Lennon había añadido en la pieza durante el montaje de la película y que imitaban a un pregonero de feria. También añadió sonidos de tráfico en la canción, y el trabajo quedó, por fin, definitivamente concluido. The Beatles trabajaron a la carrera en esta ocasión, y en los ratos libres que les dejaba el rodaje, y el resultado fue sorprendentemente sólido dadas las circunstancias, pero la profesionalidad con la que se había trabajado durante el registro de Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band se había esfumado:
«Fue más o menos en esta época cuando empezaron a saltar las señales de alarma. The Beatles se presentaron en el estudio una noche inusualmente tarde —cerca de medianoche— y pasaron unas siete horas drogados, tocando sin parar… y sin ningún sentido. Lennon había traído una gran luz estroboscópica, así que en un momento dado apagaron las luces y empezaron a correr como si estuvieran en una película antigua. Eso duró unos cinco minutos, tras los cuales todos empezaron a quejarse de dolor de cabeza. Los cuatro estaban completamente fuera de sí, probablemente drogados con ácido, y fue la primera sesión de The Beatles a la que asistí en la que no se consiguió salvar absolutamente nada. Puede que aquella noche se plantaran las primeras semillas de lo que se convertiría en el tema instrumental Flying, pero la mayor parte del tiempo se limitaron a hacer el tonto, para cabreo de George Martin, que no paraba de gorrearme cigarrillos, señal inequívoca de su frustración. Intentó señalar a John, Paul y George que sus guitarras ni siquiera estaban afinadas, pero, riéndose como niños, le ignoraron diciendo: “No pasa nada, solo estamos haciendo una maqueta”» (Geoff Emerick, 2006).
«En parte sabían lo que querían y en parte no, no hasta haberlo probado todo. El único pensamiento concreto que parecían tener en la cabeza era ser diferentes» (Ken Scott, ingeniero de sonido).
Formas musicales y novedades estilísticas
Cuando el gran público escuchó la música contenida en Magical Mystery Tour encontró entre los surcos de sus dos discos pequeños seis temas que parecían la evolución lógica tras Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band: una pieza inaugural festiva y celebratoria, algún corte melancólico y profundo, cierta dosis de melodía añeja… y mucha, mucha psicodelia bañándolo todo. La música era tan variada y genial como siempre y los sonidos seguían siendo pura vanguardia, aunque las artimañas de producción siempre operaban al servicio de las canciones: tape loops, ADT, grabaciones en dirección contraria, teclados etéreos o fantasmagóricos, cuerdas y vientos, coros de otro mundo, sonidos tomados de la radio e incrustados en la melodía… Tal como escribió Bob Dawbarn en Melody Maker poco después de la aparición del doble EP, Magical Mystery Tour contenía “seis temas a los que ningún otro grupo pop del mundo podría siquiera acercarse, gracias a su originalidad combinada con el toque popular”. Era, en todo caso, el final de una época: a principios de 1968 Harrison todavía seguía experimentando con la música india (The inner light) y Lennon aún soñaba con escenarios cósmicos (Across the universe), y el mundo entero tenía además pendiente conocer la muy psicodélica banda sonora de la película Yellow submarine, estrenada en cines el 17 de julio de aquel mismo año, pero The Beatles estaban a punto de dar carpetazo a su período netamente hippie.
Los nuevos temas traían algunas novedades estilísticas, que eran en parte el reflejo de las dinámicas de trabajo que se habían impuesto en el estudio desde el final del registro de Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band: tanto los textos como los desarrollos melódicos de las canciones eran más simples y repetitivos. A los músicos de Liverpool las melodías geniales les seguían creciendo debajo de las piedras y todavía eran capaces de encontrar formas novedosas y atractivas de presentarlas, pero habían perdido algo de la concentración y del compromiso del que hicieron gala durante la concepción y grabación de su estratosférica obra larga anterior. Blue Jay Way, la única composición de Harrison contenida en esta entrega, peca de monótona no tanto por su melodía monocorde como por lo machacona que resulta su letra, sobre todo en el largo final, y los textos de McCartney reflejan una evidente pereza creativa por parte de su autor: el de Magical Mystery Tour es poco más que una repetitiva colección de reclamos publicitarios y el de Your mother should know es pura indolencia, un ciclo de estrofa y estribillo que se repite cuatro veces y en el que las únicas variantes son unas pocas palabras distintas en el primer verso de la tercera estrofa y un tarareo en la cuarta. La canción tiene además un encanto innegable, pero tampoco puede pasarse por alto que McCartney se dio por satisfecho con la mentada estructura de estrofa y estribillo y no vio necesidad ninguna de crear un motivo musical en forma de puente que rompiera el iterativo bucle musical. Ciertamente, The fool on the hill sí cuenta con una letra meritoria y evocadora, pero incluso en esta pieza Paul dejó caer un par de versos ruborizantes, a los que podría haber dado una vuelta antes de darse por satisfecho (“or the sound he appears to make”, “they don’t like him”…). Es muy probable que el principal culpable de esta relativa desidia creativa fuera el LSD… aunque hubo un miembro del grupo al que la droga lisérgica le llevó por caminos muy distintos: Lennon se entregó en esta época al dolce far niente y produjo poco material, pero las escasas composiciones que llevó al estudio eran todo menos sencillas, tanto musical como letrísticamente: I am the walrus, que aparece en este doble EP además de en la cara B del single recién publicado, es una bomba de pura psicodelia tanto a nivel literario como musical, y es también, sin duda, el mejor tema del disco.
Lennon estaba poco productivo y Harrison probablemente también —y en todo caso nadie prestaba particular atención a sus propuestas—, así que McCartney, posiblemente muy a gusto, asumió una gran carga de responsabilidad como compositor en esta ocasión: tres de los seis temas son de su exclusiva autoría e incluso lideró la creación del corte instrumental que la banda improvisó en el estudio y que apareció por primera vez con la rúbrica de los cuatro Beatles. McCartney se había puesto al frente del proyecto y, en buena medida, del destino global de la banda.
«Yo seguía bajo una falsa impresión. Todavía me parecía de vez en cuando que Brian iba a venir y decirnos: “Es hora de grabar”, u “hora de hacer esto”. Y Paul empezó a hacer lo mismo: “Ahora vamos a hacer una película. Ahora vamos a grabar un disco”. Él suponía que, si no nos llamaba, nadie volvería a hacer un disco. Paul decía que bueno, que ahora le apetecía… y de repente yo tenía que sacarme veinte canciones de la manga. Se presentaba con unas veinte buenas canciones y decía: “Estamos grabando”. Y de repente yo tenía que escribir un puñetero montón de canciones» (John Lennon, 1972).
Hasta la fecha, todos los EPs de The Beatles se habían publicado únicamente en versión monoaural. Por primera y única vez, EMI se decidió a lanzar Magical Mystery Tour en ambos formatos, mono y estéreo. Muchos años más tarde, cuando puso en el mercado la versión en CD del disco dentro de la colección The Beatles compact disc EP. collection (Apple CD BEP 14, 26 de mayo de 1992), la casa discográfica decidió, con buen criterio, aprovechar el formato doble de Magical Mystery Tour para recoger la relación completa de las canciones en cada uno de los compactos, en uno en mono y en el otro en estéreo. Era una decisión acertada, no solo porque las distintas mezclas de varios de los cortes presentaban sensibles diferencias, sino porque en estos meses finales de 1967 las estereofónicas empezaron a recibir la atención que merecían y The Beatles y el equipo técnico comenzaron a sacarles mayor partido. El mono estaba a punto de desaparecer.
Título
Fue la idea feliz de McCartney de poner en marcha el rodaje de un telefilme en torno a una “mágica excursión misteriosa” la que dio origen a todo el proyecto. La película, el disco que recogía su banda sonora y la canción que el propio Paul compuso para abrir y presentar el espectáculo no podían titularse más que Magical Mystery Tour.
Arte gráfico
El formato original británico de doble EP fue concebido a principios de noviembre de 1967, cuando EMI se enfrentó al problema de decidir de qué manera publicar una magra colección de seis canciones. Se barajó la posibilidad de publicar un EP a 33⅓ R.P.M., pero la idea acabó descartándose porque habría supuesto una sensible pérdida de volumen y de fidelidad. Finalmente se decidió optar por un formato completamente innovador y aderezarlo con una carpeta doble, un libreto de veinticuatro páginas que incluía un cómic de la película y fotografías de la misma y, como complemento, un inserto central de cuatro páginas más con la letra de las canciones. Pura innovación y tratamiento deluxe. Los fans estaban de enhorabuena.
«Hemos querido hacerlo porque, cuando éramos más jóvenes, no se nos ocurría nada que comprar por ese precio. Lo único que se podía comprar eran corbatas o jabón y polvos de talco. Pero creemos que el paquete es un buen regalo» (Paul McCartney, 1967).
¿Una novedad absoluta? Quizá no tanto…
Hay quien sugiere que los primeros ejemplos de EPs dobles son una serie de lanzamientos que Capitol puso en el mercado estadounidense en 1950, pero en realidad los precedentes son muy anteriores: los discos de 78 R.P.M. de 10 pulgadas de inicios de siglo XX apenas tenían capacidad para contener unos tres minutos de grabación por cara, y algunas casas discográficas que pretendían poner en el mercado obras más largas, principalmente de música clásica, empezaron a publicar “álbumes” que agrupaban dos o más discos de estas características. Ocurrió desde 1910 en Europa y a partir de la década siguiente en los Estados Unidos. En 1948 Columbia Records revolucionó el mercado con el lanzamiento de los discos de larga duración, LPs de 10 o 12 pulgadas que giraban a 33⅓ R.P.M., y el nuevo formato conservó con cierta incongruencia la denominación de “álbum” que mantienen hasta nuestros días las obras de este tipo publicadas en cualquier formato. Durante un tiempo convivieron en el mercado los dos modelos de álbumes. El formato utilizado por The Beatles en 1967 resultaba original para la época, pero habría sido considerado un álbum estándar varias décadas atrás.
Factory Records volvió a utilizar el formato de doble EP el 24 de enero de 1979, fecha en la que apareció A Factory sample (Factory FAC-2), un recopilatorio de piezas de Joy Division, The Durruti Column, John Dowie y Cabaret Voltaire, con dos temas para cada formación o artista. Una variante relativamente común del doble EP es el doble maxi-single, formato que ha sido utilizado entre otros por los mencionados Cabaret Voltaire y también por The Style Council y Radiohead.
Capitol había estado manipulando los deseos de The Beatles durante años, reordenando la producción discográfica del grupo en LPs más cortos que los británicos, en los que además el sello incluía grabaciones que en el Reino Unido solo se habían publicado en formato de single… y volvió a hacerlo en esta ocasión. Con todo, había dos diferencias notables: esta vez, para empezar, necesitó pedir la autorización de los miembros de la banda, que se habían reservado ese derecho cuando firmaron un nuevo contrato con EMI a principios de 1967; y además, por una vez en la vida, las artimañas de la discográfica generaron un producto francamente interesante, un álbum aderezado con las piezas publicadas en forma de single por The Beatles a lo largo de todo el año, que no descartó siquiera la recién aparecida Hello, goodbye. Pura dinamita. El sello estadounidense consiguió convencer a The Beatles argumentando que el formato EP nunca había gozado de verdadera implantación en los Estados Unidos (y que estaba en declive, en cualquier caso, en todo el resto del globo). Consecuentemente, todas las canciones publicadas por The Beatles en 1967, con la única excepción de la grabación exclusiva que recibían en Navidad los miembros del club de fans, aparecen en los álbumes Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band y Magical Mystery Tour. El LP estadounidense conservó el formato de carpeta concebido en el Reino Unido para el EP, incluido el libreto y las letras… y a un tamaño mucho mayor.
Lamentablemente, no todas las piezas incluidas en la cara B del álbum habían sido remezcladas en sonido estereofónico y, consecuentemente, Penny Lane, All you need is love y Baby, you’re a rich man fueron publicadas en falso estéreo. La primera versión internacional del álbum que incluyó auténticas mezclas estereofónicas de todas las canciones fue la alemana, aparecida en el mercado en diciembre de 1971 (Hör Zu SHZE 327), y fue esta mezcla la que se utilizó en el Reino Unido cuando, sin publicidad alguna, EMI puso a la venta en junio de 1973 el disco de larga duración en formato de cassette (Parlophone TC-PCS 3077) y de cartucho (Parlophone 8X-PCS 3077). Incomprensiblemente, cuando el 19 de noviembre de 1976 por fin apareció la edición británica en vinilo, que esta vez sí se anunció a bombo y platillo, se utilizó la mezcla estadounidense original (Parlophone PCTC 255). Con este lanzamiento, Parlophone y Apple dieron por fin por bueno el álbum como parte del catálogo discográfico de The Beatles y, a día de hoy, el LP Magical Mystery Tour es tratado como parte del canon de la banda.
Aunque el LP estadounidense respetó casi por completo el orden de aparición de las canciones en el filme (excepto en el caso de I am the walrus, que fue desplazada al final de la cara A para que operara como puente entre la banda sonora y los temas recuperados de singles), el formato de doble EP británico obligó a reservar una única cara para las dos piezas más largas, que aparecieron en las vueltas B y D. Inevitablemente, Magical Mystery Tour abría el disco. I am the walrus apareció en este disco con un humorístico subtítulo, “No you’re not!” said Little Nicola, que evocaba una escena que aparecía en la película inmediatamente después de la secuencia en la que se escuchaba la canción.
La carpeta del disco, como la de Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band, era puro arte: funda doble, portada colorista, inclusión de letras y complementos inusuales. El director artístico encargado de ponerlo todo en orden en el papel de editor fue Tony Barrow (con ayuda de Paul McCartney, que no fue acreditado). Mal Evans y Neil Aspinall aparecían identificados como “consultores editoriales (para Apple)”.
La portada combinaba una fotografía de The Beatles disfrazados de animales (entre ellos, claro, la morsa, además de un rinoceronte, un conejo y un gallo a sus espaldas) con un fondo azul cielo plagado de estrellas de colores. La palabra “Beatles” estaba conformada por un combinado de estrellas amarillas, y el título de Magical Mystery Tour por letras coloreadas con las tonalidades del arcoiris. La fotografía, como todas las del interior, era obra de John Kelly, uno de los nuevos retratistas del grupo. Había sido tomada en un escenario natural en medio del campo, probablemente el 20 de septiembre, el día en el que se rodó la secuencia de I am the walrus para la película, y fue trucada posteriormente. Era la primera vez que el rostro de los cuatro músicos no aparecía en la portada de uno de sus discos, con la única excepción de la cubierta ilustrada de A collection of Beatles oldies.
Nada más abrir el pequeño libreto inserto en la carpeta del disco, se encuentra a la izquierda el primero de los dos EPs, guardado en una funda en la que un texto invita a participar en la mágica excursión misteriosa. Sobre el texto aparece una soberbia caricatura de los cuatro Beatles disfrazados de magos dibujada por Bob Gibson, un artista que había comenzado a publicar ilustraciones del grupo en The Beatles Monthly Book.
La primera de las veinticuatro páginas del libreto (veintiocho si sumamos las cuatro centrales, que contienen las letras en forma de inserto y que no están numeradas) contiene los créditos del filme y de los artistas que participaron en la elaboración de la carpeta del disco. Las siguientes páginas combinan fotografías en color y en blanco y negro de la película con una narración gráfica de la trama del programa televisivo, extraordinariamente ilustrada por Gibson, y con las letras de las canciones. Algunas de las escenas transformadas en cómic no aparecen en la película: Bob Gibson desarrolló su proyecto utilizando como referencia un montaje provisional del filme.
La funda del segundo EP lista las canciones, atestigua que la producción corrió a cargo de “Big George Martin” y reproduce las direcciones del club de fans del grupo y de la revista mensual que daba cobertura a sus actividades.
La contraportada, por último, ofrece una imagen de la escena final del filme en la que los cuatro Beatles cantan y bailan al ritmo de Your mother should know, deformada por un efecto caleidoscópico.
La morsa era Paul (capítulo IX)
Inevitablemente, los convencidos devotos de la teoría de la muerte de Paul encontraron numerosas pruebas que apoyaban su delirio en el florido embalaje del doble EP, empezando por la morsa negra de la portada que ya ha sido mencionada con anterioridad. Pero había mucho más donde rascar. La fotografía de la página 3 del libreto muestra a Paul disfrazado como Major McCartney, tal como aparece en la escena de la película concebida por Victor Spinetti. El bajista está sentado frente a una mesa, y delante de él un cartel reza “I WaS” (“yo fui”). Dos banderas británicas se cruzan sobre su cabeza, como en un funeral militar. En la página 9, una de las caricaturas representa a McCartney como “el tonto de la colina”… y su cabeza aparece atravesada por lo que parece ser una enorme brecha. En la página 27 asoman los cuatro Beatles vestidos de frac blanco. Se trata de una fotograma de la escena final del filme, en la que el grupo canta Your mother should know. Todos portan un clavel rojo excepto Paul, que lo lleva negro. En las páginas 22 y 28 una mano aparece sobre la cabeza de Paul, como en la portada de Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band. En la fotografía de la página 10 y en la de la doble página central McCartney aparece descalzo, igual que en la portada de Abbey Road, lo que se interpretó como un nuevo signo de muerte dado que, se dijo, en algunos países los muertos son enterrados descalzos. En este último retrato se localizaron dos pruebas más del fallecimiento de McCartney: los zapatos de Paul, que descansan a su lado, parecen estar bañados en sangre… y en el bombo de la batería de Ringo se lee la palabra “love” y, debajo de ella, “The Beatles”. Un pequeño dibujo adicional hizo que hubiera quien leyó “love the 3 Beatles”, lo que daría a entender que solo quedaban tres miembros originales. Y el colmo: la palabra “Beatles” de la portada, vuelta boca abajo y contemplada en un espejo, era un número de teléfono londinense al que había que llamar para saber la verdad de la muerte de Paul. Hubo quien aseguró que la voz que le contestó al otro lado de la línea telefónica pronunció las palabras “you’re getting closer” (“te estás acercando”). Otros afirmaban que, al marcar el número de marras, habían contactado con una funeraria, y alguna mente creativa juró que quien descolgaba el aparato era nada menos que Billy Shears. En realidad, el número correspondía al domicilio privado de un periodista de The Guardian.
Ventas y éxito en listas
- Reino Unido:
-
- Entrada única:
- Debut: 19 de diciembre de 1967
- Puesto más alto: 2 (2 de enero de 1968, tres semanas; número 1: Hello, goodbye, The Beatles)
- Semanas en listas: 12
- Entrada única:
La película Magical Mystery Tour supuso un sonoro fracaso para The Beatles, pero el éxito de su banda sonora fue majestuoso.
En el Reino Unido el doble EP Magical Mystery Tour debutó en las listas de singles el 16 de diciembre de 1967, en el número 20 (recuérdese que Record Retailer acababa de renunciar a seguir conformando una lista semanal de los EPs más exitosos, porque el formato estaba perdiendo pegada comercial a pasos agigantados). El disco apareció en las listas durante doce semanas consecutivas y se atascó en un glorioso número 2 el 30 de diciembre, tras escalar desde el número 3 de la semana anterior. Sorpresivamente, el single que impidió a Magical Mystery Tour hacerse con el número 1 no era otro que Hello, goodbye… y mientras tanto, la cumbre en la lista de álbumes era para el incombustible Sgt. Pepper’s Lonley Hearts Club Band. La lista de New Musical Express también atribuyó al EP el número 2 durante dos semanas, como hizo la de Pick of the pops, pero la de Melody Maker le concedió el número 1 durante la semana del 13 de enero de 1968, en la que desplazó de la cumbre a Hello, goodbye. El disco supuso un nuevo récord para The Beatles, porque ningún EP había escalado tan alto jamás en las listas británicas de sencillos. Antes de ponerse a la venta, los pedidos anticipados del doble EP sumaban 400.000 ejemplares y, llegadas las navidades, el disco había vendido más de medio millón de copias, que ya eran 600.000 tras un mes a la venta y que acabaron siendo 620.000. Un logro notable para un disco que resultaba mucho más caro que los sencillos habituales: 19 chelines y seis peniques, casi una libra esterlina de la época. El 23 de diciembre de 1967 Magical Mystery Tour se convirtió en el sexto y último EP de The Beatles que lograba la distinción de disco de plata concedida por la revista Disc, otorgada a los discos pequeños que vendían más de 250.000 ejemplares.
El formato de doble EP también triunfó internacionalmente, aunque solo consiguió coronar además las listas de singles elaboradas por la revista estadounidense Cashbox que monitorizaban los mercados noruego y británico. Escaló en todo caso hasta el Top 5 en Australia, Noruega, Nueva Zelanda, Países Bajos y Suecia.
En los Estados Unidos, el LP de once canciones se comió el mercado. Aunque Capitol había anunciado su publicación para mediados de diciembre, finalmente aceleró los planes y lo puso a la venta el 27 de noviembre de 1967 con la referencia Capitol MAL 2835/SMAL 2835, once días antes del lanzamiento del doble EP británico. El álbum se hizo con el número 1 el 6 de enero de 1968 y lo conservó durante ocho semanas. Durante este primer período de gloria se mantuvo durante cincuenta y nueve semanas entre los 200 LPs más vendidos (veinticinco en el Top 30, cincuentra y tres en el Top 100), aunque reapareció varias veces en la lista (en una primera ocasión aupado por la explosión del rumor de la muerte de McCartney), y suma a día de hoy noventa y tres semanas en listas. Antes de que acabaran las navidades de 1967 había vendido ya la friolera de un millón y medio de copias, las mayores ventas iniciales de un álbum de Capitol hasta la fecha, y el 31 de diciembre acumulaba 1.936.063 ejemplares distribuidos, que habían crecido hasta 2.373.987 al final de la década. En las tres primeras semanas hizo una caja de ocho millones de dólares. A finales de 1991 alcanzó los cinco millones de copias distribuidas, según reconoció la industria estadounidense el 26 de diciembre de aquel año. El 6 de enero de 1968 The Rolling Stones vieron cómo su álbum Their Satanic Majesties request se estancaba en el número 2 de las listas estadounidenses por culpa del álbum de The Beatles. Lo mismo sucedió durante las siguientes cinco semanas. Este LP también consiguió ser candidato a un Grammy en la categoría de álbum del año 1968 (fue publicado demasiado tarde para entrar en las candidaturas de 1967), que le fue arrebatado por By the time I get to Phoenix, de Glenn Campbell. La portada del álbum estadounidense era una variante de la del EP británico. Fue diseñada por John Van Hamersveld, el director del departamento de arte de Capitol.
Obviamente, el álbum estadounidense consiguió un disco de oro, concedido el 15 de diciembre de 1967 por la industria de aquel país. Lo curioso es que una cantidad nada despreciable de las ventas se debieron a la exportación de copias del LP al Reino Unido, la patria de The Beatles: más de 50.000 ejemplares del álbum, reclamados por los fans británicos debido al atractivo del formato LP, con cinco canciones más y con todos los complementos agrandados, dieron pie a la entrada del álbum estadounidense en las listas británicas, en las que alcanzó el puesto 31 el 20 de enero de 1968 en su segunda y última semana en listas, tras haber debutado en el puesto 32. Jamás EMI había vendido tal cantidad de copias importadas de un álbum en el Reino Unido. Años más tarde, como ya queda dicho, Parlophone acabaría editando el LP en el aquel país. Hoy es la versión de la banda sonora de la película comúnmente aceptada como definitiva, aunque en su momento The Beatles no se habían mostrado particularmente satisfechos con la conversión del doble EP en un disco de larga duración:
«No es un álbum, ¿sabes? Acabó siendo un álbum aquí [en los Estados Unidos], pero solo era la música de la película» (John Lennon, 1968).
El álbum es séxtuple platino en los Estados Unidos desde el 25 de julio de 2000, lo que significa que ha vendido más de seis millones de ejemplares en el territorio.
Repercusión social
La crítica contemporánea fue casi unánimemente laudatoria con Magical Mystery Tour (aunque hubo alguna notable excepción), con especial intensidad en los Estados Unidos, donde el producto que se lanzó al mercado incluía cinco temas adicionales muy sólidos. Algún periodista llegó a afirmar que el álbum estadounidense era superior en emoción y profundidad a Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band. La psicodelia estaba a punto de iniciar su retirada, pero esta última entrega lisérgica de los de Liverpool fascinó a los expertos… y al público en general, que lo convirtió en un éxito comercial absoluto. El sector más conservador de la audiencia seguía sin entender a estos nuevos Beatles (Isabel II incluida: “The Beatles se están volviendo terriblemente raros, ¿verdad?”), pero los fans de la banda seguían contándose por millones.
«The Beatles vuelven a hacer de las suyas, llevando la música pop hasta sus límites en hermosos lienzos sonoros, lanzando maravillosos hechizos más allá de las nubes para convertir el disco de plástico más aburrido en una mágica excursión misteriosa de sonidos fantásticos, ¡sonidos increíbles!» (New Musical Express, 1967).
Grabaciones inéditas
Aunque el doble EP británico Magical Mystery Tour solo incluyó seis cortes, The Beatles habían grabado otras dos piezas para el filme y una de ellas aparece de hecho en la película. Su título era Jessie’s dream. En realidad, no era más que un corte instrumental de música incidental de 3’33” de duración utilizado en el filme para ambientar una escena concebida y dirigida por Lennon: la actriz Jessie Robins (la gruesa tía de Ringo en la película) sueña con un camarero, interpretado por John Lennon, que sirve literalmente paletadas de spaguetti en su plato. Jessie’s dream, de la cual se desconoce la fecha y el lugar de grabación (que, en cualquier caso, no tuvo lugar en los estudios de Abbey Road ni probablemente en ningún otro estudio), está registrada bajo la firma de McCartney/Starkey/Harrison/Lennon.
La otra pieza grabada para la película —aunque no fue finalmente utilizada— también era instrumental. Se titulaba Shirley’s wild accordion [si bien su denominación original fue Accordion (Wild)] y estaba firmada por Lennon/McCartney. En realidad, el peso de la ejecución de la pieza lo llevaron Shirley Evans —una acordeonista que acompañó a The Beatles en el viaje de autobús de la película— y su colaborador a la percusión y marido Reg Wale. Ringo añadió después un ligero acompañamiento de batería y Paul unas maracas y algunos aullidos (“Go on, Shirl!”). La pieza fue grabada el 12 de octubre en los estudios de Abbey Road con John Lennon como productor oficial de la sesión. Se abordaron ocho tomas básicas (1-8), dos mezclas de reducción (9-10) y cinco tomas de sobregrabaciones (11-15), y se produjeron tres mezclas monoaurales diferentes: una de la toma 10, otra de la 7, subtitulada Waltz, y una más de la 14, etiquetada como Freaky rock. La partitura fue transcrita, siguiendo las indicaciones de John y Paul, por Mike Leander, el músico que había asumido el arreglo de She’s leaving home meses atrás. Aunque la pieza se grabó con la idea de incluirla como música incidental en el filme, permaneció inédita durante décadas: el 8 de octubre de 2012 una mezcla que no incluía los aportes de Paul y Ringo apareció como material adicional en la reedición de Magical Mystery Tour en DVD y Blu-ray. Con todo, Evans y su acordeón protagonizan una escena de la película en la que todos los pasajeros del autobús cantan canciones populares en ruta al compás del instrumento de viento. Las piezas interpretadas incluyen canciones populares del tipo de I’ve got a lovely bunch of coconuts; Toot, Toot, Tootsie! (Goo’bye); The happy wanderer; When Irish eyes are smiling; When the red, red robin comes bob-bob-bobbin’ along; Never on Sunday; y Can-can. Una escena inédita del filme, en la que Jessie Robins interpreta en el autobús la pieza de 1913 You made me love you (McCarthy/Monaco), fue recuperada en la séptima cinta de vídeo de la colección Anthology, atribuida a “Jessie Robins and the Magical Mystery Tour Passengers”.
La grabación original de la pista instrumental Flying, publicada en el doble EP, duraba más de nueve minutos, aunque The Beatles acortaron la pieza hasta dejarla en 2’16”. Parte de la coda eliminada, que combinaba varias pistas de melotrón reproducidas en dirección contraria con distintos tape loops creados por Starr y Lennon, aparece como música incidental en algunas secuencias de Magical Mystery Tour. El corte recibió el título de The bus y permanece inédito en disco.
Cara A
Magical Mystery Tour (Lennon-McCartney) 2’50”
- Versión 1 de 2 de Magical Mystery Tour
- Variación 1 de 10: primera edición del disco en EP mono
- Variación 2 de 10: primera edición del disco en EP estéreo y reedición 1
- Variación 3 de 10: reedición 2
- Variación 4 de 10: reedición 2
- Variación 6 de 10: reedición 3
- Publicación internacional original:
- Magical Mystery Tour, LP (EE.UU.), Capitol MAL-2835/SMAL-2835, 27 de noviembre de 1967
Grabación: 25, 26 y 27 de abril, 3 de mayo y 7 de noviembre de 1967 (EMI Studios)
Productor: George Martin
Ingenieros de sonido: Geoff Emerick y Malcolm Addey
GEORGE HARRISON: Guitarra rítmica, percusión, segundas voces y coros
JOHN LENNON: Guitarra acústica, percusión, segundas voces y coros
PAUL McCARTNEY: Bajo, piano, glockenspiel, percusión, voz principal y coros
RINGO STARR: Batería
ROY COPESTAKE: Trompeta
ELGAR “GARY” HOWARTH: Trompeta
DAVID MASON: Trompeta
JOHN WILBRAHAM: Trompeta
NEIL ASPINALL: Percusión
MAL EVANS: Cencerro
GEOFF EMERICK: Tape loops
MAGICAL MYSTERY TOUR (Lennon/McCartney)
Roll up, roll up for the Magical Mystery Tour!
Step right this way!
(Roll up – roll up for the Mystery Tour.
Roll up, roll up for the Mystery Tour.
Roll up,)
_and that’s an invitation,
(roll up for the Mystery Tour,
roll up,)
_to make a reservation,
(roll up for the Mystery Tour).
The Magical Mystery Tour is waiting to take you away.
Waiting to take you away.
(Roll up, roll up for the Mystery Tour.
Roll up, roll up for the Mystery Tour.
Roll up,)
_we’ve got ev’rything you need,
(roll up for the Mystery Tour,
roll up),
_satisfaction guaranteed,
(roll up for the Mystery Tour).
The Magical Mystery Tour is hoping to take you away.
Hoping to take you away.
The mystery trip.
(Now – the Magical Mystery Tour.
Roll up – roll up for the Mystery Tour.
Roll up,)
_and that’s an invitation,
(roll up for the Mystery Tour,
roll up,)
_to make a reservation,
(roll up for the Mystery Tour).
The Magical Mystery Tour is coming to take you away.
Coming to take you away.
The Magical Mystery Tour is dying to take you away.
Dying to take you away – take you today.
MÁGICA EXCURSIÓN MISTERIOSA (Lennon/McCartney)
¡Enrólense, enrólense en la Mágica Excursión Misteriosa!
¡Pasen por aquí!
(Enrólense, enrólense en la Excursión Misteriosa.
Enrólense, enrólense en la Excursión Misteriosa.
Enrólense,)
_y es una invitación,
(enrólense en la Excursión Misteriosa,
enrólense,)
_para hacer una reserva,
(enrólense en la Excursión Misteriosa).
La Mágica Excursión Misteriosa les espera para llevárserlos de viaje.
Les espera para llevárserlos de viaje.
(Enrólense, enrólense en la Excursión Misteriosa.
Enrólense, enrólense en a la Excursión Misteriosa.
Enrólense,)
_tenemos todo lo que necesitan,
(enrólense en la Excursión Misteriosa,
enrólense),
_satisfacción garantizada,
(enrólense en la Excursión Misteriosa).
La Mágica Excursión Misteriosa está deseando llevárserlos de viaje.
Deseando llevárselos de viaje.
El viaje misterioso.
(Vamos, la Mágica Excursión Misteriosa.
Enrólense, enrólense en la Excursión Misteriosa.
Enrólense,)
_y es una invitación,
(enrólense en la Excursión Misteriosa,
enrólense,)
_para hacer una reserva,
(enrólense en la Excursión Misteriosa).
La Mágica Excursión Misteriosa está en camino para llevárselos de viaje.
En camino para llevárselos de viaje.
La Mágica Excursión Misteriosa se muere por llevárselos de viaje.
Se muere por llevárselos de viaje, por llevárselos hoy.
McCartney —con alguna colaboración de Lennon y con el concurso de la banda al completo en la redacción de los versos— concibió Magical Mystery Tour como un genuino anuncio publicitario. Es la pieza que abre el telefilme del mismo título y la que da la bienvenida a la audiencia, invitándola a dejarse llevar por la magia. En este nivel funciona a la perfección: cuenta con una introducción explosiva, destila animación a raudales, las rimas motivacionales cumplen su función con efectividad y la ensoñadora coda sirve como transición perfecta para arrastar al público hacia la trama de la película. Sus méritos como canción son más discutibles y, para muchos analistas, es poco más que puro envoltorio.
Composición
Cuando Paul McCartney empezó a bosquejar ideas en torno al filme Magical Mystery Tour, se limitó a soñar con un viaje mágico en autobús, pero fue suficiente para que el título de la película se sugiriera a sí mismo. Siendo además el mejor relaciones públicas de la banda, tenía claro desde el principio que iba a ser necesario contar con una canción homónima que abriera y presentara el telefilme y el disco de la banda sonora, y no perdió ni un segundo: en el mismo vuelo del 11 de abril de 1967 en el que plasmó en un papel la trama básica del filme, dejó también pergeñados los compases básicos de su composición de cabecera. Catorce días después The Beatles estaban ya en el estudio grabando la primera de las canciones de la banda sonora del proyecto recién nacido, precisamente la que le daría título. Paul era su autor principal, aunque su amigo Barry Miles afirma en Many years from now (Secker & Warburg, Londres, 1997) que Lennon se reunió con McCartney en casa de este último y que trabajaron juntos en la composición:
«John y yo recordábamos las excursiones misteriosas, y siempre pensamos que era una idea fascinante: subir a un autobús y no saber adónde ibas. Bastante romántico y ligeramente surrealista. Todos esos ancianos con el pelo azul yendo a lugares misteriosos. Generalmente hay una caja de cerveza en el maletero y se cantan muchas canciones. Es un viaje en caravana. Así que tomamos esa idea y la utilizamos como base para una canción y para la película. (…)
»Magical Mystery Tour la escribimos John y yo, en nuestro “período de ferias”. Una de nuestras grandes inspiraciones fue siempre el pregonero. “Roll up! Roll up!”. La promesa de algo: el anuncio del periódico que dice “garantía de no rotura”; el carnicero “con clase”; “satisfacción garantizada”, de Sgt Pepper. “Come inside”, “Step inside, love”; descubrirás que impregna muchas de mis canciones. Si analizas toda la producción de Lennon-McCartney, es algo que hacemos mucho» (Paul McCartney, 1997).
«Paul [la escribió]. Yo ayudé con parte de la letra» (John Lennon, 1972).
«Puede que yo hiciera parte, pero el concepto era suyo» (John Lennon, 1980).
Magical Mystery Tour tenía como misión presentar el espectáculo que se avecinaba e invitar al oyente a dejarse llevar y a disfrutarlo, exactamente igual que Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band en el disco del mismo nombre. A este nivel, la composición cubría de sobra las expectativas: su pegadiza melodía parecía un jingle publicitario. La instrumentación, en particular la batería de Starr y las explosivas trompetas, no concede un segundo de tregua, mientras los coros y la voz principal de McCartney se encargan de pregonar a los cuatro vientos las virtudes del viaje sorpresa. La letra, por último, es una especie de calco de la de Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band adaptada al nuevo show, la “Mágica Excursión Misteriosa”: una nueva invitación a participar en la aventura que comienza.
El texto era ciertamente poco pretencioso, pero McCartney buscaba precisamente eso: una colección de frases hechas que remedaran las de los anuncios televisivos. The Beatles se disfrazaban en esta ocasión de relaciones públicas, pregonando a voz en grito la oportunidad de participar en una aventura mágica y llena de inesperadas maravillas, de la misma manera que habían adoptado poco tiempo atrás las identidades de miembros de la banda del Sgto. Pimienta. El juego era muy similar, tanto para la banda como para el público invitado. John empezaba a descubrir su vocación como propagandista (All you need is love) y, mientras tanto, Paul descubría que le gustaba jugar a ser publicista.
La letra fue una obra colectiva y nació esencialmente en el estudio con aportes improvisados de unos y otros. Paul le había pedido a Mal Evans que buscara carteles de auténticas “excursiones misteriosas” para encontrar inspiración, recordando quizá la forma en la que meses atrás John y él mismo habían compuesto Being for the benefit of Mr. Kite!, pero las pesquisas de Evans, al que le tocó patearse las estaciones de autobuses londinenses, resultaron infructuosas. En el libro que acompaña a la edición deluxe de la película publicada en 2012 se reproducen dos manuscritos, transcritos por Mal Evans, que reflejan dos estadios distintos de desarrollo del texto. El primero apenas incluye anotaciones laterales sobre la instrumentación necesaria y los arreglos (trompetas, batería, la secuencia principal de acordes, el número de compases de cada sección) e ideas sueltas para los versos: “Roll up”, “roll up all in”, “Magical Mystery”… y poco más. El segundo recoge, con cierto desorden, las frases sueltas que se utilizaron para construir el resto de los versos. Hunter Davies parafraseó en un artículo publicado en la época las palabras de Paul en el estudio:
«Cantad todas las palabras y frases que se os ocurran. No cualquier palabra, por supuesto, sino cosas que podría gritar alguien que quiera que la gente se enrole y se apunte a un viaje en autocar, como “invitación”, “reserva”, “satisfacción garantizada”.»
La letra de Magical Mystery Tour no es del todo inocente: uno de los versos, semiescondido en el pasaje instrumental, metió un gol a los aviesos censores: los cantantes no entonan “Mystery Tour” (“Excursión Misteriosa”) sino “mystery trip” (“viaje misterioso”), dando a entender al avispado oyente que el LSD seguía campando por sus respetos entre los miembros del grupo. Y no era la única referencia colada de rondón:
«Como eran tiempos psicodélicos, tenía que acabar siendo una mágica excursión misteriosa, algo más surrealista que las de la vida real para que tuviéramos licencia para hacerlo. Pero recurre a los pregoneros de circo y feria: “Roll up! Roll up!”, que también era una referencia a liarse un porro. Siempre estábamos colando esas cositas que sabíamos que nuestros amigos entenderían; referencias veladas a las drogas y a los viajes. “Magical Mystery Tour is waiting to take you away”, una referencia a la droga, “it’s dying to take you away”, una referencia al Libro Tibetano de los Muertos. Pusimos todas estas palabras y, si eres una persona normal, trata sobre un bonito autobús que te espera para llevarte, pero si estás colocado es sobre palmarla, es la excursión auténtica, la auténtica Mágica Excursión Misteriosa. En realidad, colamos todo aquello para nuestro círculo interno de amigos» (Paul McCartney, 1997).
La morsa era Paul (capítulo X y un trágico estrambote)
La letra de Magical Mystery Tour incluye una nueva referencia al fallecimiento de McCartney. ¿Por qué, si no, iban a asegurar The Beatles al final de la canción que “la Mágica Excursión Misteriosa se muere por llevárselos de viaje”? Lamentablemente, la pieza también tiene vínculos con otro escenario que ha quedado indefectiblemente unido a la banda de Liverpool…
Uno de los sucesos más negros que rodean la leyenda de The Beatles es el del asesinato de siete personas entre el 8 y el 10 de agosto de 1969 en California a manos de Charles Manson y su “Familia” —su secta, de hecho—. Una de las víctimas fue Sharon Tate, la esposa del director de cine Roman Polanski, que se encontraba en avanzado estado de gestación. La delirante mente de Mason había construido una narrativa demente alrededor de varias composiciones de The Beatles, que el líder religioso había interpretado como mensajes personalmente dirigidos a él mismo, que se creía la reencarnación del Mesías. La canción que le indujo finalmente a cometer aquellas atrocidades fue Helter skelter, incluida en el doble álbum The Beatles, de 1968, pero Magical Mystery Tour también tiene su papel en esta macabra historia: era la pieza que su “Familia” tarareaba mientras asesinaba a sus víctimas.
Arreglos instrumentales y vocales
McCartney llevó su nueva composición al estudio en un estadio muy incompleto de desarrollo y la pieza se construyó con aportes de todos los miembros de la banda. Paul solo tenía claro el título, el verso inicial, los tres acordes básicos de las estrofas y la idea general de cómo debía sonar la grabación: como un anuncio de televisión. Al inicio de la sesión, y mientras ilustraba a sus compañeros sentado al piano, se le ocurrió la idea de incluir trompetas, instrumentos que efectivamente se sobregrabarían el 3 de mayo y que aportarían un elemento fundamental al sonido final de la canción. Eran pocas piezas para armar el puzle, pero The Beatles no necesitaron mucho más para encarar la grabación de la pista básica y para ir improvisando después con el añadido de capas de nuevos arreglos.
En la grabación final escuchamos los instrumentos habituales (dos guitarras, un bajo, una batería), un piano y un glockenspiel tocados por McCartney, un buen número de sonidos percusivos… y un vehículo en ruta que se desplaza creativamente a un lado y otro del estéreo. El recurso provenía una vez más del archivo de efectos sonoros de EMI, en concreto de Volume 36: Traffic noise stereo. El hecho de que la grabación original hubiera sido realizada en estéreo, con los sonidos de los vehículos transitando de un canal a otro, facilitó mucho el trabajo a George Martin. Había sido registrada por un ingeniero de EMI, Stuart Eltham, en un puente sobre la autopista M1. El técnico decidió reservarse un domingo para desarrollar su experimento: al haber menos tráfico que en un día de diario, le resultaba más fácil captar los sonidos de forma individualizada. Geoff Emerick preparó un loop y fue este artificio el que se añadió a la mezcla. Todo parece indicar que el ingeniero creó el bucle en la primera sesión de grabación dedicada a la canción, pero los efectos no se insertaron en la mezcla hasta el 7 de noviembre, fecha en la que Magical Mystery Tour quedó por fin rematada.
Grabación
Apenas cuatro días después de dar por definitivamente terminada la grabación de Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band, The Beatles estaban de vuelta en el estudio registrando el tema titular de su siguiente gran proyecto, Magical Mystery Tour. Con George a la guitarra rítmica, John a la acústica, Paul al piano y Ringo a la contundente batería, y después de horas de experimentos, de conceptualización de arreglos y de ensayos, se abordaron tres tomas de la pista básica del tema. La tercera de ellas fue la elegida para encarar una primera mezcla de reducción, que a su vez necesitó de hasta cinco intentos, de los que se seleccionó el último. Era la etiquetada como “toma 8”, que contenía todos los instrumentos en la pista 1. En el proceso se aprovechó para aplicar un efecto de “flanging” en la guitarra eléctrica y en el piano de la coda mediante el uso del ADT. Todavía aquel mismo día, según asegura Mark Lewisohn, se dejó preparado un último aporte para la canción, aunque tardaría meses en incorporarse a la mezcla: los efectos sonoros que evocan el sonido de un autobús en marcha. A las cuatro menos cuarto de la madrugada se dio por terminado el trabajo. Había comenzado a las siete de la tarde.
Tras esta sesión, celebrada el 25 de abril de 1967, The Beatles volvieron al estudio los dos días siguientes para rematar sus aportes instrumentales y vocales. El día 26 se trabajó entre las siete de la tarde y las dos de la mañana. Paul sobregrabó en primer lugar su bajo, especialmente brillante en el puente instrumental de la pieza (pista 2). A continuación, los cuatro Beatles y los dos roadies de la banda aprehendieron cuanto instrumento de percusión encontraron en el estudio (maracas, un cencerro, crótalos, panderetas…) y enriquecieron el ambiente festivo de la pieza (pista 3). Estos aportes percusivos adquieren particular protagonismo en la extravagante y psicodélica coda, mientras el piano de Paul flirtea con el jazz. Se ignora qué labor concreta desarrolló cada uno de los seis intérpretes excepto en el caso de Ringo, que se hizo cargo de un refuerzo de su propio arreglo de batería percutiendo el tom-tom. Por último, George, John y Paul añadieron unos cuantos gritos para amplificar el efecto de pachanga (pista 4). Esta es la única contribución de McCartney como voz de complemento: las segundas voces y los coros, que son los protagonistas absolutos en el machacón estribillo, fueron responsabilidad exclusiva de Harrison y Lennon y fueron añadidos al día siguiente. Al final de esta segunda sesión se procedió a una nueva reducción de pistas (1 y 3 agrupadas por un lado, 2 y 4 por otro). Quedaban dos canales disponibles para añadidos posteriores. Era la “toma 9”.
El día 27, entre las siete de la tarde y la una menos cuarto de la madrugada, Paul grabó su parte vocal principal y George y John los coros y las segundas voces (pista 3). La pieza no contaba todavía con los versos introductorios, que en la mezcla utilizada en la película eran recitados por Lennon: esa intro de John no fue grabada en el estudio sino durante el proceso de montaje de la película. La jornada concluyó con el abordaje de cuatro mezclas mono provisionales, de las cuales se eligió la cuarta como mejor. Trataban la voz de McCartney con ADT y destacaban el sonido del piano en la coda. Las voces de los tres beatles habían sido registradas a velocidad reducida para que sonaran más agudas en la mezcla final, un truco que ya era viejo en las grabaciones del grupo:
«Todo ese trozo de “roll up, roll up for the Magical Mystery Tour” fue grabado muy despacio para que sonara muy rápido. Realmente querían que esas voces sonaran diferentes» (Richard Lush, segundo ingeniero de grabación, 1988).
La siguiente sesión de grabación se celebró el 3 de mayo y estuvo íntegramente dedicada a sobregrabar las magníficas trompetas de la canción. Aquel día Geoff Emerick tenía un encargo profesional fuera de los estudios y le sustituyó el ingeniero Malcolm Addey. Dos de los cuatro maestros contratados para la sesión eran primeras figuras: Elgar Howarth, un reputado ejecutante además de un reconocido compositor, y David Mason, el héroe de Penny Lane. Como en otras ocasiones, McCartney tenía una idea aproximada del sonido que buscaba pero no se había preocupado de transcribirlo en una partitura —algo que, por otra parte, no sabía hacer—. Al inicio de la sesión el bajista canturreó los arreglos que había concebido pero fracasó en el intento de trasladar sus ideas a los músicos profesionales, así que envió a los trompetistas a tomar té y se quedó con Martin al piano intentando crear a la carrera una propuesta definitiva. Finalmente, Howarth perdió la paciencia y concibió sobre la marcha un arreglo que fue el que se utilizó (pista 4). Las trompetas fueron registradas con la cinta corriendo a menor velocidad de la habitual para que sonaran más agudas y brillantes en la mezcla. John C. Winn, Richie Unterberger y otros autores aseguran que en esta misma sesión se añadió en la coda un arreglo de glockenspiel, un metalófono con cierto parecido al xilófono que The Beatles había utilizado por primera vez durante la grabación de la todavía inédita Only a northern song. Walter Everett, por su parte, identifica el instrumento añadido como una celesta. Se ignora quién fue su ejecutante pero, dado que acompaña el arreglo de piano, parece razonable atribuirle su interpretación a McCartney. Fue registrado en la pista 3, la que contenía las voces, lo que pudo hacerse gracias a que el añadido instrumental no entraba en conflicto con las mismas. La sesión comenzó a las siete de la tarde y concluyó a las doce y cuarto de la noche, aunque los cuatro trompetistas solo había sido contratados para trabajar hasta las diez.
Todo el trabajo parecía terminado. Al día siguiente se abordaron siete mezclas monoaurales, de las cuales se eligieron provisionalmente la quinta y la séptima. Incluían mucho eco en los coros de Lennon y Harrison y el sonido del piano fue filtrado a través de un altavoz Leslie. Es, probablemente, la mezcla utilizada en la película, para la que se generó una copia en acetato el 28 de septiembre, aunque la introducción de Lennon y los efectos sonoros que se escuchan en el filme se añadieron fuera del estudio, durante el proceso de montaje del mediometraje. Varios meses después, el 6 de noviembre, se acometió una primera mezcla estéreo, pero McCartney debió echar en falta tras su escucha los adornos que se habían incorporado en la película y programó una última sesión para el día siguiente. Así, el 7 de noviembre se añadió una nueva introducción vocal de Paul, que reproducía la rendida por John en el montaje fílmico (es posible que Lennon no estuviera en el estudio aquel día), y se agregaron por fin los efectos sonoros que Geoff Emerick había dejado listos en la primera sesión. Las mezclas abordadas este 7 de noviembre tras los añadidos (dos intentos con la estéreo, tres con la mono) fueron las que finalmente se utilizaron en el doble EP Magical Mystery Tour. Ante la ausencia de canales disponibles, la introducción vocal de Paul se insertó mientras la mezcla estéreo definitiva era copiada de una cinta a otra. Lo mismo hubo que hacer a continuación con la mezcla mono.
Versiones, variaciones y reediciones
Versiones
- La grabación original de estudio, aparecida por primera vez en el Reino Unido en el doble EP Magical Mystery Tour (Parlophone MMT 1/SMMT 1, 8 de diciembre de 1967).
- En 1982, Capitol mezcló y publicó en un single estadounidense un popurrí de canciones de The Beatles titulado The Beatles’ movie medley (Capitol B 5017, 30 de marzo de 1982). Fue concebido como sencillo promocional del álbum recopilatorio Reel music, que recogía canciones selectas aparecidas en los cinco largometrajes del grupo. Parlophone, en principio reacia a publicar el sencillo por respeto a la integridad artística de la obra musical de The Beatles, acabó dando su brazo a torcer cuando comprobó la cantidad de copias importadas que se estaban vendiendo en el Reino Unido y lo editó el 24 de mayo de aquel mismo año (Parlophone R 6055). El medley estaba compuesto íntegramente por canciones de las cinco bandas sonoras de las películas del grupo, todas ellas recogidas en Reel music, y una de las composiciones incluidas en él era Magical Mystery Tour.
Variaciones y reediciones de la versión 1
- La mezcla monoaural original, utilizada también en las ediciones estadounidenses, acometida el 7 de noviembre de 1967.
- Magical Mystery Tour, 2 EPs, Parlophone MMT 1, 8 de diciembre de 1967 (primera edición en EP mono)
- La mezcla estereofónica original, utilizada también en las ediciones estadounidenses, acometida el 7 de noviembre de 1967. Contiene la pista básica y los añadidos de percusión en el canal izquierdo, las trompetas en el derecho y el bajo y todas las voces en el centro. Los sonidos de vehículos en circulación navegan a través del estéreo. La última nota de las trompetas al final del solo instrumental es más larga en la mezcla estéreo: acompaña al “now” de Paul hasta el final en la versión estereofónica, mientras que se corta a la mitad de la palabra en la monoaural.
- Magical Mystery Tour, 2 EPs, Parlophone SMMT 1, 24 de noviembre de 1967 (primera edición en EP estéreo y reedición 1)
- The Beatles/1967-1970, 2 LPs/cassette/cartucho, Apple PCSP 718/TC2-PCSP 718/8X2-PCSP 718, 19 de abril de 1973 (primera edición y reedición 1)
- Magical Mystery Tour, cassette/cartucho, Parlophone TC-PCS 3077/8X-PCS 3077, junio de 1973 (primera edición y reedición 1)
- The Beatles box, 8 LPs/8 cassettes, Parlophone/World Records SM 701-708/C70, 3 de noviembre de 1980 (primera edición y reedición 1)
- Reel music, LP/cassette, Parlophone PCS 7218/TC-PCS 7218, 29 de marzo de 1982
- La remasterización de 1987, estereofónica y basada en la variación 2.
- Magical Mystery Tour, 2 EPs (reedición 2)
- The Beatles/1967-1970, 2 LPs (reediciones 2-5)
- Magical Mystery Tour, cassette (reediciones 2-8)
- Una remasterización monoaural basada en la variación 1, aparecida en 1992.
- Magical Mystery Tour, 2 EPs (reedición 2)
- La edición estándar a partir de 2009, una remasterización digital en estéreo basada en la variación 2.
- The Beatles/1967-1970, 2 LPs (reediciones 6-7)
- Magical Mystery Tour, cassette (reediciones 9-10 y 12-14)
- The Beatles/1962-1966 / The Beatles/1967-1970, 4 CDs, Apple 5099990991127, 18 de octubre de 2010
- La remasterización digital de la mezcla monoaural, hecha también en 2009 y basada en la variación 1.
- Magical Mystery Tour, 2 EPs (reedición 3)
- Magical Mystery Tour, cassette (reedición 11)
- La mezcla digital definitiva para vinilo, en esencia igual que la variación 5 pero tratada con ecualización propia para adaptarse al formato. Aparecida en 2012.
- The Beatles/1967-1970, 2 LPs (reediciones 8-9)
- Magical Mystery Tour, cassette (reediciones 15-16 y 19)
- Una nueva mezcla mono analógica, preparada en 2014 para la reedición de la discografía del grupo en vinilo en versión monoaural.
- Magical Mystery Tour, cassette (reediciones 17-18)
- Una nueva mezcla estéreo, aparecida en 2023.
- The Beatles/1967-1970 (2023 edition), 3 LPs/3 LPs en vinilo azul/2 CDs/álbum digital, Apple/Universal Music Group International 0602455920805/0602455920898/0602455920959/sin referencia, 10 de noviembre de 2023
- The Beatles/1962-1966 / The Beatles/1967-1970 (2023 edition), 6 LPs/6 LPs en vinilo rojo y azul/4 CDs, Apple/Universal Music Group International 0602455921000/0602455920539/0602458503203, 10 de noviembre de 2023
- The Beatles/1967-1970 (Yoto edition), Yoto Card, Apple Corps. Ltd./Calderstone Productions Ltd., sin referencia, 10 de noviembre de 2023
- La mezcla estéreo de 2023 en versión Dolby Atmos.
- The Beatles/1967-1970 (2023 edition), álbum digital en Dolby Atmos, Apple/Universal Music Group International, sin referencia, 10 de noviembre de 2023
Existen dos mezclas estereofónicas de la canción que permanecen inéditas en disco. La primera de ellas es la que se preparó en 1988 para el lanzamiento de la película en vídeo. Se aislaron las pistas contenidas en la toma 8 y se sincronizaron con las voces y las trompetas de la toma 9. A continuación se insertaron los aportes vocales de Lennon y los efectos sonoros utilizados únicamente en la mezcla original del filme. La segunda se cocinó en 2003 para la edición en DVD de Anthology: recupera, aislados, los instrumentos de la toma 3 (piano a la izquierda, batería en el centro, guitarras a la derecha), los de la toma 8 (percusión a la izquierda, bajo en el centro, gritos a la derecha) y los de la toma 9 (voz principal en el centro, trompetas y segundas voces y coros a la derecha), además de los efectos sonoros de tráfico, que navegan de un lado a otro del estéreo.
Éxito en listas
Magical Mystery Tour no era elegible como canción en las listas británicas ni en las estadounidenses, porque no había sido publicada en forma de single, pero la cadena radiofónica pública sueca, Sveriges Radio, elaboraba un ranking en el que solo era necesario alzarse con el voto popular… y la pieza consiguió escalar por su cuenta hasta el número 2 de la lista elaborada por el programa Tio i Topp. En la lista japonesa “All Japan Pop 20”, que consideraba ventas, emisiones radiofónicas y votos populares y que elaboró la cadena radiofónica local 株式会社文化放送 (Kabushiki-gaisha Bunka Hōsō) entre mayo de 1967 y diciembre de 1983, Magical Mystery Tour se alzó con el número 1.
Repercusión social
Magical Mystery Tour no tiene un gran club de fans entre los analistas musicales, aunque algunos críticos han alabado expresamente las voces de McCartney y Lennon y el original uso del estéreo. Con todo, la mayoría de los autores han mostrado un grado notable de coincidencia: el continente de la canción (ritmo, arreglos, ejecución, producción, ambiente general…) es de una altísima calidad; su contenido (melodía, letra, mensaje…) refleja muy poca ambición artística. Richard Goldstein fue tajante:
«Tanto el tema principal del álbum como su muletilla nostálgica, Your mother should know, son adornos disfrazados de canciones. Ambas sugieren un estado de ánimo propio (con frases musicales rutinarias), pero ninguna consigue aterrizarlo. Por el contrario, estos cortes resultan tan tediosos y aburridos como un discurso de sobremesa» (Richard Goldstein, “Are The Beatles waning?”, The New York Times, 1967).
Otros autores apuntaron en la misma dirección: Rex Reed (HiFi/Stereo Review, 1967) dejó escrito que “los trucos no compensan las confusas ideas musicales”; Robert Christgau (Esquire, 1967) calificó la canción como “decepcionante”; y, en una valoración retrospectiva, Chris Ingham la describió como “los huesos desnudos de una canción acompañada de un parpadeo bronco débilmente fatigoso”, mientras que, según Walter Everett, “la trascendente modulación no va acompañada de una letra suficientemente convincente ni de un interés melódico bastante (…) para elevarse hasta la grandeza”. Nicholas Schaffner describió la canción como “poco más que un adorno, pegadizo pero poco desarrollado”. Ian MacDonald dijo de Magical Mystery Tour que “aunque [es] enérgica, el resultado es manufacturado [y] su escasa inventiva no queda disimulada por una producción distorsionada, y trucada con cambios poco convincentes de ritmo y de tempo”. Para este mismo autor, además, la sección más interesante a nivel melódico, que es la que canta McCartney en solitario, “hace poco más que trasponer la secuencia de las estrofas de Lucy in the sky with diamonds”. Y algo de razón tiene…
Apariciones audiovisuales
Televisión
- Magical Mystery Tour (BBC1), 26 de diciembre de 1967. La canción de McCartney opera como música de cabecera en el telefilme de The Beatles. Mientras se escucha Magical Mystery Tour se van entremezclando imágenes en las que nos encontramos con los cuatro músicos, vemos por primera vez a los pasajeros y divisamos el autobús que les llevará de excursión. El montaje de esta secuencia inicial adelanta extractos de algunas de las escenas de la película, pero está esencialmente protagonizado por Ringo y por John, el primero en el papel de un pasajero que adquiere los billetes para participar en la Mágica Excursión Misteriosa y el segundo, ataviado con un falso bigote, representando el rol del vendedor de sueños mágicos en forma de viaje convencional. La intro vocal de la pieza es distinta a la que se escucha en el disco, y la recita Lennon, no McCartney: “Roll up, roll up, roll up for the Magical Mystery Tour!/Step right this way! Hurry, hurry, hurry!”. La pieza también incluye un inserto vocal, de nuevo obra de Lennon: “When a man buys a ticket for a Magical Mystery Tour he knows what to expect. We guarantee him the trip of a lifetime and that’s just what he gets. The incredible Magical Mystery Tour!” (“Cuando un hombre compra un billete para una Mágica Excursión Misteriosa sabe lo que le espera. Le garantizamos el viaje de su vida, y eso es exactamente lo que se lleva. ¡La increíble Mágica Excursión Misteriosa!”). Los sonidos de vehículos circulando proceden de fuentes distintas a las utilizadas en el disco, y se escuchan además aplausos. En la edición definitiva en DVD se utilizó la mezcla estereofónica publicada en disco en 2009, así que ya no escuchamos la introducción entonada por Lennon. La canción reaparece en la película tras la escena final en la que el grupo interpreta Your mother should know. En esta ocasión, The Beatles aparecen disfrazados como cuatro magos (un rol que adoptan ocasionalmente a lo largo de la trama), rodeados de todos los extras que protagonizan la escena anterior. Esta vez solo escuchamos 1’10” de la canción y, sobre ella, a John Lennon despidéndose de la audiencia. El tercer capítulo de la serie televisiva Anthology, estrenada en noviembre de 1995, incluyó un extracto de la canción ilustrado con diferentes secuencias de la película a la que daba título. La misma secuencia aparece en la séptima cinta de la versión en vídeo de la serie.
- The Beatles: Get back – Part 1: Days 1-7 (Disney+), estrenado el 25 de noviembre de 2021. Se utilizó un breve extracto de la canción en la introducción del capítulo, que narra la historia del grupo anterior a enero de 1969.
Cine
En la película documental de 2016 The Beatles: Eight days a week – The touring years se escucha un breve pasaje de la grabación de estudio de Magical Mystery Tour.
La grabación original de The Beatles se escucha también al inicio de la película Indiana Jones and the dial of destiny —Indiana Jones y el dial del destino—, de 2023, dirigida por James Mangold. En la quinta y última entrega de la serie protagonizada por Harrison Ford, un avenjentado Indiana Jones que se acaba de retirar como profesor universitario de arqueología se despierta sobresaltado cuando sus jóvenes vecinos pinchan en el tocadiscos Magical Mystery Tour. Es julio de 1969, el hombre acaba de llegar a la Luna e Indiana Jones ya no es el héroe de antaño. Harrison Ford quería que, en su última película, el icónico personaje enfrentara la realidad del paso del tiempo, y la música de The Beatles sirve para enmarcar el momento vital del otrora héroe de la Segunda Guerra Mundial. Como en anteriores ocasiones, la productora tuvo que bregar para conseguir los derechos… y, como le había sucedido a otras, le tocó aligerarse los bolsillos.
«Y luego está la música de rock ’n’ roll. Bueno… han pagado un millón de dólares por esa música de rock ’n’ roll. Es una música muy icónica que nos llevó de vuelta a aquel período» (Harrison Ford, 2023).
Carreras en solitario
George Harrison, Paul McCartney y Ringo Starr
- En vivo: Jam session privada, Ewhurst (Reino Unido), 19 de mayo de 1979.
George Harrison, Paul McCartney y Ringo Starr y Magical Mystery Tour
Tres de los antiguos miembros de The Beatles interpretaron juntos Magical Mystery Tour en una ocasión especial: la fiesta que siguió a la boda entre Eric Clapton y la antigua esposa de George, Pattie Boyd. Ocupaban el escenario los tres beatles presentes en el evento (George, Paul y Ringo), además de Mick Jagger, Denny Laine, Ginger Baker y el anfitrión, Eric Clapton.
Harrison hizo una referencia subrepticia a Magical Mystery Tour en un tema de su carrera en solitario que evocaba con cariño sus años como beatle, When we was fab, publicada originalmente en el álbum Cloud nine (Dark Horse WX 123, 2 de noviembre de 1987) y más tarde como single (Dark Horse W 8131, 25 de enero de 1988). La letra incluye el verso “when the buzz gonna come and take you away” (“cuando el zumbido venga y te lleve lejos”)… pero es obvio que George jugaba con la homofonía de “buzz” y “bus” (autobús).
Paul McCartney
- En vivo: Gira “The new world tour”; Italia, Alemania, Australia, Nueva Zelanda, Estados Unidos, Canadá, Austria, Reino Unido, Suecia, Noruega, Países Bajos, Francia, Bélgica, España, Japón, México, Brasil, Argentina y Chile, 1993. Algunos conciertos fueron televisados. Interpretada también ocasionalmente en las pruebas de sonido.
- En vivo: Concierto colectivo “Earth Day concert”, Paul McCartney & his Band, Los Ángeles (Estados Unidos), 16 de abril de 1993.
- En disco: Paul is live, 2 LPs/cassette/CD, Parlophone PCSD 147/TCPCSD 147/CDPCSD 147, 15 de noviembre de 1993.
- En vídeo: Paul is live in concert on the new world tour, 21 de marzo de 1994.
- En vivo: Gira “The US tour”; Estados Unidos y Canadá, 2005.
- En DVD: The space within US – A concert film, 14 de noviembre de 2006.
- En televisión: Electric Proms, BBC Two (Reino Unido), 25 de octubre de 2007. Publicado en DVD con el título Paul McCartney in London, diciembre de 2007.
- En vivo: Gira “Good evening Europe tour”; Alemania, Países Bajos, Francia, Irlanda y Reino Unido, 2009.
- En vivo: Gira “Up and coming tour”; Estados Unidos, México, Reino Unido, Canadá, Brasil, Argentina, Perú y Chile, 2010-2011. Interpretada habitualmente en las pruebas de sonido.
- En vivo: Concierto de la gira “Up and coming tour”, Buenos Aires (Argentina), 11 de noviembre de 2010.
- En vivo: Concierto de la gira “Up and coming tour”, São Paulo (Brasil), 22 de noviembre de 2010.
- En vivo: Concierto “Harlem Apollo”, Nueva York (Estados Unidos), 13 de diciembre de 2010.
- En vivo: Concierto “100 Club”, Londres (Reino Unido), 17 de diciembre de 2010.
- En vivo: Concierto “Live at the Apollo”, Londres (Reino Unido), 18 de diciembre de 2010.
- En vivo: Concierto “Live at the Academy”, Liverpool (Reino Unido), 20 de diciembre de 2010.
- En vivo: Concierto de la gira “Up and coming tour”, Rio de Janeiro (Brasil), 23 de mayo de 2011.
- En vivo: Concierto de la gira “Up and coming tour”, Las Vegas (Estados Unidos), 10 de junio de 2011.
- En vivo: Gira “On the run tour”; Estados Unidos, Canadá, Italia, Francia, Suecia, Rusia, Reino Unido, Suiza, Paraguay, Colombia, Brasil y México, 2011-2012. Magical Mystery Tour solo se interpretó ocasionalmente en algunos conciertos de la gira, alternando con Hello, goodbye. En el concierto de Nueva York (Estados Unidos, 15 de julio de 2011) la canción se interpretó en la prueba de sonido.
- En vivo: Concierto colectivo “MusiCares person of the year”, Los Ángeles (Estados Unidos), 10 de febrero de 2012.
- En vivo: Concierto colectivo “The Queen’s diamond jubilee concert”, Londres (Reino Unido), 4 de junio de 2012. El concierto fue radiado y televisado.
- En vivo: Gira “Out there! tour”; Estados Unidos, Chile, Perú, Brasil, y Japón, 2013-2015. Magical Mystery Tour solo se interpretó ocasionalmente en algunos conciertos de la gira, alternando con Eight days a week. Interpretada también ocasionalmente en las pruebas de sonido.
- En vivo: Festival “iHeartRadio music festival”, Las Vegas (Estados Unidos), 21 de septiembre de 2013. El concierto fue televisado. Interpretada también en la prueba de sonido.
- En televisión: Jimmy Kimmel live!, ABC (Estados Unidos), 23 de septiembre de 2013.
- En disco: BBC Electric Proms 2007, álbum digital, Estados Unidos, Charly Records, sin referencia, 3 de diciembre de 2014.
- En DVD/Blu-ray/vídeo digital: A MusiCares tribute to Paul McCartney, 24 de marzo de 2015.
- En vivo: Festival “Roskilde Festival”, Roskilde (Dinamarca), 4 de julio de 2015.
- En vivo: Festival “Lollapalooza”, Chicago (Estados Unidos), 31 de julio de 2015.
- En vivo: Gira “One on one tour”; Estados Unidos, Argentina y Japón, 2016-2017. Interpretada en las pruebas de sonido.
- En vivo: Concierto de la gira “One on one tour”, Tokio (Japón), 25 de abril de 2017.
- En vivo: Concierto “Paul McCartney at The Cavern”, Liverpool (Reino Unido), 26 de julio de 2018.
- En vivo: Concierto de la gira “Freshen up”, Tokio (Japón), 1 de noviembre de 2018. Interpretada en la prueba de sonido.
- En vivo: Concierto de la gira “Got back”, Brasilia (Brasil), 30 de noviembre de 2023. Interpretada en la prueba de sonido.
- En vivo: Concierto de la gira “Got back”, Belo Horizonte (Brasil), 4 de diciembre de 2023. Interpretada en la prueba de sonido.
- En vivo: Concierto de la gira “Got back”, São Paulo (Brasil), 9 de diciembre de 2023. Interpretada en la prueba de sonido.
Paul McCartney y Magical Mystery Tour
Aunque The Beatles nunca interpretaron esta pieza en directo y nadie esperaba verla renacer, McCartney la recuperó en “The new world tour”, celebrado a lo largo de 1993. En su interpretación en directo Paul incluía los efectos estereofónicos del autobús, mientras su teclista Paul “Wix” Wickens recreaba los sonidos de las trompetas con el sintetizador. La versión en directo de la pieza apareció en el doble LP Paul is live y en la cinta de vídeo Paul is live in concert on the new world tour. Parte del concierto ofrecido por McCartney el 12 de noviembre de 1993 en Tokio, incluyendo la interpretación de Magical Mystery Tour, fue emitido por la cadena televisiva japonesa Fuji el 24 de diciembre de aquel año.
En la gira “The US tour”, de 2005, Magical Mystery Tour era la pieza con la que se abrían los conciertos, y es concecuentemente el número introductorio del DVD The space within US – A concert film. Lo mismo ocurrió en “Good evening Europe tour”, de 2009, y, en 2010 y en 2011, en algunos conciertos selectos de la gira “Up and coming tour”, en la que Paul solía reservar la canción para las pruebas de sonido. En “On the run tour”, que empezó en 2011 y terminó en 2012, el número introductorio era, alternativamente, Magical Mystery Tour o Hello, goodbye. En “Out there! tour”, entre 2013 y 2015, la alternativa a Magical Mystery Tour era Eight days a week. La canción también ha sido interpretada en otros conciertos y apariciones fuera de gira.
«A veces escribes una canción con la idea de que sea un buen inicio para un concierto porque te preguntas: “¿Con qué voy a abrir?”. Magical Mystery Tour es una buena opción porque invita a la gente al espectáculo: “Roll up, roll up for the Mystery Tour”. Estamos invitando a la gente a entrar. (…)
»Cuando compones algo como Magical Mystery Tour —“roll up, roll up”— eres un pregonero de Carnaval preparando el comienzo del espectáculo» (Paul McCartney, 2021).
Paul interpretó esta canción para el especial televisivo de la CBS estadounidense The night that changed America: A Grammy salute to The Beatles, emitido el 9 de febrero de 2014, pero la pieza no se emitió en antena.
Versiones relevantes
Entre las contadas versiones que se han publicado de Magical Mystery Tour cabe destacar la de la formación estadounidense Ambrosia, utilizada originalmente en la película de 1977 All this and World War II y publicada en el doble álbum de su banda sonora (Riva RVLP 2, 5 de noviembre de 1976). Fue lanzada en forma de single en enero de 1977 (20th Century TC-2327). El remake escaló el siguiente 2 de abril hasta el puesto 39 de las listas estadounidenses.
Los también estadounidenses Cheap Trick publicaron una versión de Magical Mystery Tour como primer corte de su CD recopilatorio The greatest hits (Epic EK 48681, 1 de octubre de 1991). Era la única pieza del álbum que no había sido publicada previamente.
Your mother should know (Lennon-McCartney) 2’28”
- Versión 1 de 2 de Your mother should know
- Variación 1 de 8: primera edición del disco en EP mono
- Variación 2 de 8: primera edición del disco en EP estéreo y reedición 1
- Variación 3 de 8: reedición 2
- Variación 4 de 8: reedición 2
- Variación 6 de 8: reedición 3
- Publicación internacional original:
- Magical Mystery Tour, LP (EE.UU.), Capitol MAL-2835/SMAL-2835, 27 de noviembre de 1967
Grabación: 22 y 23 de agosto de 1967 (Chappell Recording Studios, 52 Maddox Street, Mayfair, Westminster, Londres W1S 1AY) y [16 y] 29 de septiembre de 1967 (EMI Studios)
Productor: George Martin
Ingenieros de sonido: John Timperley y Ken Scott
GEORGE HARRISON: Guitarra rítmica y coros
JOHN LENNON: Órgano Hammond y coros
PAUL McCARTNEY: Bajo, piano, pandereta, voz principal y coros
RINGO STARR: Batería
YOUR MOTHER SHOULD KNOW (Lennon/McCartney)
Oh, oo oo oo oo oo oo oo oo.
Let’s all get up and dance to a song
that was a hit before your mother was born
_(oh).
Though she was born a long long time ago,
your mother should know –
(your mother should)
_your mother should know
(know).
Sing it again:
Let’s all get up and dance to a song
that was a hit before your mother was born.
Though she was born a long long time ago,
your mother should know –
(your mother should)
_your mother should know
(know).
Lift up your hearts and sing me a song
that was a hit before your mother was born.
Though she was born a long long time ago,
your mother should know –
(your mother should)
_your mother should know
(know).
Your mother should know –
(your mother should)
_your mother should know
(know).
Sing it again:
Da da da da da da da da da
da da da da da da da da da da da.
Though she was born a long long time ago,
your mother should know –
(your mother should)
_your mother should know.
(Yeah)
_(oo).
Your mother should know –
(your mother should)
_your mother should know.
(Yeah)
_(oo).
Your mother should know –
(your mother should)
_your mother should know.
(Yeah).
VUESTRA MADRE DEBERÍA CONOCERLA (Lennon/McCartney)
Oh.
Levantémonos todos y bailemos una canción
que fue un éxito antes de que vuestra madre naciera.
Oh.
Aunque nació hace mucho, mucho tiempo,
vuestra madre debería conocerla…
vuestra madre debería,
vuestra madre debería conocerla,
conocerla.
Cantadlo de nuevo:
levantémonos todos y bailemos una canción
que fue un éxito antes de que vuestra madre naciera.
Aunque nació hace mucho, mucho tiempo,
vuestra madre debería conocerla…
vuestra madre debería,
vuestra madre debería conocerla,
conocerla.
Alzad vuestros corazones y cantadme una canción
que fue un éxito antes de que vuestra madre naciera.
Aunque nació hace mucho, mucho tiempo,
vuestra madre debería conocerla…
vuestra madre debería,
vuestra madre debería conocerla,
conocerla.
Vuestra madre debería conocerla…
vuestra madre debería,
vuestra madre debería conocerla,
conocerla.
Cantadlo de nuevo:
da da da da da da da da da
da da da da da da da da da da da.
Aunque nació hace mucho, mucho tiempo,
vuestra madre debería conocerla…
vuestra madre debería,
vuestra madre debería conocerla.
Sí.
Oh.
Vuestra madre debería conocerla…
vuestra madre debería,
vuestra madre debería conocerla.
Sí.
Oh.
Vuestra madre debería conocerla…
vuestra madre debería,
vuestra madre debería conocerla.
Sí.
La aparición de Your mother should know sirvió para confirmar que When I’m sixty-four no había sido un experimento aislado: a Paul le volvía loco la música de la época de sus padres y, tras haber derribado todas las convenciones con Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band, no estaba dispuesto a renunciar a componer y grabar temas añejos. En esta ocasión la letra también reivindica la sabiduría innata de las generaciones anteriores. Un nuevo número de music hall, pasado por el tamiz de The Beatles.
Composición
La segunda canción del doble EP Magical Mystery Tour —quinta en el álbum y última en el filme del mismo nombre—, era de nuevo una composición de McCartney. También era la segunda pieza inspirada en el music hall de los años ’30 que Paul aportaba al repertorio de The Beatles, una especie de hermana menor prematura de When I’m sixty-four. Parte de la crítica considera que Your mother should know es inferior a la pieza incluida en Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band (“When I’m sixty-four en bragas”, la calificó Tim Riley), pero la pieza cuenta también con su club de valedores. Paul le estaba cogiendo gusto a ignorar las fronteras que delimitaban el campo de acción de una banda de rock. En el doble álbum The Beatles, de 1968, volverían los ritmos de inspiración añosa: Martha my dear y Honey Pie son otros dos homenajes de McCartney al antiguo music hall.
Como en el caso de When I’m sixty-four, pero esta vez de forma aún más explícita, no es solo la música la que evoca las glorias del pasado. La letra de Your mother should know, de hecho, parece girar, en una primera observación superficial, en torno a las composiciones musicales de otra época, casando de forma inteligente texto y melodía… aunque esconde además un mensaje de cierto calado, como diremos enseguida.
En esta ocasión el título existió antes que la canción y operó como fuente de inspiración para la creación de la pieza. La frase “your mother should know” aparece en una obra de teatro de 1958 de la inglesa con orígenes irlandeses Shelagh Delaney, un drama que gozó de una adaptación cinematográfica en 1961 y por el que McCartney sentía particular inclinación: A taste of honey. Como sabemos, el tema musical principal del filme había sido versionado por The Beatles en 1963.
La frase en cuestión la pronuncia Geoffrey, el amigo y compañero de piso gay de la protagonista del filme, Jo, cuando ella le confiesa que se ha quedado embarazada tras una aventura de una noche con Jimmy, un marinero negro. En el contexto de la película y de la conversación entre Geoffrey y Jo, la traducción más apropiada de la expresión “your mother should know” es “tu madre debería saberlo”, pero tomada de forma aislada tiene un significado ambiguo con el que McCartney juega en la composición. Así, en el contexto de la canción y puesta en relación con los versos anteriores, la construcción “your mother should know” parece hacer referencia a la alta probabilidad de que la madre de sus interlocutores conozca la vieja tonada que el cantante les está animando a bailar (aunque a la locución no le habría venido mal el añadido de un objeto directo, un “it” que la redondeara gramaticalmente), pero a la vez sugiere el aforismo anglosajón “mother knows best”. Esta expresión del habla popular, que ha dado título a novelas, películas y canciones, puede referirse al instinto que hace adivinar a las madres cuáles son las necesidades de su prole, pero también se usa como expresión de reafirmación de la sabiduría materna frente a los errores o a la ignorancia de sus hijos: “una madre sabe qué es lo mejor” podría ser una traducción aproximada. Y McCartney no solo era consciente de la posible interpretación alternativa que podía recibir la expresión, sino que pretendía explícitamente que la frase funcionara en ambas direcciones:
«Siempre he odiado las brechas generacionales. Siempre me da pena que un padre o un hijo no se entiendan el uno con el otro. Que una madre no sea comprendida por su hijo resulta especialmente triste, porque la madre ha sufrido para tener ese hijo, y por eso existe ese increíble vínculo de amor maternal, como un vínculo animal entre ellos, pero, como estropeamos las cosas tan fácilmente, tienen una discusión y se odian para el resto de sus vidas. Así que yo estaba abogando por la paz entre generaciones. En Your mother should know, básicamente estaba tratando de decir que tu madre puede saber más de lo que crees que sabe. Fíate de ella» (Paul McCartney, 1997).
«La conocida frase fantasma de la canción es “mother knows best”, y muchos de nuestros fans debían haber empezado a pensar que sus padres no eran más que un puñado de vejestorios que no tenían ni idea de nada. De hecho, algunos de esos padres podrían haber albergado la fuerte sensación de que The Beatles eran peligrosos. Eso no nos preocupaba mucho, porque sabíamos que no lo éramos y la mayor parte de nuestro trabajo es muy optimista y bienintencionado» (Paul McCartney, 2021).
McCartney escribió la canción en apenas un par de horas ante el armonio que tenía instalado en el comedor de su casa londinense, durante una visita de su tía Gin y el marido de esta, Harry. Paul basó tanto la melodía como la letra de su nueva creación en la conversación que había mantenido con sus familiares aquel día, y en la querencia que su propio padre, hermano de Gin, sentía por el music hall. Gin, que era particularmente cercana a Paul (recordemos que inspiró el título provisional de I’ve just seen a face y que aparecería expresamente mencionada en el futuro en Let ’em in), estaba en Londres visitando a su sobrino porque la familia andaba preocupada por su creciente consumo de sustancias tóxicas.
«Concebí Your mother should know como un “número de producción”. Pensé: “Bueno, vale, al menos cantaremos una o dos canciones de verdad”. La escribí en Cavendish Avenue con el armonio que tengo en el comedor. Mi tía Gin y mi tío Harry y un par de parientes estaban en el salón, al otro lado del pasillo, así que me fui al comedor y pasé unas horas con la puerta abierta mientras ellos escuchaban. Y supongo que, debido al ambiente familiar, apareció Your mother should know. Es una canción muy de music hall, probablemente influida por el hecho de que mi tía Gin estaba en casa» (Paul McCartney, 1997).
«Una de las razones por las que la tía Gin vino a visitarme a Londres cuando yo tenía veinticuatro o veinticinco años fue para hablarme del pecado que suponía fumar hierba. Su apodo era “Control”, y había sido enviada por la familia como emisaria. Supongo que se había corrido la voz de que “nuestro Paul” se estaba volviendo un poco loco en Londres, así que alguien tenía que ir a ver cómo estaba. En fin, vino a visitarme a Cavendish Avenue, donde yo vivía desde hacía algún tiempo. Cuando tu tía viene de visita, haces algunas de las cosas que hacías en el pasado, cuando eras más joven. Así que pasaba el tiempo sentado charlando, tocando el piano, tomando una copa, jugando a las cartas y hablando, como en los viejos tiempos. Era una atmósfera muy cálida, y la canción Your mother should know surgió de esa sensación de familia» (Paul McCartney, 2021).
La conversación con dos adultos mayores de la propia familia de Paul orientó la composición de McCartney hacia un enfoque positivo en torno a las relaciones intergeneracionales. Era comprensible: el bajista adoraba a su clan y provenía de Liverpool, una ciudad en la que jóvenes, adultos y ancianos comparten ocio en los pubs con total cordialidad. Paul había compuesto muy recientemente otra canción que también desarrollaba el tema de la interacción entre jóvenes y adultos, She’s leaving home, pero en esta ocasión, en vez de evidenciar el conflicto entre las cosmovisiones de unos y otros, abogaba sin dudarlo por el respeto hacia los mayores. Muy pocos meses después volvería a homenajear a las madres en Lady Madonna, cara A del siguiente single de The Beatles.
La estructura melódica de la canción es tremendamente sencilla: dos ciclos de estrofa y estribillo, un puente instrumental, un nuevo ciclo de estrofa y, esta vez, dos estribillos para añadir algo de variedad, otro puente instrumental y, de nuevo, estrofa… y tres estribillos para cerrar la canción. La letra no cambia en ninguno de los ciclos, excepto por un verso que sirve de ligazón entre secuencias y que se escucha dos veces (“sing it again”) y en la primera línea de la estrofa, ligeramente distinta en la tercera ocasión y puramente tarareada en la cuarta. Este último arreglo pretendía hacer más evidente aún el aire de music hall de la pieza, reproduciendo un recurso típico de los números de este género. Estructura básica, letra repetitiva, aire camp, estilo añejo… y, con todo, Your mother should know destila un encanto innegable. Como otros temas similares de McCartney, puede tener algo de parodia, pero respeta el género que emula y, de alguna manera, aunque sea con cierta ironía, lo homenajea. La crítica, con todo, se mostró dividida: la pieza tiene adeptos, pero también furibundos detractores.
«Your mother should know (…) [es] una idea muy simple, en realidad, que podría haberse traducido fácilmente en el tipo de canción de ragtime que era popular en la época de mis padres. Nadie lo pensaba en su momento, pero éramos grandes admiradores de la música de la generación de nuestros padres. Reconocíamos el impacto de las melodías memorables y la estructura de muchas de las canciones. Había algo en la estructura de esas canciones —estrofa, estribillo, estrofa, estribillo, puente, estrofa, estribillo— que hacía que perduraran en el tiempo. (…)
»Sé que corro el riesgo de sonar como las personas que describieron a The Beatles como basura y que declararon que nuestra música nunca perduraría. Recuerdo haber oído a mi padre decir que su padre se había quejado de que su música, que era jazz de Chicago —Jelly Roll Morton y Louis Armstrong— era música enlatada.
»Pero todo vuelve a lo que era popular en ese momento, y supongo que la palabra “hit” resuena. Después de todo, nos dedicábamos a escribir hits para The Beatles. En realidad, actualmente sigo la misma senda. No le veo ningún problema a intentar escribir éxitos. La palabra “éxito” puede contemplarse de dos maneras: como burdo comercialismo o como un intento de llegar a la gente. Sabíamos que lo que convertía una canción en “un éxito antes de que vuestra madre naciera” era exactamente lo que la convertiría en un “éxito” ahora y en el futuro. Digo “exactamente”, pero en realidad es una cualidad intangible que nos une a todos. Es lo que nos convierte en una comunidad mundial de oyentes» (Paul McCartney, 2021).
El nuevo vodevil
El historiador musical Joe Harrington encuadra Your mother should know dentro de un subgénero que denomina “vaudeville rock”, y cita otros ejemplos contemporáneos de composiciones similares: la muy exitosa Winchester Cathedral, de los británicos The New Vaudeville Band; The eggplant that ate Chicago, de la banda estadounidense de rock psicodélico Dr. West’s Medicine Show and Junk Band; Mellow Yellow, del amigo de The Beatles Donovan; Hello, hello, de los sanfranciscanos The Sopwith “Camel”; That Acapulco gold, de la banda de pop psicodélico de Denver The Rainy Daze; y D.W. Washburn, de la respuesta estadounidense a The Beatles, The Monkees. Por supuesto, podría citarse también buena parte buena parte de la obra contemporánea de The Kinks, una banda que había comenzado su carrera con aires guitarreros similares a los del garage rock estadounidense pero que dio un volantazo hacia una muy británica versión del vodevil a partir de la publicación de A well respected man el 17 de septiembre de 1965.
Arreglos instrumentales y vocales
La interpretación comienza abruptamente, con la aparición sorpresiva de los coros, uno de los elementos clave de la grabación, bellamente interpretados por Paul, John y George. En la instrumentación es protagonista el piano, interpretado por McCartney, con el que engalana dos pasajes instrumentales con cierto apoyo del órgano Hammond de Lennon. Pero el elemento más importante es, sin ninguna duda, la soberbia ejecución vocal de Paul. Instrumentalmente, Your mother should know es una pieza muy espartana: la guitarra rítmica de Harrison apenas se escucha (y varios autores ni siquiera la listan) y, además del piano ya mencionado, descuella la muy destacable batería de Starr, junto a un órgano Hammond añadido por Lennon y un sólido bajo y una pandereta ejecutados por McCartney.
En la tercera estrofa se escucha un añadido de platillos que tuvo que ser registrado a posteriori y que cabe suponer que fue obra del propio Ringo, pero no está documentado cuándo se sumó este arreglo en la grabación.
Grabación
La grabación de Your mother should know comenzó en pleno mes de agosto, el día 22, tras casi dos meses de inactividad de la banda en el estudio de grabación. El hecho de que Your mother should know fuera la primera composición de McCartney que The Beatles registraron cuando retomaron el trabajo en el estudio llevó a Mark Lewisohn a conjeturar que debía tratarse de la canción que Paul había ofrecido como alternativa a All you need is love para la aparición de la banda en el programa televisivo Our world. Allen J. Wiener apuesta por Hello, goodbye.
Dado que los estudios de Abbey Road no estaban disponibles, The Beatles se trasladaron por consejo de George Martin a los Chappell Recording Studios, ubicados en el centro de Londres. Era la primera vez que el grupo al completo grababa en ellos, aunque tanto el productor como McCartney ya los habían utilizado. Paul había acudido a las instalaciones por primera vez el 20 de julio anterior, en calidad de compositor del tema que registró en aquella jornada de trabajo la formación Chris Barber’s Band, una antigua pieza instrumental titulada en sus orígenes Catswalk. Quizá no sea casual que Catswalk y Your mother sould know compartan aires de foxtrot.
El music hall, el jazz, el skiffle, el blues y el rock ’n’ roll
El single de Chris Barber’s Band, presidido por la composición de McCartney, se publicó el 20 de octubre de 1967 (Marmalade 598005). La pieza apareció con un nuevo título, Cat call, y con un único firmante, McCartney. Paul colaboró en la grabación al piano y a las voces. Fue la única composición inédita firmada por algún miembro de The Beatles que apareció en el mercado en 1967.
Chris Barber era un músico británico de jazz que había sido clave en el lanzamiento de las carreras de Lonnie Donegan y Alexis Korner y en el desembarco de artistas estadounidenses de blues en el Reino Unido, cuya música sirvió de inspiración para varios jóvenes musicos locales: John Mayall, Peter Green, Eric Clapton y los futuros miembros de The Rolling Stones. Sin Barber, la escena musical de la Gran Bretaña de los años ’60 habría sido distinta y, sin duda, mucho más pobre. A principios de los años ’70 se unió a su banda el gran guitarrista Rory Gallagher. Barber se retiró en 2019, tras una carrera de casi setenta años, y falleció el 2 de marzo de 2021. Estaba a punto de celebrar su 91.º cumpleaños.
El ingeniero de grabación en estas dos sesiones fue el empleado de Chappell John Timperley. No se conservan registros de los horarios de las sesiones.
«Abbey Road estaba ocupado esas dos noches, pero George Martin había estado utilizando nuestro estudio para algunos de sus otros artistas y yo había trabajado con él en Olympic y en IBC en los días previos a The Beatles, cuando Abbey Road estaba ocupado» (John Timperley).
De las ocho tomas realizadas aquel día, que solo incluían el piano de Paul y la batería de Ringo, con dos pistas de la voz principal de McCartney añadidas a continuación, se eligió la octava para las sobregrabaciones del día siguiente. Fueron acometidas en el mismo estudio. Al final de la toma, McCartney tocaba un arreglo ascendente de piano de cuatro notas que fue eliminado más tarde. Brian Epstein, que habitualmente no acudía a las sesiones de grabación del grupo, sí estuvo presente en la del 23 de agosto, la última celebrada antes de su muerte. Falleció cuatro días después.
«Llegó para escuchar los playbacks, con muy mal aspecto y de mal humor. Se quedó en el fondo de la sala escuchando, sin decir gran cosa» (John Timperley).
Tras una reducción de pistas (voces en una, piano y batería en otra, en la etiquetada como “toma 9”), Paul, John y George añadieron los coros y este último introdujo también un muy sutil arreglo de guitarra rítmica que refuerza los estribillos.
Varios días después, el 16 de septiembre, Paul comandó la grabación de once tomas de una nueva versión de la canción, completamente diferente, al parecer insatisfecho con los resultados obtenidos en las dos primeras sesiones dedicadas a la pieza. Fueron numeradas de la 20 a la 30. De nuevo había piano, pero esta vez lo tocaba Lennon y su sonido estaba filtrado por un altavoz Leslie. McCartney interpretaba la melodía principal en un armonio, el instrumento en el que había compuesto la canción, mientras Harrison percutía un bongó y Starr marcaba el ritmo en la batería al estilo de una marcha militar. Paul cantaba, pero únicamente para guiar la interpretación. La sesión empezó a las siete de la tarde y acabó a las cuatro menos cuarto de la madrugada. Se seleccionó originalmente la toma 27, y más tarde la 30, pero, como veremos enseguida, fue para nada.
La canción quedó aparcada hasta el 29 de septiembre. Aquel día, justo después de que se hubiera rematado la mezcla de I am the walrus, Paul decidió ignorar el trabajo hecho el día 16 anterior y, recuperando la pista básica original y tras tres mezclas de reducción de las que se eligió la tercera (numeradas como 50, 51 y 52, voces en una pista e instrumentos en otra), el autor de la composición sobregrabó su bajo. Lennon añadió a continuación una pista de órgano Hammond que reforzaba el arreglo del piano en los puentes mientras McCartney agitaba discretamente una pandereta en pasajes selectos, y la canción quedó definitivamente terminada. Antes de dar la larga sesión por concluida (comenzó a las siete de la tarde y se alargó hasta las cinco de la mañana) se acometió una mezcla mono provisional que, quizá de forma experimental, se enfrentó con la cinta corriendo a 60½ kilohercios, ralentizando notablemente la velocidad de reproducción de la canción. Al día siguiente se abordaron cinco nuevas mezclas monoaurales con la intención de rematar el trabajo, y la experimentación continuó: una de aquellas intentonas, subtitulada “gimmick” (“truco”, “artilugio”), jugaba con variaciones en la velocidad de reproducción. Por fin, el 2 de octubre, y tras cinco nuevos ensayos numerados como 21 a 25, se dio con el sonido deseado. Se eligió la última de las mezclas, que incluía ADT aplicado sobre el sonido de la batería en la última estrofa, un ardid hacia el que muchos oyentes han mostrado cierto rechazo. El 6 de noviembre se remató el trabajo con la creativa mezcla estéreo, que solo necesitó de dos intentos y que no incluía el efecto de ADT añadido.
La versión grabada el día 16 de septiembre ha sobrevivido, y la toma considerada como mejor de aquellas, la 27, aparece en el triple LP Anthology 2.
Versiones, variciones y reediciones
Versiones
- La grabación original de estudio, aparecida por primera vez en el Reino Unido en el doble EP Magical Mystery Tour (Parlophone MMT 1/SMMT 1, 8 de diciembre de 1967).
- La octava de las once tomas de la recreación grabada el 16 de septiembre de 1967, numerada como toma 27. Apareció en Anthology 2 (Apple PCSP 728/TCPCSP 728/CDPCSP 728, 18 de marzo de 1996).
Variaciones y reediciones de la versión 1
- La mezcla monoaural original, utilizada también en las ediciones estadounidenses, acometida el 2 de octubre de 1967. En esta mezcla, pero no en la estéreo, la batería está tratada con efectos de ADT en la última de las estrofas. En ambas, mono y estéreo, se utilizó además el artificio para destacar el efecto de los coros que abren la canción.
- Magical Mystery Tour, 2 EPs, Parlophone MMT 1, 8 de diciembre de 1967 (primera edición en EP mono)
- La mezcla estereofónica original, utilizada también en las ediciones estadounidenses, acometida el 6 de noviembre de 1967. La pista básica y el bajo se escuchan en el centro, el órgano Hammond y la pandereta a la derecha y las voces navegan por el estéreo: en la primera y en la segunda estrofa estrofa suenan por el canal izquierdo y, tras el primer corte instrumental, reaparecen en el derecho para, después del segundo solo instrumental, surgir de nuevo en el izquierdo durante el primer verso y doblarse luego hasta el final en ambos canales, gracias al ADT.
- Magical Mystery Tour, 2 EPs, Parlophone SMMT 1, 24 de noviembre de 1967 (primera edición en EP estéreo y reedición 1)
- Magical Mystery Tour, cassette/cartucho, Parlophone TC-PCS 3077/8X-PCS 3077, junio de 1973 (primera edición y reedición 1)
- The Beatles box, 8 LPs/8 cassettes, Parlophone/World Records SM 701-708/C70, 3 de noviembre de 1980 (primera edición y reedición 1)
- La remasterización de 1987, estereofónica y basada en la variación 2.
- Magical Mystery Tour, 2 EPs (reedición 2)
- Magical Mystery Tour, cassette (reediciones 2-8)
- Una remasterización monoaural basada en la variación 1, aparecida en 1992.
- Magical Mystery Tour, 2 EPs (reedición 2)
- La edición estándar a partir de 2009, una remasterización digital en estéreo basada en la variación 2.
- Magical Mystery Tour, cassette (reediciones 9-10 y 12-14)
- The Beatles for kids – Morning, afternoon & night, EP digital, UMG Recordings, sin referencia, 13 de noviembre de 2020
- La remasterización digital de la mezcla monoaural, hecha también en 2009 y basada en la variación 1.
- Magical Mystery Tour, 2 EPs (reedición 3)
- Magical Mystery Tour, cassette (reedición 11)
- La mezcla digital definitiva para vinilo, en esencia igual que la variación 5 pero tratada con ecualización propia para adaptarse al formato. Aparecida en 2012.
- Magical Mystery Tour, cassette (reediciones 15-16 y 19)
- Una nueva mezcla mono analógica, preparada en 2014 para la reedición de la discografía del grupo en vinilo en versión monoaural.
- Magical Mystery Tour, cassette (reediciones 17-18)
En la mezcla estéreo utilizada en 1988 en la reedición de Magical Mystery Tour en vídeo, inédita en disco, las voces no navegan a través del estéreo: se escuchan en el centro excepto en el pasaje final, en el que vuelven a aparecer en ambos canales gracias al uso del ADT. Todavía hay una segunda mezcla estéreo no publicada en disco, la que se utilizó en 2003 para la versión en DVD de la serie televisiva Anthology: el piano, recuperado de forma aislada de la toma 8, se escucha a la izquierda, y los coros están repartidos a izquierda y derecha.
Emisiones radiofónicas
- Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band: A history of the Beatle years 1962-1970, séptimo programa (Westwood One, Estados Unidos), noviembre de 1984. El programa emitió una mezcla temprana de Your mother should know, que contiene únicamente los elementos grabados en la primera sesión: piano, batería y las dos pistas vocales de McCartney. El inicio y el final de la grabación se escucharon oscurecidos por la narración del locutor.
Apariciones audiovisuales
Televisión
- Magical Mystery Tour (BBC1), 26 de diciembre de 1967. En el telefilme, Your mother should know preside la apoteósica escena final. Como si de una sátira de los números musicales de las películas de Hollywood de los años ’30 se tratara, los cuatro beatles descienden por un largo tramo de escaleras vestidos de chaqué blanco, bailando y entonando la canción hasta llegar a los pies de los escalones, donde se unen a varias parejas que bailan y a veinticuatro cadetes de las fuerzas aéreas vestidas con sus uniformes militares. Casi doscientas personas participaron en el rodaje de esta última escena, de las cuales ciento sesenta eran profesionales, hombres y mujeres, de la compañía de Peggy Spencer, participantes habituales en el concurso de baile de la BBC Come dancing. Paul McCartney bautizó la secuencia como “el final Busby Berkeley”, en referencia al famoso coreógrafo de Hollywood. En la séptima cinta de vídeo de la colección Anthology aparece un montaje diferente y truncado de esta secuencia. La escena se rodó el 24 de septiembre de 1967 dentro de uno de los hangares de la estación aérea de West Malling.
«El gran atrezzo fue esa gran escalera que bajamos bailando, ahí fue donde se fue todo el dinero: en esa toma en particular en aquella gran escalera. Dije: “Maldita sea, tenemos que tener un final tipo Busby Berkeley”, y es una buena secuencia, aunque solo fuera por tener a John bailando, lo que hizo de buena gana. Puedes ver por la expresión divertida en su cara que nadie le forzó a nada» (Paul McCartney).
«La Gran Bretaña en la que crecieron The Beatles ha ido desapareciendo. Pero creo que fuimos testigos de su renacimiento en la inauguración de los Juegos Olímpicos, que me pareció una especie de gran versión escenificada de Magical Mystery Tour. Estaba lleno de asuntos ingleses: enfermeras, policías, molinos, lo que sea. La película es una presentación ligeramente satírica de la cultura en la que crecieron. La celebran, pero se cachondean de ella. Todo aquello de Come dancing, las chicas con uniforme y bajar una escalera con trajes blancos es un poco ridículo, pero también se regocijan en su peculiaridad» (Anthony Wall, editor de la BBC, 2012).
No pares de bailar
McCartney recreó la escena de baile de Your mother should know con otro número de music hall compuesto por él mismo, Gotta sing, gotta dance, estrenado en el especial televisivo de 1973 James Paul McCartney. Paul, vestido con un chaqué rosa en esta ocasión, se contonea junto a un cuerpo de bailarinas ataviadas a la vez como hombres y mujeres, con chaqué negro a un lado del cuerpo y un body de lentejuelas en el otro. El programa, estrenado en la ITV estadounidense el 16 de abril de aquel año y proyectado en la ATV británica el 10 de mayo, no fue particularmente bien recibido, y esta escena recibió las críticas más despiadadas. La canción nunca ha sido publicada en disco.
La morsa era Paul (capítulo XI)
Esta escena de la película contenía una nueva prueba de la supuesta muerte de Paul McCartney: mientras el resto de los miembros del grupo adornaba su chaqué blanco con un clavel rojo, Paul lucía uno negro. McCartney lo ha justificado una y otra vez:
«Le gente creyó ver algún significado en el hecho de que yo llevara un clavel negro. La verdad del asunto es que solo habían traído tres rojos. Había habido un error, como suele ocurrir con los equipos de rodaje, y habían traído tres rojos y unos cuantos negros, y por alguna razón, dije: “Bueno, os los quedáis vosotros”. No pretendía hacer un comentario especial ni nada por el estilo, pero después pasó a formar parte del legado de “Paul ha muerto”» (Paul McCartney, 1997).
Curiosamente, a nadie le llamó la atención que todos los miembros del grupo, además de Mal Evans, aparecieran en el filme vestidos con trajes rojos de magos; todos menos Lennon, que en alguna escena lucía un disfraz negro.
Vídeo-clip
En la reedición de Magical Mystery Tour en DVD y Blu-ray, del 8 de octubre de 2012, se incluyó como extra un nuevo montaje de Your mother should know en forma de vídeo-clip.
Carreras en solitario
Paul McCartney
- En vivo: Gira “Out there! tour”; Brasil, Estados Unidos, Polonia, Italia, Austria y Canadá, 2013. Your mother should know solo se interpretó a lo largo de 2013, en una gira que se prolongó hasta 2015. En los conciertos de Belo Horizonte (Brasil, 3 de mayo de 2013) y Fukuoka (Japón, 15 de noviembre de 2013) la canción se interpretó en la prueba de sonido.
Paul McCartney y Your mother should know
McCartney solo ha interpretado en vivo este tema de 1967 en los primeros conciertos de la larga gira “Out there! tour”, aunque lo retiró pronto del setlist. Paul tocaba la canción con su “piano mágico”.
Cara B
I am the walrus (“No you’re not!” said Little Nicola) (Lennon-McCartney) 4’36”
- Versión 1 de 3 de I am the walrus
- Variación 1 de 15: primera edición del disco en EP mono
- Variación 5 de 15: primera edición del disco en EP estéreo y reedición 1
- Variación 7 de 15: reedición 2
- Variación 8 de 15: reedición 2
- Variación 11 de 15: reedición 3
- Publicación original (con el título I am the walrus):
- Hello, goodbye, single, Parlophone R 5655, 24 de noviembre de 1967
[Continúa en la parte 2 de Magical Mystery Tour (2 EPs)]