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The Beatles: The ballad of John and Yoko (single)

[Este artículo forma parte de la obra The Beatles: It’s all too much – Una enciclopedia por entregas: disco a disco, tema a tema. Puedes acceder a la introducción, que contiene además el índice completo, pinchando aquí.]

Single. Apple R 5786 (estéreo)
30 de mayo de 1969

Un single de The Beatles francamente peculiar en varios sentidos, incluyendo a) que fue publicado apenas mes y medio después de la aparición del anterior sencillo de la banda y mientras este ocupaba todavía el número 1 en las listas; b) que la canción de su cara A era una crónica de los acontecimientos más recientes en la vida de John… y Yoko, pero apareció como un tema de la banda de Liverpool; c) que la susodicha banda estaba compuesta por solo dos de los músicos en la vuelta principal del disco y apenas por tres en la cara B, lo que significa en este caso que Starr no participó en la grabación de ninguna de las dos canciones; y d) que supuso el último número 1 del grupo en su país de origen antes de su disolución aunque, en contraste, sufrió un severo correctivo en las listas estadounidenses. Hubo un motivo de peso: Lennon recuperó el protagonismo perdido dos años atrás en los singles, confirmándole al mundo que era el beatle más polémico de todos. Sí, Cristo volvía a entrar en escena de la mano de John.


Cara A:
THE BALLAD OF JOHN AND YOKO (Lennon-McCartney)

Cara B:
OLD BROWN SHOE (George Harrison)


Reediciones:

  1. 6 de marzo de 1976. Apple R 5786 (estéreo)
  2. 6 de marzo de 1976. Apple R 5786 (estéreo). Incluido en The singles collection 1962-1970 (22 singles, EMI, sin referencia)
  3. Otoño de 1977. Apple R 5786 (estéreo). Incluido en The Beatles collection (24 singles, World Records, sin referencia)
  4. Octubre de 1978. Apple R 5786 (estéreo). Incluido en The Beatles collection (25 singles, World Records, sin referencia)
  5. 6 de diciembre de 1982. Apple R 5786 (estéreo). Incluido en The Beatles singles collection (26 singles, Parlophone BSCP 1)
  6. 30 de mayo de 1989. Apple R 5786 (estéreo)
  7. 30 de mayo de 1989. Parlophone RP 5786 (estéreo). Picture disc single
  8. 7 de agosto de 1989. Parlophone 20 3121 3/CD3R 5786 (estéreo). 3” CD single
  9. 6 de noviembre de 1989. Parlophone 20 3121 3/CD3R 5786 (estéreo). 3” CD single. Incluido en The Beatles CD singles collection (22 3” CD singles, Parlophone CDBSC 1)
  10. 12 de agosto de 1991. Parlophone TCR 5786 (estéreo). Cassette single
  11. 12 de agosto de 1991. Parlophone TCR 5786 (estéreo). Cassette single. Incluido en The Beatles singles collection on cassette (22 cassette singles, Parlophone TCBSCX 1)
  12. 2 de noviembre de 1992. Parlophone 2 03121 2/CDR 5786 (estéreo). CD single. Incluido en The Beatles CD singles collection (22 CD singles, Parlophone CDBSCP 1)
  13. 22 de noviembre de 2019. Apple 0602547261656 (estéreo). Incluido en The singles collection (23 singles, Apple 0602547261717)
Reedidiones 1-4

Grabación

Solo mes y medio después de la aparición de Get back en el mercado, y cuando el citado single todavía ocupaba el primer puesto de las listas tanto en el Reino Unido como en los Estados Unidos, el público se encontró sin aviso previo con un nuevo sencillo de The Beatles en las tiendas. El escenario era insólito pero había una explicación, y era la naturaleza de la canción que ocupaba la cara A del disco: una composición de Lennon que narraba en forma de crónica los acontecimientos más recientes de la vida del beatle, desde su boda con Yoko Ono a la peculiar forma que habían escogido ambos para celebrar su luna de miel. La canción se grabó con urgencia y se publicó también con la misma urgencia para que no perdiera actualidad, aunque no con tanta como John había deseado en un inicio: el single fue programado originalmente para aparecer solo dos semanas después que Get back, pero al final se tomó la razonable decisión de esperar a que el sencillo anterior empezara a perder fuelle.

«(…) Como digo, no queremos lanzarlo de inmediato porque podría acabar con las ventas, y supongo que somos cobardes en ese sentido. No lo considero como una escena discográfica aparte… es el próximo single de The Beatles, así de simple» (John Lennon, 1969).

La cara B contenía por segunda vez una composición de George, el blues eléctrico Old brown shoe. De esta manera, Paul no solo se quedó sin la que podría haber sido su quinta cara A consecutiva de single sino que perdió toda presencia como compositor en un sencillo del grupo, algo que no ocurría desde el 9 de abril de 1965, cuatro años atrás, fecha en la que habia aparecido en el mercado Ticket to ride con dos temas compuestos por Lennon. John, por su parte, recuperaba el protagonismo perdido tras la publicación de All you need is love, de la que habían transcurrido casi dos años, mientras que George avanzaba un paso más en su pelea personal por ganar presencia en los singles del grupo. Estaba a punto de dar la campanada: el siguiente sencillo, de doble cara A, incluiría su magistral Something.

Las sesiones de grabación que dieron origen a este single se celebraron en los EMI Studios el 14 de abril de 1969 (The ballad of John and Yoko) y los días 16 y 18 del mismo mes (Old brown shoe). Desde enero, The Beatles solo se habían reunido a grabar en el estudio en tres ocasiones: en un día indeterminado de febrero, probablemente el 20 y todavía en el Apple Studio, antes de que comenzara una remodelación completa del mismo —para alterar las pistas vocales de Don’t let me down—, y los días 22 y 24 del mismo mes, en los Trident Studios —para dar inicio al registro de I want you (She’s so heavy), un tema de Lennon que acabaría formando parte del álbum Abbey Road—. Starr seguía inmerso en el rodaje de The Magic Christian, su primer filme como actor en un papel protagonista (compartido con Peter Sellers), y McCartney y Lennon se tomaron unas semanas libres para celebrar sus respectivas lunas de miel de maneras muy distintas: durante la segunda mitad del mes de marzo Paul y Linda buscaron privacidad en un viaje a los Estados Unidos mientras John y Yoko se convertían en los extravagantes protagonistas de una luna de miel de lo más público con escalas en París, Gibraltar, Ámsterdam y Viena. La letra de The ballad of John and Yoko narra precisamente las andanzas de la pareja y lo hace con todo lujo de detalles. McCartney había perdido por fin su condición de soltero el 12 de marzo tras contraer matrimonio con la estadounidense Linda Eastman y Lennon se había casado en segundas nupcias con la japonesa Yoko Ono solo ocho días después.

John había empezado a componer la canción al inicio del viaje con Yoko, en París, y una vez de vuelta en el Reino Unido remató la letra. El 14 de abril se plantó en casa de Paul, reclamó su ayuda para pulir la última estrofa y consiguió convencer a su colega de años para marcharse inmediatamente al estudio y dejar lista la pieza para su publicación. George no estaba disponible y Ringo seguía en pleno rodaje, así que Lennon y McCartney grabaron la canción en solitario. The ballad of John and Yoko es la única canción de la discografía de The Beatles en la que solo escuchamos a John y a Paul. Sorpresas te da la vida…

Lennon seguía convencido de que su composición debía aparecer en el mercado cuanto antes, y el single necesitaba una cara B. Él mismo propuso la candidatura de una canción que Harrison había presentado en enero, Old brown shoe, y dos días después de la grabación de The ballad of John and Yoko la banda estaba de nuevo en el estudio registrando el tema que debía servirle de complemento. Aunque hay autores que siguen resistiéndose a admitirlo, desde 2019 sabemos que Starr tampoco participó en la grabación de esta otra canción. The ballad of John and Yoko es, en este sentido, un single excepcional: los dos temas que contiene cuentan con batería, pero en ambos casos fue McCartney quien se hizo cargo de ella. George remató en solitario el registro de Old brown shoe el 18 de abril.

A pesar de que pocas semanas después de la aparición de este sencillo Lennon habría de publicar un primer single atribuido a Plastic Ono Band, Give peace a chance, el único vehículo musical con el que contaba en mayo de 1969 eran todavía The Beatles. Así fue como una canción tan autobiográfica como The ballad of John and Yoko apareció atribuida a la banda de Liverpool y con la firma de Lennon y McCartney. A estas alturas el público empezaba a ser consciente de que el equipo de compositores trabajaba esencialmente en solitario y pocos creyeron que la nueva canción fuera una creación conjunta. En esencia, los escépticos tenían razón… pero, paradojas de la vida, Paul sí había echado una mano en el último momento a John para rematar la composición. Quizá fue la última vez que lo hizo. En los mentideros circula la especie de que John, en agradecimiento a Paul por su colaboración en el registro de este tema, le regaló una mención como coautor en Give peace a chance. Fue el único tema de la carrera de Lennon en solitario que apareció atribuido al viejo equipo compositor, aunque desde 1997 Yoko Ono ha retirado el nombre de McCartney y el bajista ya no aparece como coautor del famoso himno en favor de la paz.

«Me sentía lo suficientemente culpable como para acreditar a McCartney como coautor en mi primer single independiente en lugar de reconocer a Yoko, que en realidad había sido la coautora» (John Lennon en el ensayo The ballad of John and Yoko, publicado póstumamente en 1986 en Skywriting by word of mouth).

The ballad of John and Yoko fue el primer single del grupo que se lanzó en el Reino Unido en formato estereofónico (en los Estados Unidos ya se había renunciado al mono con Get back) y, por tanto, el primero del que no se prepararon mezclas monoaurales de ningún tipo, lo que vale tanto para su cara A como para su cara B. Sorprendentemente, en varios mercados europeos los últimos sencillos del grupo siguieron apareciendo en versión monoaural. Se utilizaron reducciones al mono de las mezclas estereofónicas.

Reediciones 5-6

Ventas y éxito en listas

  • Reino Unido:
    • Primera entrada:
      • Debut: 10 de junio de 1969
      • Puesto más alto: 1 (17 de junio de 1969, tres semanas)
      • Semanas en listas: 14
    • Segunda entrada:
      • Debut: 10 de junio de 1989
      • Puesto más alto: 84 (10 de junio de 1989, una semana; número 1: Sealed with a kiss, Jason Donovan)
      • Semanas en listas: 2
  • Estados Unidos:
    • Entrada única:
      • Debut: 14 de junio de 1969
      • Puesto más alto: 8 [12 de julio de 1969, tres semanas; número 1: In the year 2525 (Exordium & Terminus), Zager & Evans]
      • Semanas en listas: 9

El single apareció en el Reino Unido el 30 de mayo de 1969, mientras John y Yoko celebraban su segundo “bed-in” en Montreal. Entró en las listas el 10 de junio debutando en el número 4, a la vez que Get back cedía por fin la cumbre tras seis semanas de reinado y caía hasta el número 2. Solo siete días después de su estreno en listas el nuevo single se hizo con el número 1, del que desplazó a Tommy Roe y su canción Dizzy, que una semana antes había descabalgado a The Beatles with Billy Preston y su Get back. Tras tres semanas en lo más alto, The ballad of John and Yoko perdió la primacía frente a la canción Something in the air, de Thunderclap Newman, y mientras tanto impidió que Oh happy day, de The Edwin Hawkins Singers, coronara la lista. El single aguantó en total catorce semanas en las listas británicas. La revista Disc le concedió un disco de plata el 12 de julio de 1969 por sus primeras 250.000 copias vendidas. Acumuló finalmente unos 300.000 ejemplares distrubuidos en las Islas, una cifra decente pero corta para los estándares del grupo. The ballad of John and Yoko también fue número 1 en las listas de New Musical Express, Melody Maker y Top Pops, en todos los casos a partir de su tercera semana, la del 21 de junio, durante dos, tres y dos semanas respectivamente. El sencillo volvió a entrar en las listas gracias a la reedición conmemorativa del 20.º aniversario de su publicación, si bien tuvo que conformarse con un puesto 84.

¿El decimoséptimo número 1? ¿El decimoctavo? ¿El decinonoveno?

En New Musical Express, The Beatles alcanzaron el número 1 con los siguientes singles: Please please me, From me to you, She loves you, I want to hold your hand, Can’t buy me love, A hard day’s night, I feel fine, Ticket to ride, Help!, We can work it out/Day tripper, Paperback writer, Yellow submarine/Eleanor Rigby, All you need is love, Hello, goodbye, Lady Madonna, Hey Jude, Get back y The ballad of John and Yoko. Los de Liverpool sumaban dieciocho cumbres gracias al número 1 de Please please me, que nunca alcanzó tal consideración en la lista de Record Retailer.

En Melody Maker, The Beatles colocaron en el número 1 los siguientes discos de corta duración: Please please me, From me to you, She loves you, I want to hold your hand, Can’t buy me love, A hard day’s night, I feel fine, Ticket to ride, Help!, We can work it out/Day tripper, Paperback writer, Yellow submarine/Eleanor Rigby, Strawberry fields forever/Penny Lane, All you need is love, Hello, goodbye, el doble EP Magical Mystery Tour, Hey Jude, Get back y The ballad of John and Yoko. Suman diecinueve números 1. Tres de los discos que alcanzaron lo más alto en la lista de Melody Maker no fueron número 1 en la de Record Retailer (Please please me, Strawberry fields forever/Penny Lane y el doble EP Magical Mystery Tour), mientras que Lady Madonna no consiguió encumbrar el primero de los rankings.

Aunque en el Reino Unido todavía aparecerían otros dos sencillos del grupo antes del anuncio público de su disolución, The ballad of John and Yoko fue el decimoséptimo y último número 1 de The Beatles en su propio país hasta la aparición de Now and then en 2023. Something/Come together se vio sin duda perjudicado por el tremendo éxito del álbum Abbey Road en el que ambas piezas se incluían: fue el único sencillo del grupo publicado después de la aparición del LP y se estancó en el número 4. Let it be, por su parte, sufrió la misma suerte que Strawberry fields forever/Penny Lane y solo consiguió escalar hasta el número 2.

Siendo este el último número 1 británico del grupo, no deja de resultar significativo que en los Estados Unidos el single sufriera un sonoro batacazo. Fue publicado el 4 de junio de 1969 con la referencia Apple 2531 y su pieza estrella no consiguió escalar más allá del octavo puesto en la lista de Billboard, posición que alcanzó el 12 de julio de 1969 tras su debut el 14 de junio anterior en la posición 71. En la lista de Cashbox la cosa fue aún peor: The ballad of John and Yoko no pasó del décimo puesto. En Record World la canción escaló hasta el número 7.

En la semana del debut estadounidense de la canción en listas, Get back disfrutaba de su cuarta semana en el número 1 y todavía conservaría la posición durante una quinta. En total The ballad of John and Yoko se mantuvo nueve semanas en el Top 100. La cara B, Old brown shoe, ni siquiera apareció en las listas. A pesar de todo, el sencillo logró ser disco de oro en los Estados Unidos, distinción que le fue reconocida el 16 de junio de 1969. Vendió finalmente la nada despreciable cifra de 1.250.000 ejemplares. Durante las tres semanas en las que The ballad of John and Yoko ocupó el número 8 del Hot 100 el número 1 era para el single de debut de Zager & Evans, In the year 2525 (Exordium & Terminus), que llegó a la cumbre también en el Reino Unido y Canadá pero fue el único éxito del dúo.

La explicación a este serio pinchazo de la canción de The Beatles en las listas estadounidenses hay que buscarla en motivos extramusicales. En los Estados Unidos las listas se elaboraban teniendo en cuenta, además de las ventas, las emisiones radiofónicas de las canciones —de ahí la aparición en las mismas de caras B—, y The ballad of John and Yoko sufrió un severo veto radiofónico al que se sumaron multitud de emisoras. ¿El motivo?: la aparición en el texto de la canción de la palabra “Christ” (“Cristo”) y de la expresión “they’re gonna crucify me” (“me van a crucificar”). La sociedad estadounidense todavía tenía presentes las palabras de Lennon de tres años atrás en las que había afirmado que The Beatles eran “más populares que Jesucristo”. Algunas emisoras decidieron censurar la canción por su cuenta incluyendo un pitido que la escondía o reproduciendo un single promocional distribuido por Capitol como solución de compromiso en el que se escuchaban en dirección contraria los pasajes conflictivos (lo que para algunas emisoras con un sentido del pudor exacerbado incluía el verso en el que John aseguraba que él y Yoko se habían metido la cama durante una semana “intentando conseguirnos algo de paz”). Otras cadenas acordaron radiar únicamente la canción de George ubicada en la vuelta del single y otras más, simplemente, optaron por vetar su emisión, entre ellas tres de las emisoras con mayor difusión del país: WLS en Chicago, KHJ en Los Ángeles y WABC en Nueva York. La histeria se extendió más allá de los Estados Unidos: en Nueva Zelanda la cadena pública de radio, NZBC, se negó a emitir la grabación original de The ballad of John and Yoko y la propia Apple solucionó el problema remezclando la canción, de forma que la palabra “Christ” fue sustituida en los discos promocionales enviados a la emisora por dos batidas de batería extraídas de la propia grabación. Existen entre cincuenta y cien copias de esta versión expurgada del single, que conservan el número de catálogo original (Apple NZP.3329) pero lucen además una pegatina con letras negras y fondo amarillo con el texto “NZBC”. Esta mezcla alternativa nunca estuvo disponible para el gran público. Radio Hauraki, una popular emisora privada de Auckland, emitía sin problemas la grabación original sin censurar.

Lennon, como era de esperar, reaccionó una vez más ante la estulticia de los censores y, autodenominándose “un gran fan de Cristo”, acusó a los modernos inquisidores de malinterpretar su texto… y aprovechó de paso para acrecentar la polémica:

«Sí, sigo pensándolo. Los niños están más influidos por nosotros que por Jesús» (John Lennon, 1969).

«Es como una oración. Ya sabes: “Jesús, tú más que nadie deberías saber que no resulta fácil”. Y también tiene la connotación del lenguaje de la calle. Pero incluso si se usa de forma irreverente, en realidad también es una oración. Es una canción góspel. Soy un gran fan de Cristo. La canción es una oración» (John Lennon, 1969).

«Lo que hicieron fue, como no les gusta la palabra “Cristo” —a menos que lleves una túnica blanca, aquí [en los Estados Unidos] no puedes decir “Cristo”—, lo invirtieron para que dijera: “Rrrrp, you know it ain’t easy…”» (John Lennon, 1980).

Lennon Christ

La polémica podría haber sido mayor todavía de haber aceptado John el ofrecimiento que recibió el 3 de diciembre de 1969: protagonizar el estreno teatral de la ópera rock de Tim Rice y Andrew Lloyd Webber Jesus Christ superstar, todavía inédita por aquel entonces. Se dice que Lennon se mostró dispuesto a considerar la idea si se reservaba para Yoko Ono el papel de María Magdalena. La obra no se estrenó hasta el 12 de octubre de 1971, en Broadway, después de haber triunfado en forma de doble LP. El disco contó con Ian Gillan, de Deep Purple, en el papel vocal de Jesucristo.

Los dos últimos singles estadounidenses de The Beatles habían aparecido sin una funda con diseño propio, pero la racha se rompió con The ballad of John and Yoko: el sencillo venía adornado en su cubierta y en su contracubierta por sendas fotografías tomadas por Linda McCartney en el jardín de la casa londinense que ella misma compartía desde hacía meses con su flamante marido. En los dos retratos aparecen los cuatro miembros de The Beatles y, junto a ellos, la mismísima Yoko Ono. En el principal John y Yoko están sentados en primer plano sobre figuras de piedra del jardín, ambos luciendo corbatas, mientras que Paul, Ringo y George posan de pie detrás de la pareja. En la fotografía de la contraportada, tomada en una ubicación distinta del jardín, Starr se ha sumado a la fila frontal y un viejo zapato marrón destaca en primerísimo plano, una obvia referencia al tema de Harrison que aparece en la cara B del disco. Nadie sonríe en la primera imagen, todos lo hacen en la segunda… pero el ríctus de Paul y, sobre todo, el de George, parecen forzados.

«Yoko acostumbraba a sentarse en las fotos y no sabíamos cómo decirle que se fuera. (…) No podías decir: “Perdona, John, ¿puedes retirarla?”» (Paul McCartney).

The ballad of John and Yoko fue el último single de The Beatles publicado en los Estados Unidos en el novedoso y a la postre fallido formato de pocket disc (Apple M-382/2531-P, julio de 1969). Sorprendentemente, el productor que aparecía acreditado en el disco era “W. Miller”; es decir, William “Bill” Miller, el responsable en Capitol de artistas extranjeros.

El sencillo alcanzó el número 1, además de en el Reino Unido, en Alemania Occidental, Australia, Austria, las regiones belgas de Flandes y de Valonia (en este segundo caso compartiéndolo con Old brown shoe), Dinamarca, España (en la lista local y en la elaborada por la revista estadounidense Billboard), Irlanda, Israel, Japón, Malasia (en la lista elaborada por Billboard), Noruega, los Países Bajos, Suiza y Turquía, y logró acumular unas ventas mundiales de 2.500.000 ejemplares. También hizo cumbre en la lista paneuropea elaborada por el programa radiofónico neerlandés Europarade.

En Australia el sencillo apareció el 19 de junio de 1969 (Apple A-8793) y fue número 1 durante cuatro semanas, desde el 12 de julio siguiente. Como era habitual en las listas australianas, The ballad of John and Yoko se repartía la gloria con el tema de la cara B, Old brown shoe.

Lennon crucificado… pero por motivos políticos (y en versión 13 Rúe del Percebe)

El único país en el que The ballad of John and Yoko sufrió una reprobación oficial por parte de las autoridades fue España, pero la historia es completamente estrambótica: la canción fue prohibida por la censura oficial franquista y, consecuentemente, se retiraron del mercado todas las copias del single, aunque la burocracia había sido tan lenta que la prohibición no fue oficial hasta dos meses después del lanzamiento del disco (Odeon 1 J 006-04.108 M, 15 de julio de 1969), tiempo suficiente para que el single se hiciera con el número 1 el 25 de agosto de 1969 y lo conservara durante dos semanas antes de ser vetado en las ondas y retirado de las tiendas de discos.

La explicación a este hecho hay que buscarla en el desconocimiento del idioma inglés del que hacían gala buena parte de los censores del régimen y en el peculiar funcionamiento de la burocracia española: oficialmente, los discos estaban sometidos a censura previa, pero el proceso se demoraba tanto que ninguna discográfica esperaba a contar con la preceptiva autorización y los discos se publicaban a la espera de la confirmación oficial de su aceptabilidad moral y política.

Con todo, lo verdaderamente sorprendente es el motivo por el que la censura franquista retiró vergonzantemente del mercado un disco que ocupaba el número 1 tanto en ventas como en popularidad en las ondas (era también el tema más destacado en el programa radiofónico Los 40 Principales de la Cadena SER). Ciertamente, en la España oficialmente católica de la época las referencias religiosas de la letra de la canción resultaban incómodas… pero lo que verdaderamente encendió las alarmas de los censores fue la mención a Gibraltar como un lugar “cercano a España”, algo que el orgullo patrio no podía tolerar de un súbdito de la Pérfida Albión. Gibraltar era territorio británico desde la firma del Tratado de Utrecht en 1727 y el régimen dictatorial de Franco llevaba reclamando la recuperación de la soberanía desde los años ’50 del siglo XX. España y el Reino Unido habían iniciado conversaciones al respecto en 1966, pero la cosa se torció cuando el 10 de septiembre de 1967 las autoridades británicas impulsaron un referéndum de autodeterminación y un apabullante 99,64% de la población local votó a favor de permanecer en el Reino Unido. Cuando apareció The ballad of John and Yoko en el mercado español, la situación era candente: en mayo de 1969 Gibraltar obtuvo autonomía como dependencia británica de la mano de una nueva constitución propia y, como reacción ante la afrenta, España cerró la frontera el 8 de junio para aislar al territorio e interrumpió las vías de comunicación (conexiones terrestres para peatones y vehículos, conexiones aéreas y martítimas y telecomunicaciones). El horno no estaba para bollos.

El veto oficial de las autoridades españolas a The ballad of John and Yoko afectó a la publicación local de los álbumes Hey Jude (Beatles again en España) y The Beatles/1967-1970. En el primero de ellos la canción lisa y llanamente desapareció del repertorio, y en el segundo fue sustituida por One after 909. The ballad of John and Yoko solo volvió a ser publicada en España a partir de 1976, ya muerto Franco y en plena transición del país hacia la democracia, cuando apareció en formato de disco de 45 R.P.M. como parte de una colección de reediciones de los sencillos de los de Liverpool titulada genéricamente The singles collection/1962-1970.

Reedición 7

Repercusión social

Aunque contenía dos canciones notables, The ballad of John and Yoko se ganó un hueco en la historia de The Beatles gracias sobre todo a la polémica que generó la letra de su cara A. Buena parte del público percibía cada vez más a Lennon como un personaje estrambótico, cuando no como un esnob pagado de sí mismo capaz de presentarse públicamente como un trasunto del mismísimo Jesucristo. Las ventas del nuevo single de la banda se resintieron un poco, pero la sangre no llegó al río: a finales de septiembre los de Liverpool pusieron en el mercado su penúltimo álbum, Abbey Road, y demostraron una vez más que nadie era capaz de toserles.

Cara A

The ballad of John and Yoko (Lennon-McCartney) 3’00”

  • Versión 1 de 2 de The ballad of John and Yoko
    • Variación 1 de 8: primera edición del disco y reediciones 1-5
    • Variación 3 de 8: reediciones 6-12
    • Variación 5 de 8: reedición 13

Grabación: 14 de abril de 1969 (EMI Studios)
Productor: George Martin
Ingeniero de sonido: Geoff Emerick

JOHN LENNON: Guitarra solista, guitarra acústica, percusión y voz principal
PAUL McCARTNEY: Bajo, piano, batería, maracas y segunda voz

THE BALLAD OF JOHN AND YOKO (Lennon/McCartney)
Standing in the dock at Southampton,
tryin’ to get to Holland or France,
the man in the mac said “you’ve got to go back.”
You know they didn’t even give us a chance.
Christ! You know it ain’t easy,
you know how hard it can be.
The way things are going
they’re gonna crucify me.
Fin’lly made the plane into Paris,
honeymooning down by the Seine.
Peter Brown called to say “you can make it O.K.
You can get married in Gibraltar, near Spain.”
Christ! You know it ain’t easy,
you know how hard it can be.
The way things are going
they’re gonna crucify me.
Drove from Paris to the Amsterdam Hilton.
Talking in our beds for a week.
The newspeople said “say what you doin’ in bed?”
I said “we’re only tryin’ to get us some peace.”
Christ! You know it ain’t easy,
you know how hard it can be.
The way things are going
they’re gonna crucify me.
Saving up your money for a rainy day,
giving all your clothes to charity.
Last night the wife said
“oh boy, when you’re dead
you don’t take nothing with you but your soul” –
Think!
Made a lightning trip to Vienna.
Eating choc’late cake in a bag.
Newspapers said “she’s gone to his head.
They look just like two gurus in drag.”
Christ! You know it ain’t easy,
you know how hard it can be.
The way things are going
they’re gonna crucify me.
Caught the early plane back to London.
Fifty acorns tied in a sack.
The men from the press said “we wish you success.
It’s good to have the both of you back.”
Christ! You know it ain’t easy,
you know how hard it can be.
The way things are going
they’re gonna crucify me.
The way things are going
they’re gonna crucify me.
Da-ra-ra, da-ra-da-da.
Da-da-ra-ra-da-da-da.
LA BALADA DE JOHN Y YOKO (Lennon/McCartney)
Parados en el muelle en Southampton,
intentando llegar a Holanda o a Francia,
el hombre de la gabardina dijo “tienen que volver por donde han venido”.
Ya sabes, no nos concedieron la menor oportunidad.
¡Cristo! Sabes que no resulta fácil,
sabes lo difícil que puede resultar.
Tal como van las cosas,
me van a crucificar.
Finalmente conseguimos subir a un avión en dirección a París,
pasamos la luna de miel a orillas del Sena.
Peter Brown llamó para decir “lo podéis solucionar.
Os podéis casar en Gibraltar, cerca de España”.
¡Cristo! Sabes que no resulta fácil,
sabes lo difícil que puede resultar.
Tal como van las cosas,
me van a crucificar.
Condujimos desde París hasta el Hilton de Ámsterdam.
Hablamos desde nuestras camas durante una semana.
Los periodistas dijeron “decid, ¿qué estáis haciendo en la cama?”.
Yo dije “solo estamos intentando conseguirnos algo de paz”.
¡Cristo! Sabes que no resulta fácil,
sabes lo difícil que puede resultar.
Tal como van las cosas,
me van a crucificar.
Ahorras tu dinero para días lluviosos,
donas toda tu ropa a la caridad.
Anoche la parienta dijo
“oh, tío, cuando te mueres
lo único que te llevas contigo es tu alma”…
¡Piensa!
Hicimos un viaje relámpago a Viena.
Comimos tarta de chocolate dentro de un saco.
Los periódicos dijeron “ella se le ha subido a la cabeza.
Parecen dos gurúes travestidos”.
¡Cristo! Sabes que no resulta fácil,
sabes lo difícil que puede resultar.
Tal como van las cosas,
me van a crucificar.
Cogimos el primer avión de regreso a Londres.
Cincuenta bellotas atadas en un costal.
Los tipos de la prensa dijeron “os deseamos éxito.
Qué bueno teneros a ambos de vuelta”.
¡Cristo! Sabes que no resulta fácil,
sabes lo difícil que puede resultar.
Tal como van las cosas,
me van a crucificar.
Tal como van las cosas,
me van a crucificar.
Da-ra-ra, da-ra-da-da.
Da-da-ra-ra-da-da-da.

John Lennon se casó con Yoko Ono en Gibraltar el 20 de marzo de 1969, y la pareja decidió dedicar el resto del mes a celebrar el acontecimiento luchando por la paz desde la cama de un hotel de Ámsterdam y reivindicando la comunicación total desde dentro de un saco en un hotel de Viena. Por algún motivo, buena parte del mundo no les entendió y John escribió una animada canción sobre el particular. Le quedó tan apañada que decidió convertirla de inmediato en la pieza estrella del siguiente single de The Beatles y la grabó a la carrera con el único apoyo de Paul McCartney. The ballad of John and Yoko es una canción notable, pero siempre se la recuerda como una rara avis en la discografía del grupo de Liverpool (habría encajado mucho mejor en la de la todavía no nacida Plastic Ono Band), como el escenario de la última colaboración real entre John y Paul (dos amigos íntimos que se estaban distanciando) y como un nuevo motivo de controversia (las referencias religiosas de la letra volvieron a encender todas las alarmas).

Reediciones 8-9

Composición

La letra de The ballad of John and Yoko narraba en forma de diario la boda y la luna de miel de Lennon y Ono, es decir, los últimos y muy publicitados días en la vida de la pareja de moda en el Reino Unido gracias a su extravagancia. John aprovechaba para revolverse en el estribillo, en cuyo texto lamentaba las dificultades que estaba atravesando a la hora de enfrentarse a un establishment que no estaba dispuesto a reconocerle el derecho a hacer con su vida lo que quisiera y a una opinión pública que no terminaba de entender su relación con Ono. Y lo hacía metiéndose de forma consciente en un inmenso jardín: no solo invocaba a Cristo (un atrevimiento en el mundo anglosajón y una auténtica temeridad en su caso personal tras la polémica que generó en 1966 su comparación entre la popularidad de Jesús y la de los propios Beatles), sino que establecía un cierto paralelismo entre el Mesías y él mismo al afirmar que percibía como cierto el riesgo de acabar siendo crucificado, siquiera fuera de forma metafórica. Paradójicamente, al inicio de la gira norteamericana de tres años atrás un periodista le había preguntado si creía que este era un escenario posible. Ocurrió en la primera rueda de prensa que concedieron The Beatles a su llegada a los Estados Unidos, celebrada el 12 de agosto de 1966 en Chicago. “¡No, no lo creo de ninguna manera!”, fue la respuesta de Lennon.

El estribillo repetía una y otra vez la cantinela de contenido religioso y, de algún modo, servía para que John dejara apuntalado su sentir en relación con los hechos que narraba en forma de crónica en las estrofas. De hecho, en la primera, la tercera y la cuarta de ellas no solo exponía los acontecimientos sucedidos en su vida y la de Yoko en la segunda mitad del mes de marzo de 1969, sino también la oposición social que ambos habían estado enfrentando.

Las dos primeras estrofas daban cuenta de la súbita decisión de John y Yoko de contraer matrimonio. Ambos afirmaron en su momento que vislumbraban el evento como un medio privilegiado para dar publicidad a un “fantástico happening”.

«Intelectualmente, por supuesto, no creemos en el matrimonio» (John Lennon, 1969).

John y Yoko se casaron en la Oficina del Registro de Gibraltar el 20 de marzo de 1969, vestidos ambos completamente de blanco. John calzaba unas zapatillas de deporte. Ofició la ceremonia el registrador Cecil Wheeler.

«Fue muy romántico. Todo está en la canción The ballad of John and Yoko. Si quieres saber cómo sucedió, está ahí. Gibraltar era como un pequeño sueño soleado. No pude encontrar un traje blanco, tenía pantalones de pana y una chaqueta blanca. Yoko iba toda de blanco» (John Lennon, 1971).

El plan original de la pareja era distinto: el 12 de marzo, mientras Lennon conducía hacia Poole para presentar a Ono a su tía Mimi y a la vez que McCartney se unía en matrimonio a Linda Eastman en la oficina del registro civil de Marylebone, John había llegado a la conclusión de que él también quería casarse con su nueva pareja. Se le ocurrió hacerlo a bordo de un barco en mitad del mar, y así fue como John y Yoko se plantaron en la ciudad costera de Southampton con la intención de tomar un ferry en dirección al continente. Todo se les puso en contra: en el puerto supieron que los capitanes ya no podían ser testigos del enlace y, en todo caso, Yoko no estaba en condiciones de embarcar porque, debido a su nacionalidad japonesa, no podía obtener de forma inmediata un visado. La siguiente alternativa fue celebrar el matrimonio en París, la Ciudad del Amor, y a tal efecto la pareja contrató un avión privado el día 16 y reservó habitación en el Hôtel Plaza Athénée. Tampoco pudo ser: Lennon era ciudadano británico y Ono, como decíamos, tenía pasaporte japonés, y ni uno ni la otra eran residentes en Francia, de forma que no era posible que contrajeran matrimonio en el país.

La pareja acabó eligiendo la colonia de Gibraltar por ser “tranquila, amigable y británica”. Peter Brown, el antiguo colaborador de Brian Epstein y ejecutivo de Apple que fue citado por su nombre en la canción, se encargó de localizar la alternativa y de hacerse cargo de los trámites, y viajó además hasta el Peñón para actuar como padrino y testigo. John y Yoko apenas pasaron una hora en el territorio británico de ultramar: después de la boda volvieron a París en el mismo avión privado en el que habían llegado, continuaron su luna de miel y, antes de viajar por carretera hasta Ámsterdam, almorzaron con Salvador Dalí el día 24. De vuelta en la capital francesa, o quizá incluso antes de emprender viaje a Gibraltar, Lennon empezó a componer The ballad of John and Yoko. Necesariamente, por supuesto, completó la letra después de protagonizar el resto de los acontecimientos que narra la canción, que todavía no habían tenido lugar. Para el título del tema John recurrió al término “ballad” en su sentido tradicional anglosajón, el de la narración de la vida de una persona o de ciertos hechos relevantes de su existencia, no el que se adoptó a partir de la década de los años ’20 del siglo XX en los Estados Unidos y después en el resto del mundo, el de un tema lento de naturaleza romántica.

«No podíamos… Queríamos casarnos en un ferry cruzando el canal. Esa era la parte romántica, cuando fuimos a Southampton y entonces no pudimos subir porque ella no era inglesa y no pudo conseguir el visado de un día para cruzar al otro lado, y ellos dijeron: “De todos modos no podéis casaros. El capitán ya no está autorizado para oficiar”. O sea que estábamos en París y estábamos llamando a Peter Brown, que estaba trabajando… el que ahora está con Robert Stigwood, RSO, o sea que lo llamamos y le dijimos: “Queremos casarnos. ¿Dónde podemos ir?”. Y él devolvió la llamada y dijo: “Gibraltar es el único sitio”. O sea que, de acuerdo, vamos allá. Y fuimos allí y fue muy hermoso. Es la Columna de Hércules, y simbólicamente también lo llamaban El Fin Del Mundo en cierta época. Hay algún otro nombre además de Columna de Hércules. Pero pensaban que el mundo más allá era… un misterio a partir de allí, o sea que era como una Entrada al Mundo. Y nos gustó por ese motivo en un sentido simbólico, y que la Roca fuera el cimiento de nuestra relación» (John Lennon, 1980).

«Bueno, adivina quién escribió esa. La escribí en París en nuestra luna de miel. La teníamos antes de estar casados. Es una pieza de periodismo, una canción folk. Es como una balada folk tradicional. Por eso la llamé “The ballad of”» (John Lennon, 1980).

«No sabía que John fuera a casarse con Yoko en Gibraltar. ¡Compré el disco! Supongo que él no quería que nadie lo supiera. Quería una boda discreta e íntima» (George Harrison, 2000).

Long live the bride and groom!

En 1999 Gibraltar decidió conmemorar el 30.º aniversario de la boda de John Lennon y Yoko Ono con una tirada de sellos postales que celebraban el evento. Los sellos reproducían una imagen de la pareja tomada en la pista del aeropuerto local en la que los recién casados mostraban su certificado de matrimonio con el Peñón de Gibraltar al fondo.

Fue Yoko la que anunció a la prensa la noticia de la boda y lo que estaba por venir:

«Vamos a celebrar muchos happenings y eventos juntos y este casamiento ha sido uno de ellos. Estamos planeando un gran happening para los próximos siete días o así. Muy pronto sabréis lo que es» (Yoko Ono, 1969).

El happening anunciado por Yoko tomó la forma de un “bed-in”, una “encamada”: tal como anunció finalmente la pareja, continuarían su luna de miel en el Hilton Hotel de Ámsterdam recibiendo visitas durante una semana instalados en la cama de su habitación. A pesar del temor de las autoridades neerlandesas y de las fundadas suposiciones de los periodistas, que pensaban que estaban siendo convocados para ser testigos de la consumación del enlace, no ocurrió nada que pudiese perturbar la moralidad entre aquellos 25 y 31 de marzo. Según comprobaron los cincuenta plumillas que se dieron cita el primer día en la suite presidencial del hotel, la habitación 702, la única intención de John y Yoko era pasar una semana en la cama dejándose crecer el pelo en nombre de la paz y ofreciendo entrevistas durante doce horas al día a cualquiera que quisiera preguntar:

«Espero que no sea una decepción. No haríamos el amor en público; eso es un asunto emocionalmente personal. (…) Esta es nuestra protesta en contra de todo el sufrimiento y la violencia en el mundo» (John Lennon, 1969).

«Yoko y yo sabíamos que hiciéramos lo que hiciéramos íbamos a salir en los periódicos. Decidimos utilizar el espacio que íbamos a ocupar de todos modos, casándonos, con un anuncio en favor de la paz» (John Lennon, 1971).

«Lo de la cama era para llamar la atención de la prensa. La primera vez lo hicimos en Ámsterdam durante nuestra luna de miel. Enviamos una tarjeta: “Ven a la luna de miel de John y Yoko: un bed-in, Hotel Ámsterdam”. Tendrías que haber visto las caras de los periodistas y los cámaras abriéndose paso a través de la puerta» (John Lennon, 1972).

«La prensa al parecer pensaba que íbamos a hacer el amor en público porque habíamos grabado un álbum en el que aparecíamos desnudos, así que al parecer pensaban que podía pasar cualquier cosa» (John Lennon, 1969).

«Hablamos con la prensa. (…) Dijimos: “Pongamos un poco de paz, paz, paz, paz en los titulares, ¡para variar!”» (John Lennon, 1972).

«Yoko y yo estamos completamente dispuestos a ser los payasos del mundo si al hacerlo conseguimos algo bueno. Por razones que solo ellos conocen, la gente publica lo que digo. Y estoy diciendo “paz”. No estamos señalando con el dedo a nadie. No hay tipos buenos tipos y malos. La lucha está en la mente. Debemos enterrar nuestros propios monstruos y dejar de condenar a la gente. Todos somos Cristo y todos somos Hitler. Queremos que gane Cristo. Estamos intentando hacer contemporáneo el mensaje de Cristo. ¿Qué habría hecho si hubiera dispuesto de anuncios, discos, películas, televisión y periódicos? Cristo hizo milagros para revelar su mensaje. Bueno, el milagro hoy es la comunicación, así que utilicémosla» (John Lennon, 1969).

Las reacciones de la prensa fueron en general muy críticas con la iniciativa de la pareja de artistas. Algún medio calificó el “bed-in” como “la manifestación más autoindulgente de todos los tiempos”.

Es hora de irse a la cama… otra vez

La incomprensión de la prensa no detuvo a la pareja, que celebró un segundo “bed-in” entre el 26 de mayo y el 2 de junio de 1969. John y Yoko querían que el evento tuviera lugar en Nueva York, pero Lennon no consiguió obtener un visado que le permitiera entrar en los Estados Unidos por culpa de su detención en noviembre de 1968 por posesión de drogas. La primera alternativa que barajaron John y Yoko fue la Mancomunidad de las Bahamas, por su cercanía a Florida, y el 24 de mayo de 1969 se instalaron en el Hotel Sheraton Oceanus de Freeport, pero el calor y la humedad les hicieron desistir y el día 25 volaron hasta Toronto, en Canadá, y alquilaron una habitación en el King Edward Hotel. Por fin, el día 26 decidieron optar por trasladarse a Montreal, en la provincia canadiense de Quebec, para faciltar el acceso a la prensa neoyorquina, y reservaron las habitaciones 1738, 1740, 1742 y 1744 del Hôtel Reine-Elizabeth. El 1 de junio, en la habitación 1742 y con las decenas de personas que les acompañaban en aquel momento, Lennon grabó la canción que protagonizaría la cara A de su primer single en solitario y que se convertiría en el himno contemporáneo de todos los pacifistas del mundo: Give peace a chance. Solo dos días antes había aparecido en el mercado británico el single de The Beatles The ballad of John and Yoko.

El siguiente evento narrado en la canción era el viaje relámpago de la pareja a Viena el 31 de marzo para asistir al estreno en la televisión austriaca de su filme experimental Film No. 6. Rape. En el Salón Rojo del hotel en el que se alojaron en aquella ciudad, el Sacher Hotel, practicaron un nuevo tipo de happening: el “bagism” (“saquismo” sería la traducción más apropiada). Metidos en un saco blanco de sábanas, John y Yoko ofrecieron una conferencia de prensa en la que explicaron que el “bagism” suponía la comunicación total, ya que evitaba prejuicios al comunicador y al receptor al impedir ver el aspecto del entrevistado. Según Lennon, más “bagism” significaría más paz en el mundo. La prensa, como narraba John en su canción, se cebó una vez más con la propuesta artística de la pareja. El Daily Mirror describió a Lennon como “un talento considerable que parece haber perdido completamente su condición de rocker”. Mientras permanecían dentro del saco y respondían a las preguntas de la prensa, John y Yoko dieron buena cuenta de un par de raciones de Sachertorte, la famosa tarta de chocolate del hotel en el que se alojaban. Lennon lo mencionó expresamente en la letra de su composición. Volvió a hacer referencia al “bagism” en Give peace a chance y en Come together. La empresa de relaciones públicas fundada por Lennon y Ono en esta época recibió el nombre de Bag Productions Ltd.

«Nos pidieron que hiciéramos una película para la televisión austriaca, y la hicimos, titulada Rape. (…) Así que, cuando fuimos a Austria a presentarla, ofrecimos una rueda de prensa dentro de un saco. Y fue genial, porque todos los periodistas entraron y nunca nos vieron: estábamos los dos en un saco, y entrevistaron al saco. Nos preguntaban: “¿De verdad sois vosotros?” y “¿qué lleváis puesto?” y “¿podríais cantar una canción?”. Decían: “¿Por qué nosotros?”. “¿Qué es esto?”. Y yo les dije: “Es comunicación total”, y ellos dijeron: “¿Por qué nos ha escogido a nosotros? ¡Nunca hemos visto a un beatle!”.
»Si todo el mundo se metiera en un saco para buscar trabajo, no habría prejuicios; habría que juzgar a la gente por su calidad interior. Nosotros lo llamamos comunicación total. Fue una gran rueda de prensa, y todos mantuvieron una conversación muy seria con un saco. Al día siguiente, los titulares en Austria eran… mostraban un saco con todos los periodistas hablando con él» (John Lennon, 1971).

Saquismo del siglo XXI

En 2006 el aeropuerto de Liverpool, que desde cinco años antes se llamaba oficialmente Liverpool John Lennon Airport, se engalanó temporalmente con extractos de letras de canciones compuestas por el músico que le daba nombre. La cristalera exterior exhibía en grandes letras mayúsculas el texto “Bagism, Shagism, Dragism, Madism, Ragism, Tagism”, procedente de Give peace a chance.

La crónica de la canción terminaba con el regreso de John y Yoko a Londres el 1 de abril, fecha en la que en casi todo el mundo se celebra una jornada en la que las bromas están socialmente autorizadas y que los británicos llaman “April Fool’s Day” (el equivalente hispano es el Día de los Inocentes). La pareja portaba cincuenta bellotas atadas que, según anunciaron, iban a distribuir entre los líderes mundiales en nombre de la paz. Solo el primer ministro canadiense, Pierre Trudeau, llegó a recibir su lote de dos bellotas en mano de parte de la pareja, en diciembre de 1969; el resto la recogió en el correo con una nota que rezaba: “Le enviamos dos esculturas vivientes —que son bellotas— con la esperanza de que las plante en su jardín y haga crecer dos robles en nombre de la paz mundial”. El 15 de junio de 1968, en su primera aparición pública conjunta, John y Yoko habían plantado sus propias bellotas cerca de las ruinas de St. Michael, la catedral de Coventry, destruida por un bombardeo aéreo en noviembre de 1940 durante la Segunda Guerra Mundial. El 2 de mayo de 2009, en el 40.º aniversario de la primera campaña, Ono puso en el correo ciento veintitrés recipientes transparentes con dos bellotas en su interior y se los envió de nuevo a diferentes líderes mundiales. Los recipientes llevaban la leyenda “ACORN PEACE by JOHN & YOKO Spring 2009”. Las dos campañas se inspiraban en el aforismo anglosajón “mighty oaks from little acorns grow” (“de pequeñas bellotas crecen robles poderosos”).

Ono y Lennon se sorprendieron al recibir una calurosa acogida de la prensa britanica, generalmente hostil hacia ellos, y John tuvo el detalle de reflejar el hecho en la letra de su canción.

El álbum de bodas

The ballad of John and Yoko no fue la única plasmación discográfica de la boda de Lennon y Ono. El 20 de octubre de 1969 en los Estados Unidos, y el 7 de noviembre siguiente en el Reino Unido, apareció el LP Wedding album (Apple SMAX-3361 y Apple SAPCOR 11 respectivamente), el tercer experimento sonoro de la pareja. Además de sus dos temas (22 minutos de gritos de John y Yoko llamándose el uno al otro en la cara A, titulados John and Yoko, y grabaciones registradas en el Hotel Hilton en la cara B, etiquetadas con el genérico título Amsterdam), se incluía una reproducción de una porción del pastel de bodas dentro de una funda de plástico translúcida que lucía la leyenda “Bagism.”, un facsímil del certificado de matrimonio y una serie de cuatro retratos de John y Yoko tomados en un fotomatón. La edición estadounidense añadía un libreto de veinte páginas que incluía reproducciones de recortes de prensa referentes a la boda, un desplegable con un dibujo de John en una cara y otro de Yoko en la vuelta y un póster con fotografías de la ceremonia en la que la pareja contrajo matrimonio, mientras que la británica sustituyó todos estos elementos por una postal ilustrada con una fotografía de la pareja en la cama del hotel. El álbum, que no consiguió entrar en las listas británicas, alcanzó el puesto 178 en las estadounidenses el 27 de diciembre de 1969.

Es más que probable que John y Yoko decidieran casarse como reacción ante la boda del último beatle soltero, Paul, y su novia estadounidense Linda Eastman. Los respectivos enlaces de McCartney y de Lennon resultaron ser una especie de reflejo inverso el uno del otro. Paul se casó en la Marylebone Register Office el 12 de marzo de 1969 y el evento fue un espectáculo para la prensa del corazón, mientras que John pronunció sus votos en una ceremonia discreta y sin invitados. En absoluto contraste, Paul y Linda emprendieron un viaje privado a los Estados Unidos para disfrutar de una dulce luna de miel en familia mientras que John y Yoko convirtieron en un espectáculo mediático la noticia de su matrimonio. En realidad, The ballad of John and Yoko no era sino la continuación del happening que habían supuesto la boda y la luna de miel de la pareja.

«Cuando me pongo [a escribir canciones], solo estoy interesado en Yoko y en la paz, así que puedo cantar sobre ellas una vez y otra y otra… es como si estuviera atravesando mi período azul como pintor. Es como si se pone a pintar esa copa durante un año, ya sabes, para profundizar en esa copa. Así que tal vez estoy haciendo eso» (John Lennon, 1969).

La canción se grabó en el estudio con un título que enfatizaba la virulenta oposición social a la que estaban teniendo que hacer frente Lennon y Ono: The ballad of John and Yoko (They’re gonna crucify me). John era consciente de que el título no sería del agrado de muchos de sus enemigos y de la más que esperable controversia que generaría, de forma que dio instrucciones por escrito al trabajador de Apple Tony Bramwell advirtiéndole de que evitara hacer publicidad previa del disco, especialmente en lo que se refería al pasaje en el que se mencionaba la palabra “Cristo”. Finalmente optó por suprimir el subtítulo.

«Tony: Ninguna publicidad previa de Ballad of John & Yoko, especialmente de la parte de “Cristo”, así que no la muevas demasiado o asustarás a la gente; prepara el prensaje primero» (memo de John Lennon a Tony Bramwell, 1969).

Hacía tiempo que John venía comportándose de forma cada vez más autobiográfica en sus creaciones musicales. Esta vez dio un paso más, convirtiéndose en protagonista absoluto de la letra de su propia canción y en cronista de los hechos acaecidos en su vida en las últimas semanas. En una entrevista concedida en mayo de 1969 a Alan Smith, periodista de New Musical Express, Lennon describió esta canción calificándola como Johnny B. Paperback Writer, haciendo precisamente referencia a que la vocación del tema era la de de oficiar como un reportaje sobre los acontecimientos recientes de su vida, y en 1980 describió la pieza como “un artículo periodístico”. En trabajos posteriores John siguió profundizando en el elemento autobiográfico de las letras y continuó creando canciones en forma de diario, como Cold turkey (1969), su crónica sobre el proceso en el que se desenganchó del consumo de heroína, y New York City (1972), en la que narró su traslado del Reino Unido a los Estados Unidos.

No es un dato muy conocido, pero precisamente por eso conviene resaltar que Paul colaboró en los detalles finales de la composición de The ballad of John and Yoko. En el libro que acompañaba a la edición deluxe de Abbey Road aparecida en 2019 se reproducía la página de la agenda de McCartney correspondiente al 14 de abril de 1969, el día en el que se grabó la canción en el estudio, y contiene una transcripción de la versión final del texto escrita de puño y letra por el propio Paul. El título de la canción en el citado manuscrito es They’re gonna crucify me. El verso que causó controversia con las autoridades dictatoriales españolas de la época aparece con una redacción que habría evitado cualquier problema, aunque también le falla algo la métrica: “You can marry in Gibraltar in Spain”.

«(…) John me trajo [The ballad of John and Yoko] a Cavendish Avenue para que le ayudara a terminar la última estrofa, con la que tenía problemas. Sabía que siempre podía omitir un par de frases y venir a verme, sabíamos que siempre las terminaríamos. Era una solución garantizada» (Paul McCartney, 1997).

No deja de resultar curioso que, dada su temática, The ballad of John and Yoko apareciera en el mercado como una canción firmada por The Beatles, y más sorprendente aún es el hecho de que Paul accediera de buena gana a seguirle el juego a John en su rocambolesca campaña contra los medios de comunicación y la sociedad en general. Lo primero se explica porque Lennon no había conceptualizado todavía The Plastic Ono Band, el medio que empezaría a utilizar muy pronto para publicar trabajos de este jaez al margen de The Beatles. Lo segundo, por un posible intento de Paul de congraciarse con John ante un gesto de buena voluntad como fue el invitarle a él solo a colaborar en la grabación de la canción, en unos días en que The Beatles estaban a punto de desintegrarse.

Sí, los días de la banda más famosa del mundo estaban tocando a su fin. Aunque todavía aparecerían dos sencillos más, The ballad of John and Yoko fue la última canción grabada por el grupo con la intención específica de publicarla en forma de single.

Reediciones 10-11

Arreglos instrumentales y vocales

Musicalmente, The ballad of John and Yoko era un R’n’R con tintes country y chicanos, y respodía a la moda del revival de ritmos básicos importada de los Estados Unidos y a la pasión recuperada de John por los sonidos que escuchaba en su infancia. Lucía un ritmo con gancho, dibujado por la batería de Paul, y contaba con una efectiva melodía y con una pulida interpretación de guitarras. Los instrumentos, además, navegaban inteligentemente de un canal al otro del estéreo mientras la voz de Paul acompañaba en un tono más alto a la principal de John en las últimas estrofas. En este campo, Lennon y McCartney seguían siendo unos maestros.

La leyenda afirma que hacia el final de la canción John canturrea “Hey, Peter!”, supuestamente un saludo al mismo Peter Brown al que se cita en la letra de la canción y que, según los rumores, estaba presente también en el estudio de grabación. En realidad lo que hizo Lennon fue tararear un arreglo parecido al solo de guitarra conclusivo que grabó más tarde en la misma sesión. La toma 7 de la canción, publicada en 2019, contiene el mismo canturreo y, con un acompañamiento exclusivo de guitarra acústica y batería, es posible apreciarlo con total nitidez.

Más de un autor ha señalado que el pasaje final de guitarra solista con el que cierra la canción, tocado en tripletes y con aires Tex-Mex, esconde una referencia intencional de Lennon al tema de Johnny Burnette and the Rock ’n Roll Trio Lonesome tears in my eyes (Burnette/Burnette/Burlison/Mortimer), publicado en su álbum homónimo de diciembre de 1956 (Coral CRL 57080). The Beatles tocaban esta pieza en directo en sus años formativos y la interpretaron en una ocasión para la BBC en el programa radiofónico Pop go The Beatles. La versión de los de Liverpool fue publicada el 30 de noviembre de 1994 en el álbum Live at the BBC (Apple PCSP 726/TCPCSP 726/CDPCSP 726). Y las coincidencias son indiscutibles.

Pero quizá estos autores erraron el tiro: con cierta perspicacia, el autor Richie Unterberger ha señalado que la frase de guitarra que cierra The ballad of John and Yoko remeda también la de otra canción distinta, de nuevo parte del repertorio escénico temprano de The Beatles y contenida asimismo en Live at the BBC. La pieza en cuestión es The honeymoon song (Theodorakis/Sansom), un tema de la coproducción cinematográfica británico-española de 1959 Luna de miel (Honeymoon en el Reino Unido) interpretado en el filme por The Mario Marini Quartet. Ciertamente, tal como dejó apuntado Unterberger, la referencia puede tener su sentido, aunque se trate de una broma privada difícil de cazar al vuelo: en The ballad of John and Yoko Lennon narra los eventos acaecidos alrededor de su particular luna de miel junto a Ono.

Reedición 12

Grabación

The ballad of John and Yoko era eminentemente una composición de John, la primera que ocupaba la cara A de un single de The Beatles desde All you need is love. Fue grabada en una única sesión, la del 14 de abril de 1969, solo tres días después de la fecha oficial de publicación de Get back y cuando el single no había llegado de hecho a las tiendas.

El elemento más destacable de aquella sesión es que solo estaban presentes dos beatles, John y Paul. Efectivamente, tal como venimos diciendo, Lennon y McCartney grabaron en solitario esta crónica que relataba las últimas semanas de la vida de John en compañía de Yoko, lo que no deja de resultar en sí mismo chocante. The Nerk Twins, el nombre que utilizaron Lennon y McCartney en sus dos únicas actuaciones como dúo los días 23 y 24 de abril de 1960 en Caversham, Berkshire, durante unas vacaciones conjuntas, renacieron fugazmente en 1969.

«John y Yoko vinieron a verme y John dijo: “Tengo esta canción sobre mí y sobre Yoko, y estoy ansioso por grabarla. Me gustaría llamar al estudio y reservar algo de tiempo, y podríamos hacerlo ahora mismo. Podrías tocar el bajo y podrías tocar la batería”, porque sabía que yo podía hacer ambas cosas» (Paul McCartney).

«Hicimos algunas cosas juntos antes de separarnos. John, Yoko y yo hicimos The ballad of John and Yoko. Me reclutó para aquello porque sabía que era una gran manera de hacer un disco. “Iremos a los estudios de Abbey Road. ¿Quién vive cerca de allí? Paul. ¿Quién va a tocar la batería en este disco? Paul. ¿Quién puede tocar el bajo? Paul. ¿Y quién lo hará si se lo pido amablemente? Paul”. No fue nada tímido al preguntar. Probablemente dijo algo como: “Oh, tengo esta canción que quiero grabar. ¿Quieres venir?”. Y yo probablemente dije: “Sí, ¿por qué no?”.
»Aún quedaban muchos cabos por atar. Todavía teníamos que superar todas los asuntos de negocios. Tienes que recordar que lo demandé en los tribunales. Demandé a mis amigos de Liverpool, mis amigos de toda la vida, en los tribunales. Pero, por último, creo que tocar en esa sesión con él y con Yoko contribuyó a que tuviéramos unas cuantas reuniones y conversaciones amistosas más tarde» (Paul McCartney, 2021).

«En la época en la que grabamos Abbey Road y Let it be, las cosas se estaban desintegrando, sobre todo entre John y yo. Fue una época de muchas tensiones. Nos habíamos convertido más en individuos que en una banda sólida. La atmósfera era incómodamente pesada cuando nos reuníamos. Recuerdo cuando John vino a mi casa y quería que le ayudara a terminar The ballad of John and Yoko. No hice mucho, pero quería que le ayudara con la grabación. Quería ir ese mismo día y grabarla, porque sabía que, entre los dos, yo podía tocar el bajo y la batería y él la guitarra, así que sabía que podíamos hacerlo. Era solo una cuestión de inmediatez. Pero yo sentía que las cosas se estaban quebrando, aunque seguíamos creando cosas juntos» (Paul McCartney, 2004).

«John vino a mí y dijo: “Tengo esta canción sobre nuestra boda y se llama The ballad of John and Joko, Christ they’re gonna crucify me”, y yo dije: “Jesucristo, estás bromeando, ¿no? Alguien se va a molestar de verdad con esto”. Él dijo: “Sí, pero hagámosla”. Yo estaba un poco preocupado por él debido a la letra, pero estaba pasando por un montón de cosas terribles. Se vino por mi casa queriendo hacerla realmente rápido; dijo: “Vayamos nada más que tú y yo al estudio”. Yo dije: “Oh, de acuerdo, tocaré la batería, tocaré el bajo”… No estoy seguro de si incluso toqué la guitarra… (…) Así que la hicimos y esperamos a ver si los otros nos odiarían por ello. De lo que no estoy seguro. Probablemente nunca nos perdonaron. John estaba en racha, por así decir. Necesitaba grabarla así que simplemente entramos y la hicimos» (Paul McCartney, 1988).

«No me importó que no me invitaran a la boda y no me molestó no estar en el disco, porque no eran asuntos de mi incumbencia en absoluto. Era The ballad of John and Yoko, ¿no? Si hubiera sido The ballad of John, George and Yoko, habría participado» (George Harrison, 2000).

«The ballad of John and Yoko solo contaba con Paul del resto de The Beatles, pero no pasa nada. Why don’t we do it in the road? solo éramos Paul y yo y también salió como un tema beatle. No teníamos problemas con eso. También hay buena batería en The ballad of John and Yoko» (Ringo Starr, 2000).

«Se filtró la historia de que solo Paul y yo aparecíamos en la grabación, pero yo no me habría molestado en publicitarlo. No tiene ninguna implicación, simplemente ocurrió que solo estábamos dos de nosotros. George estaba en el extranjero y Ringo, que estaba en el set de rodaje, dijo que no podía venir esa noche.
»Así pues, había que elegir entre mezclar o hacer una [canción] nueva, y siempre se opta por hacer una nueva en lugar de juguetear con una vieja. Así que eso es lo que hicimos, y funcionó bien» (John Lennon, 1969).

La explicación oficial a la ausencia de George y Ringo en la grabación —que John habría preferido que no trascenciera al conocimiento público— fue la indisponibilidad de ambos aquel 14 de abril, fecha en la que Lennon sintió la irrefrenable necesidad de grabar inmediatamente su recién terminada composición y se plantó junto a Ono en casa de McCartney para presentarle la pieza, darle unos últimos retoques con ayuda de su colega y requerir su colaboración en el estudio aquella misma tarde. Según se dijo, Starr estaba ocupado rodando escenas para su segunda aparición cinematográfica al margen del grupo en la película The Magic Christian, protagonizada por Peter Sellers y él mismo —un hecho cierto y comprobable—, mientras que Harrison estaba fuera del país según la declaración de Lennon —algo que nadie ha podido confirmar—. En la web The Beatles Bible se afirma como explicación alternativa a la ausencia de George que el guitarrista estaba ocupado con su búsqueda de una nueva vivienda. Es una explicación con más tintes de ser correcta.

En cualquier caso, ni Ringo ni George supieron de la grabación de esta canción hasta después. Así, no es aventurado conjeturar que Lennon decidió a propósito grabar The ballad of John and Yoko solamente con McCartney, como gesto de buena voluntad en los tiempos difíciles que corrían en su relación personal. También Paul puso todo de su parte: le preocupaba, y mucho, la potencial controversia que podían generar las referencias religiosas del texto, pero optó por ponerse de parte de su amigo de la infancia:

«Paul sabía que la gente estaba siendo desagradable con John, y solo quería que le fuera bien. Paul tiene un lado muy fraternal» (Yoko Ono).

«John estaba impaciente y yo le ayudé encantado. Es una canción bastante buena; siempre me ha sorprendido cómo con solo nosotros dos en ella, terminó sonando como The Beatles» (Paul McCartney, 1997).

El objetivo de Lennon se cumplió sobradamente: las tensiones parecían no existir aquel día. John y Paul trabajaron estupendamente bien juntos en el estudio, bromearon y demostraron que su compenetración musical seguía siendo inmensa. Según desveló por primera vez Mark Lewisohn en 1988 —a día de hoy la grabación es de conocimiento público—, antes de la cuarta toma de la pista instrumental básica (John a la guitarra acústica y a la voz principal, Paul a la batería) Lennon dijo, dirigiéndose a McCartney: “¡Te has acelerado un poco, Ringo!”, a lo que este respondió: “¡De acuerdo, George!”. Un bello momento, quizá el último atisbo de camaradería entre los dos viejos amigos… aunque la impresión positiva de Lewisohn ha sido matizada por el periodista de The New Yorker Mark Hertsgaard, la única persona aparte del afamado cronista que ha tenido acceso a una escucha detallada de la grabación completa de la sesión. Hertsgaard apreció “un tono forzado y educado en sus bromas, y nada de la entusiasta electricidad que se escuchaba en las primeras sesiones de The Beatles (…). Hacer un disco se ha convertido en un trabajo; un trabajo que John y Paul hacen extremadamente bien, pero un trabajo en todo caso. Están en proceso de separarse, y lo saben”.

«Ese día volvieron a ser dos viejos amigos del colegio, con toda la mala leche de los últimos meses escondida bajo la alfombra y sustituida por la pura alegría de hacer música juntos» (Geoff Emerick, 2006).

La grabación de la pista básica de The ballad of John and Yoko necesitó de once tomas, cinco de las cuales se abortaron cuando Paul cometió el mismo error de batería, instrumento para el cual tenía contrastadas habilidades pero que no era su fuerte: una batida de más en la caja antes del verso “Made a lightning trip to Vienna”. También la toma 2 resultó fallida: a John se le rompió una cuerda de la guitarra, e inmediatamente reclamó la ayuda de Mal Evans con su peculiar estilo (“Un string avec kaput, Mal!”). Solo las tomas 1, 7, 10 y 11 fueron completas.

La décima toma fue inmediatamente identificada como válida, pero la pareja de músicos todavía probó a experimentar con una más, tocando en esta ocasión en un tono más alto (sol en vez de mi). El enfoque alternativo fue descartado de un plumazo. La guitarra acústica de John se estaba registrando en la pista 2, la batería de Paul en la 3 y la pista vocal principal, también de John, en la 4. Se le aplicó desde el inicio algo de eco añadido.

Sobre la décima toma, y haciendo uso de las facilidades que daban las ocho pistas con las que The Beatles ya trabajaban, Paul añadió primero su aporte de bajo —que a algunos oyentes les recuerda el arreglo de Don’t be cruel (Blackwell), el éxito de 1956 de Elvis Presley— (pista 1) y, a continuación, John sumó su guitarra solista (pista 5). En la pista 6 McCartney agregó el arreglo de piano —que solo adquiere protagonismo hacia el final de la pieza— mientras Lennon redondeaba simultáneamente su aporte de guitarra solista. Paul añadió a continuación su más que efectiva segunda voz —reforzando palabras sueltas en la cuarta estrofa y en parte del estribillo subsiguiente, acompañando completa la quinta estrofa y el último estribillo… excepto en la palabra “Christ”— (pista 7) y, por fin, ambos músicos remataron la pieza con percusión adicional tocada al alimón: McCartney batía unas maracas mientras Lennon golpeaba la parte trasera de una guitarra acústica (pista 8). Aquel mismo día quedó concluida también la mezcla estéreo de la canción, responsabilidad de George Martin y de Geoff Emerick, que había vuelto para trabajar con el grupo después de nueve meses de ausencia voluntaria. Pronto se convertiría en el ingeniero jefe del Apple Studio.

«(…) Recibí una llamada telefónica de Peter Brown, diciéndome en tono jadeante que John acababa de escribir una nueva canción y que vendría a grabarla a Abbey Road el lunes siguiente. ¿Estaría yo dispuesto a hacer la sesión? Le pregunté a Peter tímidamente si John estaba “bien” aquellos días. Entendió perfectamente a lo que me refería; como cuidador designado de The Beatles, había visto a Lennon en sus peores momentos. “Sí, está bien”, me aseguró Peter. “Está de muy buen humor en este momento, y está muy entusiasmado con la nueva canción. Y me ha preguntado específicamente si podía conseguir que tú fueras el ingeniero”. ¿Cómo podría haber dicho que no?» (Geoff Emerick, 2006).

Seis horas y media de grabación (de dos y media de la tarde a nueve de la noche) y dos de mezcla (cinco intentonas, de las que se seleccionó la última): un trabajo eficiente y, al final del día, un nuevo número 1 en cartera.

«Disfruté mucho trabajando con John y Yoko en The ballad of John and Yoko. Eran ellos dos solos con Paul. Si lo piensas bien, en cierto modo fue el comienzo de su propio sello y de su propia forma de grabar. Apenas era un tema de The Beatles y, sin embargo, lo era. Era algo así como el extremo delgado de la cuña, en lo que a ellos respectaba. John ya había abandonado mentalmente el grupo de todos modos, y creo que aquello fue solo el comienzo de todo el asunto» (George Martin, 2000).

«Fue una sesión fantástica, uno de esos momentos mágicos en los que todo sale bien y nada sale mal. El disco se terminó en apenas unas horas, de principio a fin, incluida la mezcla, como en los viejos tiempos. Hacía poco que se había instalado una nueva máquina de ocho pistas en la sala de control y aquel día le dimos un buen uso. La grabadora de ocho pistas permitía muchas sobregrabaciones, así que John tocó todas las guitarras —solista y rítmica— mientras Paul se encargaba del bajo, el piano, la percusión y la batería; formaban una gran banda de dos personas. Fue una de las primeras veces que puse micrófonos encima y debajo de la caja, lo que dio al sonido un crujido más grande de lo normal, el complemento perfecto para la agresiva voz de John» (Geoff Emerick, 2006).

Reedición 13

Versiones, variaciones y reediciones

Versiones

  1. La grabación original de estudio, aparecida por primera vez en el single The Ballad of John and Yoko (Apple R 5786, 30 de mayo de 1969).
  2. La toma 7 de estudio, grabada el 14 de abril de 1969. Contiene guitarra acústica (Lennon), batería (McCartney) y la pista vocal que Lennon estaba interpretando en todas las tomas básicas. Fue publicada en las versiones en 3 LPs, 3CDs+DVD y álbum digital de Abbey Road – Anniversary super deluxe edition (Apple/Universal Music 0602508007446/0602577921124/sin referencia, 27 de septiembre de 2019) con el título The ballad of John and Yoko (Take 7) en los formatos físicos y The ballad of John and Yoko – Take 7 en los digitales.

Variaciones y reediciones de la versión 1

  1. La mezcla estereofónica original, utilizada también en las ediciones estadounidenses, acometida el 14 de abril de 1969. En el canal izquierdo se escuchan la guitarra solista, las maracas y la percusión de John; en el centro la guitarra acústica, el bajo y las dos voces; entre el centro y la derecha la batería; y a la derecha el piano y la guitarra solista añadida.
  • The ballad of John and Yoko, single, Apple R 5786, 30 de mayo de 1969 (primera edición y reediciones 1-5)
  • The Beatles/1967-1970, 2 LPs/cassette/cartucho, Apple PCSP 718/TC2-PCSP 718/8X2-PCSP 718, 19 de abril de 1973 (primera edición y reedición 1)
  • Hey Jude, LP/cassette, Parlophone PCS 7184/TC-PCS 7184, 11 de mayo de 1979 (primera edición)
  • The Beatles box, 8 LPs/8 cassettes, Parlophone/World Records SM 701-708/C70, 3 de noviembre de 1980 (primera edición y reedición 1)
  • 20 greatest hits, LP/cassette, Parlophone PCTC 260/TC-PCTC 260, 18 de octubre de 1982
  1. Una reducción al mono de la mezcla estéreo, utilizada para el lanzamiento del single en algunos mercados europeos que todavía no habían transitado hacia las ediciones de sencillos estereofónicos: Francia (Apple 2C 006-04.108 M, 30 de mayo de 1969), Italia (Apple QMSP 16456/3C 006-04108 M, 30 de mayo de 1969), Países Bajos (Apple 5C 006.04108 M, 6 de junio de 1969), Portugal (Parlophone PDP 5092, junio de 1969) y España (Odeon 1J 006-04.108 M, 15 de julio de 1969). Esta variación nunca ha aparecido en el Reino Unido.
  2. La remasterización de 1988, estereofónica y basada en la variación 1.
  • The ballad of John and Yoko, single (reediciones 6-12)
  • The Beatles/1967-1970, 2 LPs (reediciones 2-5)
  • Past masters – Volume two, CD, Parlophone CD-BPM 2, 8 de marzo de 1988 (primera edición y reediciones 1-3)
  • John Lennon: Imagine: John Lennon, 2 LPs/2 cassettes/CD, Parlophone PCSP 722/TCPCSP 722/CDPCSP 722, 10 de octubre de 1988
  • Past masters – Volumes one & two, 2 LPs/2 cassettes, Parlophone BPM 1/TC-BPM 1, 24 de octubre de 1988 (primera edición y reediciones 1-2)
  • 1, 2 LPs/cassette/CD, Apple 5 29325 1/5 29325 4/5 29325 2, 13 de noviembre de 2000 (primera edición)
  • John Lennon: The U.S. vs. John Lennon, CD, Capitol 09463-74912-2-5, 25 de septiembre de 2006
  1. La edición estándar a partir de 2009, una remasterización digital en estéreo basada en la variación 1.
  • The Beatles/1967-1970, 2 LPs (reediciones 6-7)
  • Hey Jude, LP (reediciones 1-4)
  • 1, 2 LPs (reediciones 1-2)
  • Past masters, 2 CDs, Apple 5099924380720, 9 de septiembre de 2009 (primera edición y reediciones 1-4)
  • The Beatles/1962-1966 / The Beatles/1967-1970, 4 CDs, Apple 5099990991127, 18 de octubre de 2010
  1. La mezcla digital definitiva para vinilo, en esencia igual que la variación 4 pero tratada con ecualización propia para adaptarse al formato.
  • The ballad of John and Yoko, single (reedición 13)
  • The Beatles/1967-1970, 2 LPs (reediciones 8-9)
  • Past masters, 2 CDs (reediciones 5-7)
  1. Todavía una nueva mezcla, estereofónica, preparada para el relanzamiento en 2015 del recopilatorio 1.
  • 1, 2 LPs (reediciones 3-8)
  • 1+, 2 DVDs+CD/2 Blu-rays+CD, Apple 0602547567727/0602547567819, 6 de noviembre de 2015
  • The Beatles/1967-1970 (2023 edition), 3 LPs/3 LPs en vinilo azul/2 CDs/álbum digital, Apple/Universal Music Group International 0602455920805/0602455920898/0602455920959/sin referencia, 10 de noviembre de 2023
  • The Beatles/1962-1966 / The Beatles/1967-1970 (2023 edition), 6 LPs/6 LPs en vinilo rojo y azul/4 CDs, Apple/Universal Music Group International 0602455921000/0602455920539/0602458503203, 10 de noviembre de 2023
  1. Una mezcla más, en esta ocasión en Dolby Atmos o “Spatial audio”, preparada por Giles Martin en 2022 para el streaming en Apple Music del recopilatorio 1.
  • 1, 2 LPs (reedición 9)
  1. Otra mezcla en Dolby Atmos, de 2023.
  • The Beatles/1967-1970 (2023 edition), álbum digital en Dolby Atmos, Apple/Universal Music Group International, sin referencia, 10 de noviembre de 2023

Éxito en listas

  • Reino Unido:
    • Primera entrada:
      • Debut: 10 de junio de 1969
      • Puesto más alto: 1 (17 de junio de 1969, tres semanas)
      • Semanas en listas: 14
    • Segunda entrada:
      • Debut: 10 de junio de 1989
      • Puesto más alto: 84 (10 de junio de 1989, una semana; número 1: Sealed with a kiss, Jason Donovan)
      • Semanas en listas: 2
  • Estados Unidos:
    • Entrada única:
      • Debut: 14 de junio de 1969
      • Puesto más alto: 8 (12 de julio de 1969, tres semanas; número 1: In the year 2525 (Exordium & Terminus), Zager & Evans)
      • Semanas en listas: 9

Repercusión social

La composición de Lennon ha conseguido a lo largo de los años aparecer en algunas listas que identifican las mejores canciones de la Historia (es la 404.ª según la emisora neoyorquina Q104.3 y la 136.ª para la bostoniana WZLX) y las de los propios Beatles (es la 48.ª mejor pieza de la banda según el ranking publicado por Rolling Stone en 2010)… pero tiene también furibundos detractores. En un artículo publicado en The Guardian el 26 de septiembre de 2019, titulado “The Beatles singles – ranked!” y firmado por Alexis Petridis, The ballad of John and Yoko ocupaba el último puesto de la tabla. El analista JC Mosquito fue aún algo más allá y en 2014, en la web Something else!, etiquetó The ballad of John and Yoko como la peor canción de toda la discografía del grupo, por autorreferencial y musicalmente predecible y por la ausencia de Harrison y Starr.

«John Lennon convocó en cierta ocasión una reunión de The Beatles para informarles de que era Jesús: la encantadora Ballad of John and Yoko es ese egotísmo enloquecido y ese complejo de mesías convertido en canción. Paul McCartney hace todo lo que puede para animar una música bastante desvaída con sus contribuciones —tocando el bajo, el piano y la batería—, pero la lucha se hace cuesta arriba» (Alexis Petridis, 2019).

The ballad of John and Yoko es un título lleno de posibilidades y así lo entendió Lennon, quien a la fecha de su muerte seguía trabajando en una autobiografía en forma de musical que habría recibido como título genérico el de esta canción. John y Yoko anunciaron estar trabajando en este proyecto en junio de 1978. Dos de las canciones inacabadas que John reservaba para aquel proyecto eran Free as a bird, la pieza recuperada por sus antiguos compañeros, terminada en el estudio en 1994 y publicada como cara A del nuevo single de The Beatles el 4 de diciembre de 1995, veinticinco años después de la aparición de Let it be, y Real love, la pieza estrella del segundo y último single de aquella tanda, rematada por Harrison, McCartney y Starr en 1995 y publicada el 4 de marzo de 1996. Lennon contaba con otras canciones que tenía previsto incorporar al musical: Mirror mirror (On the wall), Emotional wreck (que vio la luz en 1980 como Watching the wheels), Whatever happened to… y One of the boys. Yoko, por su parte, había compuesto Every man has a woman who loves him.

En 1986 Yoko Ono publicó póstumamente la tercera obra literaria de Lennon, Skywriting by word of mouth (Harper & Row, Nueva York). Incluía como subtítulo “and other writings, including The Ballad of John and Yoko”. El título de la antigua canción de The Beatles era también el de la primera de las cuatro secciones del libro, una especie de breve autobiografía en la que John centraba el foco en su relación con su segunda esposa.

Emisiones radiofónicas

  • The lost Lennon tapes – 90-13 (Westwood One, Estados Unidos), 26 de marzo de 1990. El programa emitió una mezcla no definitiva de la grabación de estudio de The ballad of John and Yoko.

Apariciones audiovisuales

Cine

The ballad of John and Yoko aparece en dos películas documentales oficiales sobre John Lennon: Imagine: John Lennon (Andrew Solt, 1988) y The U.S. vs. John Lennon (David Leaf y John Scheinfeld, 2006). La grabación de estudio de The Beatles fue recogida también en los álbumes que compilaban la banda sonora de uno y otro filme.

Vídeo-clip

Apple elaboró dos vídeo-clips muy similares para promocionar la canción. Ambos compilaban imágenes de John y Yoko en París y Ámsterdam. La pareja también aparece en Viena y en el aeropuerto de Londres en la segunda versión, y viajando en el Rolls-Royce de John y cenando en un restaurante londinense. Contemplamos igualmente al teléfono a Peter Brown, mentado en la letra de la canción. The Beatles solo aparecían brevemente en la segunda de las películas, en imágenes rodadas el 2 de enero durante los ensayos en los estudios Twickenham, con un discípulo de Krishna sentado en el suelo tras ellos. El menos elaborado de los clips, el primero, que contenía también secuencias de John y Yoko rodadas el 1 de julio de 1968 (en la exposición de John “You are here”) y el 19 de octubre del mismo año (en la comparecencia de la pareja ante los tribunales por posesión de marihuana), fue televisado en tres ocasiones en blanco y negro en el Reino Unido, en el programa de la BBC1 Top of the pops (los días 5, 12 y 26 de junio de 1969), y una vez en color, en la segunda parte de Top of the pops ’69, el 26 de diciembre del mismo año. Cuando la ABC TV australiana emitió esta misma versión del clip, censuró la palabra “Christ” superponiendo un efecto de polvo de estrellas en todos los pasajes en los que debía escucharse. Las emisoras locales de radio ya habían hecho algo similar: en vez de la invocación divina, los australianos escuchaban un pitido que la censuraba.

En los Estados Unidos el segundo clip se emitió en el estreno del programa de la cadena ABC The music scene el 22 de septiembre de 1969. Cada vez que se escuchaba la palabra “Christ”, aparecía brevemente el pantalla una señal de tráfico adornada con un signo de exclamación. Este segundo clip fue recuperado en el tercer capítulo de la serie televisiva Anthology, estrenada mundialmente en noviembre de 1995, y en la octava cinta de la versión en vídeo de la serie. En la versión de la serie en DVD se utilizó una nueva mezcla estéreo, inedita en disco. Apple también incluyó el clip en el kit electrónico promocional que distribuyó para promocionar en 2000 el lanzamiento del recopilatorio 1. Apareció más tarde en la edición en DVD y Blu-ray de 1 y en la versión en 2 CDs y 2 DVDs o 2 Blu-rays de 1+ (Apple 0602547567727/0602547567819, 6 de noviembre de 2015).

John y Yoko incorporaron los dos clips promocionales de The ballad of John and Yoko al catálogo de sus filmes experimentales.

Carreras en solitario

John Lennon

  • En cine: Imagine: John Lennon, 7 de octubre de 1988. Publicado en vídeo y DVD.
  • En radio: The lost Lennon tapes – 89-45 (Westwood One, Estados Unidos), 30 de octubre de 1989.
  • En radio: The lost Lennon tapes – 89-47 (Westwood One, Estados Unidos), 13 de noviembre de 1989.

John Lennon y The ballad of John and Yoko

La película documental Imagine: John Lennon (dirigida por Andrew Solt y estrenada el 7 de octubre de 1988) contiene una escena en la que Lennon canta de forma improvisada el estribillo de The ballad of John and Yoko con una única pero muy significativa variante. La secuencia se rodó durante el segundo “bed-in” de John y Yoko, celebrado en Montreal entre el 26 de mayo y el 1 de junio de 1969. Uno de los visitantes que se dejó caer por la habitación de hotel en la que Lennon y Ono recibían a quien quisiera escucharles fue Al Capp, el famoso autor estadounidense de la tira cómica Lil’ Abner. El encuentro fue francamente tenso: Capp se burló de la portada de Unfinished music No. 1: Two virgins, en la que Lennon y Ono aparecían desnudos, e insultó directamente a Yoko con comentarios racistas. Mientras el dibujante se marchaba, John entonó el estribillo de su composición afirmando en su último verso “van a crucificar a Capp”. En la película también se escucha la grabación de estudio de The Beatles de The ballad of John and Yoko.

«Si ves las secuencias filmadas de Imagine, verás al dibujante Al Capp. Entra de muy mala leche en el dormitorio. Es un viejo temible, pero John está muy brillante con él. John quiere echarlo a patadas, pero te das cuenta de que se controla. Creo que John supo comportarse, porque en realidad el tipo está insultando a Yoko… y eso no se hace. No puedes insultar a la esposa de otro hombre. Eso es del tiempo de las tribus, ¿no? Creo que John estuvo fantástico, porque no quiso rebajarse a su nivel» (Paul McCartney, 2000).

Dos de los capítulos de la serie radiofónica The lost Lennon tapes emitieron distintas versiones improvisadas de la canción interpretadas a capela por Lennon durante el “bed-in” de Montreal. La segunda de ellas era la dedicada a Al Capp.

Versiones relevantes

A pesar de su carácter netamente autobiográfico, incluso The ballad of John and Yoko ha sido versionada por artistas relevantes. Efectivamente, en los inicios de su carrera discográfica el grupo escocés de rock alternativo Teenage Fanclub decidió celebrar el que habría sido el 50.º cumpleaños de Lennon poniendo en el mercado un single de una única cara que revisaba la canción de su héroe (Paperhouse PAPER 005, 9 de octubre de 1990). La portada del disco reproducía la letra de la canción y en la contraportada los músicos dedicaban la grabación al propio Lennon con la leyenda “Feliz cumpleaños, John, allá donde estés”. La vuelta del vinilo, que no contenía grabación alguna, reproducía una imagen de unos sonrientes John y Yoko. El single, el segundo publicado por Teenage Funclub, fue una tirada limitada de 5.000 ejemplares que solo estuvo a la venta un día. La grabación apareció cinco años más tarde en la recopilación de rarezas de la banda Deep Fried Fanclub (Paperhouse/Fire FlipCD 002, febrero de 1995).

¡Al ladrón, al ladrón!

El gurú del LSD Timothy Leary publicó en mayo de 1970 su propio LP, You can be anyone this time around (Douglas 1). En el tema que daba título al disco, firmado como autor por el propio Leary, el psicólogo incluyó sin permiso un extracto del estribillo de The ballad of John and Yoko. La grabación también contiene pasajes de temas de The Rolling Stones, The Grateful Dead y Jefferson Airplane.

Cara B

Old brown shoe (George Harrison) 3’19”

  • Versión 1 de 3 de Old brown shoe
    • Variación 1 de 7: primera edición del disco y reediciones 1-5
    • Variación 3 de 7: reediciones 6-12
    • Variación 5 de 7: reedición 13

Grabación: [25 de febrero y] 16 y 18 de abril de 1969 (EMI Studios)
Productores: George Martin y Chris Thomas (no acreditado)
Ingeniero de sonido: Jeff Jarratt

GEORGE HARRISON: Guitarra solista, guitarra solista y rítmica, órgano Hammond y voz principal
JOHN LENNON: Piano preparado, segunda voz y coros
PAUL McCARTNEY: Bajo, batería, segunda voz y coros

OLD BROWN SHOE (Harrison)
I want a love that’s right,
but right is only half of what’s wrong.
I want a short haired girl
who sometimes wears it twice as long.
Now I’m steppin’ out this old brown shoe.
Baby, I’m in love with you.
I’m so glad you came here.
It won’t be the same now, I’m telling you.
Though, you pick me up
from where some try to drag me down.
And when I see your smile,
replacing ev’ry thoughtless frown,
got me escaping from this zoo.
Baby, I’m in love with you.
I’m so glad you came here.
It won’t be the same now, I’m telling you.
If I grow up I’ll be a singer,
wearing rings on ev’ry finger,
not worrying what they or you’ll say.
I’ll live and love and maybe some day,
who knows baby, you may comfort me (hey!).
Oh, uuuh.
I may appear to be imperfect
(yeh!).
My love is something you can’t reject.
I’m changing faster than the weather.
If you and me should get together,
who knows baby, you may comfort me (yeh!).
I want that love of yours.
To miss that love is something I’d hate.
I’ll take an early start.
I’m making sure that I’m not late (yeah!).
For your sweet top lip I’m in the queue (yeah!).
Baby, I’m in love with you.
I’m so glad you came here.
It won’t be the same now when I’m with you.
Yeah, I’m so glad you came here.
It won’t be the same now when I’m with you (yeah, yeah, yeah).
(Oh, tu-ru-tu.)
(Tu-la, tu-ru-tu.)
(Tu-la, tu-ru-tu.)
(Tu-la, tu-ru-tu.)
(Tu-la, tu-ru-tu.)
(Tu-la, tu-ru-tu.)
(Tu-la, tu-ru-tu.)
(Tu-la, tu-ru-tu.)
(Tu-la, tu-ru-tu.)
(Tu-la.)
VIEJO ZAPATO MARRÓN (Harrison)
Quiero un amor que sea bueno,
pero lo que es bueno es solo la mitad de lo que es malo.
Quiero una chica de pelo corto
que de vez en cuando lo lleve el doble de largo.
Ahora me estoy quitando este viejo zapato marrón.
Nena, estoy enamorado de ti.
Estoy muy contento de que hayas venido.
Ya no será lo mismo, te lo aviso.
Sin embargo, me recoges
del lugar en el que algunos tratan de hundirme.
Y cuando veo tu sonrisa
en vez de irreflexivos ceños fruncidos,
me impeles a escapar de este zoo.
Nena, estoy enamorado de ti.
Estoy muy contento de que hayas venido.
Ya no será lo mismo, te lo aviso.
Si me hago mayor seré cantante,
llevaré anillos en todos los dedos,
no me preocupará lo que digan ellos o lo que digas tú.
Viviré y amaré y quizá algún día,
quién sabe, nena, puede que tú me consueles, ¡sí!
Oh, uh.
Puedo dar la impresión de ser imperfecto,
¡sí!
Mi amor es algo que no puedes rechazar.
Estoy cambiando más rápido que el clima.
Si tú y yo acabamos juntos,
quién sabe, nena, puede que tú me consueles, ¡eh!
Quero ese amor tuyo.
Lamentaría perderme ese amor.
Voy a ponerme en marcha ahora mismo.
Me aseguraré de no llegar tarde, ¡sí!
Estoy a la cola por tu dulce labio superior, ¡sí!
Nena, estoy enamorado de ti.
Estoy muy contento de que hayas venido.
Ya no será lo mismo ahora que estoy contigo.
Sí, estoy muy contento de que hayas venido.
Ya no será lo mismo ahora que estoy contigo, sí, sí, sí.

Hacia el final de la década de los ’60 Harrison acumulaba decenas de nuevas composiciones, pero Lennon y McCartney solo le dejaban espacio para incluir con cuentagotas algunas de ellas en los discos de The Beatles. Uno de los temas que había escrito recientemente, y del que se sentía particularmente orgulloso, era Old brown shoe, un animado número de rock. Fue Lennon quien, tras ignorarlo inicialmente, acabó proponiendo que la banda lo grabara en el estudio para que apareciera en la cara B del single que The Beatles publicaron a finales de mayo de 1969.

Composición

Por segunda vez, y gracias a la aparición de Old brown shoe como cara B de The ballad of John and Yoko, George colocaba una composición propia en un single del grupo. Muy poco a poco, sus méritos se iban reconociendo.

El texto de Old brown shoe es susceptible de ser analizado en dos niveles muy distintos. En su superficie, las rimas de la canción se limitan a presentarnos al George vacilón de sus composiciones iniciales: un gallito norteño cuyo amor no se puede rechazar a pesar de que pueda dar la impresión de ser imperfecto, y que concede a su interlocutora la oportunidad de consolarle en un futuro si es que ella sucumbe a sus encantos y llegan a estar juntos. En el manuscrito que se conserva, Harrison dejó escrito algún verso que él mismo acabó descartando y que apuntaba en esta misma dirección: “I’m going to hold you tight – I never want to let you loose” (“Voy a abrazarte fuerte, nunca te voy a dejar escapar”). Tampoco utilizó en la versión final del texto la rima “I woke up last night there were people knocking on my home” (“Me levanté anoche, había gente llamando a mi casa”), que recuerda vagamente la letra de Everybody’s trying to be my baby, una canción de Carl Perkins que cantaba el propio George y que también estaba protagonizada por un chulo de barrio. El musicólogo Tim Riley describió Old brown shoe como “una mirada ingeniosa y oblicua sobre el amor, con un toque sardónico”.

Es cierto que en esta versión actualizada de You like me too much o If I needed someone George se presenta como un ser algo más maduro: reconoce sus propios sentimientos (“Nena, estoy enamorado de ti. Estoy muy contento de que hayas venido”), alaba los méritos del objeto de su interés amoroso (“Me recoges del lugar en el que algunos tratan de hundirme”) e incluso admite, aunque sea en tono burlón, que llevar a buen puerto sus propios deseos implica que sea él quien haga méritos (“Estoy a la cola por tu dulce labio superior”). El tono es en todo caso desenfadado y hasta cierto punto frívolo, y la letra incluye rimas que se apartan del argumento principal pero que conservan este enfoque chacotero: la referencia a los anillos en los dedos es un muy obvio guiño al origen del pseudónimo de Ringo, mientras que la enigmática referencia a “escapar de este zoo” ha sido interpretada por varios autores como un velado comentario de Harrison sobre el mal ambiente reinante en el seno de The Beatles en aquellos días.

Dicho esto, rascando la superficie nos encontramos con una segunda lectura de los versos que nos descubre al Harrison de la segunda mitad de los ’60, místico y filosófico:

«Empecé las secuencias de acordes en el piano (que en realidad no sé tocar) y luego comencé a escribir ideas para la letra a partir de varios conceptos opuestos. “I want a love that’s right/but right is only half of what’s wrong”. De nuevo es la dualidad de las cosas: sí-no, arriba-abajo, izquierda-derecha, correcto-equivocado, etc.» (George Harrison, 1980).

El concepto de dualidad y los juegos de palabras alrededor de términos opuestos, que McCartney ya había ensayado en Hello, goodbye, aparecen de forma explícita en los versos iniciales de la canción (right/wrong, short/long), pero también resurgen de forma menos evidente a lo largo del resto de las rimas (up/down, smile/frown, love/hate, early/late). Para Harrison, la dualidad tenía un profundo significado filosófico y existencial probablemente vinculado al concepto taoísta del yin-yang, y es en ese sentido en el que debe entenderse la frase en la que afirma que “lo bueno es solo la mitad de lo que es malo”: el concepto del bien no existe sin el del mal. De hecho ya había compuesto una canción en la que jugaba con esta misma idea, Circles, aunque no la daría a conocer al gran público hasta 1982. Según el autor Steve Turner, “la letra [de Old brown shoe] tenía su origen en el convencimiento religioso de George de que debemos liberarnos de la realidad del mundo material, ya que es ilusoria. Una vez absorbidos por la conciencia divina, no existirían el bien y el mal, el cuerpo y el alma, el espíritu y la materia”.

Además, tal como ha recordado Neil Aspinall, George utilizaba los juegos con palabras de significado antónimo incluso para desconcertar argumentativamente a sus interlocutores: durante las navidades de 1968 un pequeño grupo de Ángeles del Infierno estadounidenses había tomado las instalaciones de Apple tras haber sido invitado por el propio George. Los moteros se negaban a marcharse hasta que un día el beatle se enfrentó con ellos y, con parsimonia, les dijo “bueno, ya sabéis, hay ying-yang, dentro-fuera, arriba-abajo… estáis aquí-os marcháis”. Los temibles Ángeles del Infierno agacharon la cabeza y desalojaron las instalaciones de inmediato.

El mismo día en el que The Beatles grabaron Old brown shoe en el estudio, y respondiendo a un periodista que le preguntó “¿quién es George Harrison?”, el todavía beatle respondió:

«Soy vida en realidad, espiritual y místicamente. Soy vida, y la vida es tanto arriba como abajo, dentro o fuera, izquierda o derecha. Es como el Polo Norte, tiene que haber un Polo Sur. No puedes tener uno sin el otro» (George Harrison, 1969).

En la letra de Old brown shoe encontramos además una reflexión de George sobre sí mismo que ya había aparecido en su tema de 1966 Love you to: si en aquella canción el guitarrista dejaba constancia de su sensación de estar madurando a pasos agigantados con el oscuro verso “you don’t get time to hang a sign on me”, esta vez era más explícito al afirmar “I’m changing faster than the weather” (“Estoy cambiando más rápido que el clima”). La construcción de metáforas relacionadas con los fenómenos atmosféricos también se convertiría pronto en una constante en las composiciones de George. El ejemplo más inmediato sería Here comes the sun.

El título del tema parece del todo casual: de forma poco acostumbrada en un tema de The Beatles, la canción toma su nombre de una referencia que aparece en uno de los versos de las estrofas. El “viejo zapato marrón” que George afirma estar quitándose no tiene en realidad mayor protagonismo en el texto de la canción, aunque quizá se trata de una metáfora más, mediante la cual Harrison desvelaba su proceso de conversión espiritual. La pieza, eso sí, carecía de título cuando George se la presentó al resto de la banda, pero no había de qué extrañarse: el guitarrista siempre tenía dificultades para encontrarle una denominación adecuada a sus canciones.

Musicalmente, la composición bebe de diversas fuentes. Se trata en esencia de un tema de rock, pero el ritmo se nutre de las influencias del ska y utiliza acordes de blues. Algún autor ha identificado el influjo de Dylan, y en concreto de su composición Highway 61 revisited. Recuérdese que, cuando Harrison compuso esta canción, tenía muy reciente un viaje a los Estados Unidos en el que había pasado tiempo colaborando musicalmente con su amigo de Duluth y con la emergente agrupación The Band.

Gracias entre otras fuentes al documental de 2021 Get back, conocemos la fecha exacta en la que George escribió esta pieza: el domingo 26 de enero de 1969. Cuando la banda se reunió en el estudio al día siguiente, Harrison introdujo su nuevo tema al resto de los miembros de The Beatles y a Billy Preston. Lo hizo acompañándose con el piano, el instrumento con el que había escrito la canción. George estaba excitado con su nueva composición y se la presentó así al resto de la concurrencia:

«Me acosté muy tarde. De hecho escribí una buena canción, una totalmente diferente. ¡Muy emocionante! ¡Feliz y rockera! Tampoco he desayunado. Sigo pensando: “Oh, me voy a la cama” y luego no paro de oír tu voz [la de John Lennon] de hace unos diez años diciendo: “Acábalas enseguida; tan pronto como las empieces, termínalas”. Una vez me dijiste que lo mejor era terminarlas, ¡así que me puse a ello!» (George Harrison, 1969).

Aquel día y los dos siguientes The Beatles reservaron tiempo para ensayar la nueva propuesta de George, pero la canción no llegó a ganarse un hueco en el repertorio del álbum en el que trabajaban y quedó aparcada hasta mejor ocasión. La tuvo pronto.

Se ignora el motivo, pero el hecho es que el 10 de marzo de 1969 Harrison fundó una segunda compañía editora de canciones además de Harrisongs. Se llamaba Singsong y solo llegó a publicar Old brown shoe antes de ser absorbida por la primera.

Arreglos instrumentales y vocales

En este corte de blues/rock destaca el sonido de varios instrumentos: el dibujado por las pinceladas de la admirable guitarra solista de George (que únicamente varía su repetitivo riff en el magnífico solo instrumental del puente), el de una insistente y tremendamente creativa línea de bajo que abre la interpretación combinándose con el piano en la intro y con la guitarra en el resto de la pieza, el del rítmico acompañamiento de batería y, sobre todo, el de un piano preparado que soporta la melodía principal de la canción, apoyado por un órgano Hammond que añade florituras. Harrison interpreta con aplomo su sección vocal, desprovista como era habitual en sus propias composiciones de registros incómodos, acompañado por unas discretas segundas voces de Lennon y McCartney perfectamente acopladas con la interpretación del guitarra solista. Como detallaremos más abajo, George grabó su pista de voz principal acurrucado en una esquina del estudio. Buscaba una sonoridad concreta, un cierto efecto de eco natural, pero son muchos los oyentes que a lo largo de los años han hecho pública su incomodidad con el resultado… y quizá con cierta parte de razón: hay pasajes en los que no es fácil identificar cuáles son las palabras exactas que está entonando.

No hay duda alguna sobre los instrumentos que escuchamos en Old brown shoe, y tampoco la hay de que Harrison, el autor de la pieza, fue el responsable de al menos una de las tres pistas de guitarra solista que incluye la grabación y también de la del órgano Hammond. Sorprendentemente, por motivos que se describen en el siguiente capítulo, a día de hoy sigue sin estar claro quién fue el ejecutante del arreglo de la guitarra de la toma básica (¿George o Paul?), del de bajo (¿George o Paul?), del de la guitarra que reproduce el arreglo de este último instrumento (¿George o Paul?), del de piano (¿George, John o Paul?) e incluso del de batería (¿Ringo… o, una vez más, Paul?).

Grabación

Harrison presentó su nueva creación a sus compañeros el 27 de enero de 1969, cuando el grupo ya encaraba la recta final del proyecto que acabaría generando el álbum Let it be. Aquel día George tocaba la pieza al piano, el instrumento con el que había compuesto la canción. Inicialmente, Paul se sentó a la batería para acompañar a su colega. Siguieron ensayando la pieza, ya con Starr sentado ante su instrumento mientras Paul jugueteaba con una guitarra de George que, siendo zurdo, tuvo que interpretar volteada, y acompañados por el mismísimo Billy Preston haciéndose cargo de un bajo de seis cuerdas… y demostrando que era un músico tan versátil como sus antiguos amigos de Hamburgo. El tema reapareció de nuevo al día siguiente, aunque con Paul ausente: George trasladó inicialmente sus esfuerzos al piano eléctrico pero más tarde cedió el instrumento a Billy Preston. Lennon intentó ese mismo día, con poco éxito, crear un acompañamiento de guitarra; de hecho, en aquel momento parecía francamente poco interesado en la canción de Harrison, aunque acabó enamorado de la música (no tanto de la letra) y fue él quien sugirió un par de meses después que la pieza ocupara la cara B del siguiente single del grupo. Starr, por su parte, concibió un patrón de batería que ponía los acentos en el off-beat y que sin duda influyó en el arreglo final, aunque es altamente probable que no lo tocara él mismo en la grabación definitiva. La canción sonó hasta ocho veces aquel día. A pesar del esfuerzo, y de que The Beatles ensayaron la canción el 29 de enero todavía una vez más, la banda no llegó a plantearse la posibilidad de abordar tomas formales de la canción y menos todavía tocarla en el concierto a celebrar en la azotea al día siguiente: Harrison se negó a incorporar composiciones propias al repertorio de la actuación no anunciada.

Old brown shoe llegó formalmente al estudio de grabación el 25 de febrero de 1969. Aquel día, quizá para conmemorar su vigesimosexto cumpleaños, George se encerró a solas en las instalaciones de EMI (estudio desconocido, horario también desconocido) y produjo maquetas de estudio, grabadas en una mesa de ocho pistas, de tres nuevas composiciones propias, probablemente para que el resto del grupo las conociera y cada uno ensayara su parte. Las canciones registradas en aquella jornada fueron Old brown shoe (dos tomas), All things must pass (dos tomas) y Something (una toma), todas ellas registradas con guitarra y voz por Harrison y la primera también con piano. De hecho, la toma base de Old brown shoe fue interpretada con acompañamiento de teclados (Harrison cantaba a la vez) y solo más tarde George añadió dos pistas de guitarra, una de las cuales ya preconfiguraba el extraordinario arreglo de bajo de la versión final. El triple LP Anthology 3 (Apple PCSP 729, 28 de octubre de 1996) recogió una toma de cada una de las tres maquetas. En el caso de Old brown shoe, se trataba de la toma 2 de la canción. La banda de Liverpool acabó grabando y publicando dos de las tres creaciones de George, la que nos ocupa en este momento y Something, que vio la luz en el álbum Abbey Road, pero incomprensiblemente dejó pasar la oportunidad de registrar la extraordinaria All things must pass, una pieza claramente inspirada en el sonido de The Band. En todo caso, no cayó en el olvido. De hecho, dio título al primer trabajo en solitario de Harrison, un impresionante triple LP (Apple STCH 639, 30 de noviembre de 1970). La pieza ya se había ensayado durante las sesiones del inédito LP Get back.

La generosidad de George

Después de grabar las maquetas, Harrison se las presentó a Joe Cocker (hay incluso quien conjetura con que el cantante estaba presente en el estudio aquel 25 de febrero de 1969) y le propuso que eligiera entre Old brown shoe y Something para grabar su propia versión. Cocker optó con perspicacia por Something, pero también quedó impresionado con la alternativa.

«Me sorprendió lo brillante que era, porque tocaba unos acordes muy sencillos y creaba una melodía a partir de ellos. Y me dio Old brown shoe para que la trabajara, aunque nunca hice nada con ella» (Joe Cocker, 1982).

La grabación definitiva de la canción comenzó en el estudio 3 de EMI el 16 de abril de 1969. Solo habían transcurrido dos días desde el registro de The ballad of John and Yoko. Todo apunta a que la composición de Harrison se registró expresamente para servir de complemento al single que Lennon todavía pretendía poner en el mercado de forma inmediata y no para el álbum que, aún de una forma un tanto desordenada, The Beatles habían empezado a registrar y que acabaría titulándose Abbey Road (aunque en realidad a estas alturas los de Liverpool seguían pensando que los temas que estaban grabando acabarían formando parte del LP Get back, que no llegó a ver la luz). Por la tarde, entre las dos y media y las cinco, Harrison grabó una nueva demo de la canción que no se conserva: probablemente la cinta se reutilizó horas más tarde. En la sesión de la noche (de siete de la tarde a tres menos cuarto de la madrugada), y ya con el resto del grupo presente, se abordaron cuatro tomas básicas de Old brown shoe, además de otras trece de Something que no habrían de utilizarse.

The Beatles habían hecho los deberes. Las cuatro tomas (la primera de ellas incompleta) demostraron que los compañeros de banda de Harrison había interiorizado la canción, y la combinación de la guitarra solista del autor del tema (que también cantaba a la vez), del piano y de la batería resultó perfecta.

¿Solo tres instrumentos? Pues sí… y entramos en terreno espinoso: en su libro The complete Beatles recording sessions (Hamlyn, Londres, 1988), Mark Lewisohn dejó establecido que en las cuatro tomas básicas de Old brown shoe George tocaba la guitarra solista (pista 3) y cantaba la pista vocal principal (pista 2), Paul tocaba un piano preparado (pista 4), Ringo se encargaba de la batería (pista 1) y John se hacía cargo de un arreglo de guitarra rítmica que fue más tarde eliminado (pista 8). Durante décadas esta distribución de roles se dio por indiscutible y es la que han seguido decenas de autores (Andy Babiuk, Bruce Spizer, Ian MacDonald, John C. Winn, Kennet Womack y Kit O’Toole entre muchos otros). Fue Kevin Howlett quien presentó ante el mundo un escenario completamente distinto en 2019, en las notas incluidas en el libro que acompañaba la edición deluxe de Abbey Road: el autor aseguraba que Ringo Starr no pudo acudir a esta sesión por el mismo motivo por el que se había ausentado dos días antes de la grabación de The ballad of John and Yoko: estaba en pleno rodaje de la película The Magic Christian. En la crónica de Howlett la toma básica incluye la batería también en la pista 1, pero la toca McCartney; a Harrison cantando en la pista 2 y tocando la guitarra en la 3; y a Lennon, no a McCartney, tocando el piano preparado en la 4. Ninguna referencia a una guitarra rítmica más tarde eliminada. Howlett contaba con un sólido argumento en el que apoyar sus afirmaciones: en la edición deluxe de Abbey Road aparecía la toma 2 de Old brown shoe, y escuchamos la voz de George, guitarra solista, piano, batería… y nada más. Dave Rybaczewski sugiere todavía una tercera alternativa en su web Beatles music history! The in-depth story behind the songs of The Beatles!: acepta que solo hay tres instrumentos en la toma básica pero insiste en atribuir la batería a Ringo y, para complicar un poco más el escenario, propone como hipótesis una distribución de intrumentos alternativa en la que George se hace cargo del piano y Paul de la guitarra. Rybaczewski incluso especula con la posibilidad de que el arreglo de este último instrumento fuera una creación de McCartney. Basa su apuesta en lo difícil que habría resultado para Harrison cantar y tocar la complicada línea de guitarra de forma simultánea, con sus riffs asecendentes y descendentes, y en el hecho de que George escribió la canción al piano y siguió tocándolo en los ensayos de enero y en la grabación de las maquetas de estudio.

A partir de aquí las narraciones de todos los autores convergen en lo esencial. Sobre la toma 4, y en la pista 5, Lennon y McCartney añadieron en primer lugar sus segundas voces. A continuación, en la pista 6, quedaron registrados el bajo y una guitarra solista que doblaba las notas del primer instrumento en algunos pasajes. Luego George rehízo su interpretación vocal eliminando en el proceso el registro original (pista 2), acurrucado contra una esquina del estudio para conseguir un eco natural en su voz. En la narración de Howlett (pero no en la de Lewisohn), mientras Harrison recreaba su interpretación vocal principal Lennon y McCartney sumaban una segunda pista de segundas voces. Este mismo autor apunta que todas las voces fueron distorsionadas a conciencia por el ingeniero de la sesión, Jeff Jarratt.

Las historias convergen, sí, pero sigue habiendo un elemento de conflicto, el de la identidad del intérprete del soberbio arreglo de bajo. Todo apunta a que lo ejecutó McCartney aunque, eso sí, replicando el arreglo que Harrison había tocado con guitarra en tonos graves en su demo del 25 de febrero, y hay un argumento de peso para pensar de esta manera: en la misma pista en la que suena el bajo se escucha una guitarra solista que fue tocada simultáneamente y que ejecuta el mismo arreglo, y lo lógico es pensar que esa guitarra fue responsabilidad de Harrison (aunque cabe la posibilidad de que Harrison tocara el bajo y Paul la guitarra). Paul y George ya habían grabado de forma similar tres años atrás durante el registro de And your bird can sing. En todo caso, el compositor del tema estaba convencido años después de que el bajo era obra suya, aunque lo más probable es que se equivocara: quizá recordaba la sesión del 25 de febrero, en la que fue él quien dobló los dos sonidos… tocando, eso sí, dos líneas de guitarra, no una de guitarra y otra de bajo. En una entrevista concedida a J. Kordosh para la revista Creem, y cuando el periodista le comentó que el bajo de Old brown shoe “suena como si a McCartney se le hubiera ido la pinza otra vez”, el guitarrista respondió:

«Ese era yo lléndoseme la pinza. Hago exactamente lo que hago también en la guitarra» (George Harrison, 1987).

Ya era noche cerrada cuando The Beatles dieron el trabajo por terminado y el equipo técnico procedió a encarar una mezcla estéreo de la pieza. Hicieron falta cuatro intentonas, de las que se seleccionó la tercera. El grupo siguió trabajando unas horas más en el estudio, encarando un primer intento de registro de Something. Es posible que esta último tramo de la sesión contara con la presencia de Ringo… pero parece improbable: según Kevin Howlett, en aquel primer registro de Something John tocaba el bajo (pista 1), Paul la batería (pista 2), George la guitarra (pista 3) y George Martin el piano (pista 4).

Aquella primera mezcla estéreo debió dejar a George insatisfecho, así que volvió al estudio dos días después para terminar de pulir los arreglos de Old brown shoe. John también estaba presente, pero no participó en el remate de la canción de su compañero. Harrison añadió en primer lugar una nueva línea de guitarra solista claptoniana filtrada a través de un altavoz Leslie en la pista 7 y, a continuación, registró unos adornos con el órgano Hammond en la pista 8… de forma que, si creemos a Mark Lewisohn, eliminó la guitarra rítmica original de John (inexistente en la versión que defiende Kevin Howlett). Tras trabajar sobre la grabación de dos y media de la tarde a diez y media de la noche, Harrison y Thomas mezclaron la pieza en estéreo hasta diecinueve veces, si bien solo diez de las intentonas fueron completas, y finalmente se dieron por satisfechos a la una de la madrugada con la última… aunque dejaron escrita una acotación al lado de las notas correspondientes al registro de batería en las que indicaban que el sonido del instrumento contenía crujidos que debían ocultarse mediante fundidos. Quizá nunca se abordaron, o al menos al equipo técnico se le escapó alguno: en 0’06”, en el mismo momento en el que el instrumento entra en escena, se aprecia perfectamente el defecto en el centro del estéreo. Harrison había terminado por fin con Old brown shoe, pero no se marchó a casa: de hecho, siguió trabajando hasta las cuatro de la mañana, junto a Lennon y al equipo técnico, registrando pistas de guitarra en I want you (She’s so heavy), un tema que había llegado al estudio el 22 de febrero anterior.

Versiones, variaciones y reediciones

Versiones

  1. La grabación original de estudio, aparecida por primera vez en el single The ballad of John and Yoko (Apple R 5786, 30 de mayo de 1969).
  2. La maqueta de estudio grabada en solitario por George Harrison en los EMI Studios el 25 de febrero de 1969. Contiene una pista básica de piano y voz, una sobregrabación de guitarra que remeda el sonido de un bajo y otra pista más del mismo instrumento que embellece el puente y la coda. Apareció, con un fundido final que acortaba su duración original, en el triple álbum Anthology 3 (Apple PCSP 729/TCPCSP 729/CDPCSP 729, 28 de octubre de 1996).
  3. La toma 2 de estudio, grabada el 16 de abril de 1969. Contiene guitarra solista, piano preparado, batería y una pista provisional de la voz principal de Harrison. Fue publicada en las versiones en 3 LPs, 3CDs+DVD y álbum digital de Abbey Road – Anniversary super deluxe edition (Apple/Universal Music 0602508007446/0602577921124/sin referencia, 27 de septiembre de 2019) con el título Old brown shoe (Take 2) en los formatos físicos y Old brown shoe – Take 2 en los digitales.

Variaciones y reediciones de la versión 1

  1. La mezcla estereofónica original, utilizada también en las ediciones estadounidenses, acometida el 18 de abril de 1969. El sonido de la guitarra solista registrada en la pista básica fue tratado con ADT en la mezcla. Se escucha en el centro del estéreo al inicio de la canción y después se desplaza hacia ambos canales. La batería está anclada en el centro, igual que el solo de guitarra y todas las voces. El órgano Hammond, el bajo y la guitarra que remeda el sonido de este instrumento se escuchan a la izquierda. El canal de la derecha reproduce el sonido del piano.
  • The ballad of John and Yoko, single, Apple R 5786, 30 de mayo de 1969 (primera edición y reediciones 1-5)
  • The Beatles/1967-1970, 2 LPs/cassette/cartucho, Apple PCSP 718/TC2-PCSP 718/8X2-PCSP 718, 19 de abril de 1973 (primera edición y reedición 1)
  • Hey Jude, LP/cassette, Parlophone PCS 7184/TC-PCS 7184, 11 de mayo de 1979 (primera edición)
  1. Una reducción al mono de la mezcla estéreo, utilizada para el lanzamiento del single en algunos mercados europeos que todavía no habían transitado hacia las ediciones de sencillos estereofónicos: Francia (Apple 2C 006-04.108 M, 30 de mayo de 1969), Italia (Apple QMSP 16456/3C 006-04108 M, 30 de mayo de 1969), Países Bajos (Apple 5C 006.04108 M, 6 de junio de 1969), Portugal (Parlophone PDP 5092, junio de 1969) y España (Odeon 1J 006-04.108 M, 15 de julio de 1969). Esta variación nunca ha aparecido en el Reino Unido.
  2. La remasterización de 1988, estereofónica y basada en la variación 1.
  • The ballad of John and Yoko, single (reediciones 6-12)
  • The Beatles/1967-1970, 2 LPs (reediciones 2-5)
  • Past masters – Volume two, CD, Parlophone CD-BPM 2, 8 de marzo de 1988 (primera edición y reediciones 1-3)
  • Past masters – Volumes one & two, 2 LPs/2 cassettes, Parlophone BPM 1/TC-BPM 1, 24 de octubre de 1988 (primera edición y reediciones 1-2)
  1. La edición estándar a partir de 2009, una remasterización digital en estéreo basada en la variación 1.
  • The Beatles/1967-1970, 2 LPs (reediciones 6-7)
  • Hey Jude, LP (reediciones 1-4)
  • Past masters, 2 CDs, Apple 5099924380720, 9 de septiembre de 2009 (primera edición y reediciones 1-4)
  • The Beatles/1962-1966 / The Beatles/1967-1970, 4 CDs, Apple 5099990991127, 18 de octubre de 2010
  • The Beatles for kids – Colours, EP digital, UMG Recordings, sin referencia, 29 de enero de 2021
  1. La mezcla digital definitiva para vinilo, en esencia igual que la variación 4 pero tratada con ecualización propia para adaptarse al formato.
  • The ballad of John and Yoko, single (reedición 13)
  • The Beatles/1967-1970, 2 LPs (reediciones 8-9)
  • Past masters, 2 CDs (reediciones 5-7)
  1. Una nueva mezcla estéreo, aparecida en 2023.
  • The Beatles/1967-1970 (2023 edition), 3 LPs/3 LPs en vinilo azul/2 CDs/álbum digital, Apple/Universal Music Group International 0602455920805/0602455920898/0602455920959/sin referencia, 10 de noviembre de 2023
  • The Beatles/1962-1966 / The Beatles/1967-1970 (2023 edition), 6 LPs/6 LPs en vinilo rojo y azul/4 CDs, Apple/Universal Music Group International 0602455921000/0602455920539/0602458503203, 10 de noviembre de 2023
  1. La mezcla estéreo de 2023 en versión Dolby Atmos.
  • The Beatles/1967-1970 (2023 edition), álbum digital en Dolby Atmos, Apple/Universal Music Group International, sin referencia, 10 de noviembre de 2023

Éxito en listas

Old bown shoe fue una de las pocas caras B de un single de The Beatles que no consiguió asomarse a las listas estadounidenses, pero fue oficialmente número 1 en Australia y en la región belga de Valonia: en ambos mercados era costumbre tratar los sencillos de The Beatles como discos de doble cara A y las dos vueltas recibieron el mismo trato que The ballad of John and Yoko.

Repercusión social

Muchos fans casuales de The Beatles no conocen Old brown shoe, a pesar de que es uno de los cuatro temas compuestos por Harrison que se ganó un puesto en la mítica recopilación de 1973 The Beatles/1967-1970, al lado de pesos pesados del calibre de While my guitar gently weeps, Something y Here comes the sun. La crítica general ha tendido también a ignorarla, pero aquellos sibaritas que la tienen en alta estima la consideran una de las propuestas más sólidas de George o incluso del repertorio completo de The Beatles.

Apariciones audiovisuales

Televisión

  • The Beatles: Get back – Part 3: Days 17-22 (Disney+), estrenado el 27 de noviembre de 2021. Incluye dos secuencias en las que se escucha Old brown shoe. La primera fue rodada al inicio de la sesión celebrada en el Apple Studio el lunes 27 de enero de 1969, cuando Harrison presentó este tema al piano como una composición escrita la noche anterior. El resto de los músicos se fueron sumando a la interpretación, primero McCartney a la batería, sustutuido a continuación por Starr mientras Paul se hacía con la guitarra de George y Billy Preston tocaba un bajo de seis cuerdas. La segunda secuencia en la que se escucha la canción fue rodada al día siguiente y muestra a los músicos ensayando la pieza sin McCartney, que se ausentó durante unas horas por un asunto privado. Al inicio Harrison se ocupó del piano eléctrico mientras Preston tocaba una guitarra, y a continuación el teclista estadounidense sustituyó a George, que se limitó a cantar.

Carreras en solitario

George Harrison

  • En vivo: Gira “Rock legends”, George Harrison with Eric Clapton and his Band, Japón, 1991.
  • En vivo: Concierto “The Natural Law Party presents George Harrison & Friends”, George Harrison & the Hi Jack Band, Londres (Reino Unido), 6 de abril de 1992.
  • En disco: Live in Japan, George Harrison with Eric Clapton and Band, 2 LPs/2 CDs, Dark Horse 7599 26964-1/7599-26964-2, 13 de julio de 1992.

George Harrison y Old brown shoe

The Beatles nunca tocaron Old brown shoe en directo, y tampoco lo hizo George hasta la gira japonesa que ofreció junto a la banda de Eric Clapton en diciembre de 1991. Aquel tour tuvo su reflejo discográfico en un doble LP firmado por George Harrison with Eric Clapton and Band y titulado Live in Japan. La versión de Old brown shoe que aparece en el álbum fue grabada el día 17 de diciembre en Tokio y es la segunda canción del disco, como lo era del repertorio de los conciertos, precedida únicamente por I want to tell you. La pieza fue interpretada de nuevo en el recital ofrecido por George en el Royal Albert Hall de Londres el 6 de abril de 1992 a favor del Natural Law Party.

Versiones relevantes

Old brown shoe fue la canción que eligió Gary Brooker, el antiguo cantante de los exitosos Procol Harum, para recordar a Harrison en el evento “Concert for George”, celebrado en el Royal Albert Hall de Londres el 29 de noviembre de 2002 en homenaje al guitarrista, fallecido un año antes. Brooker había sido telonero de los propios Beatles en la gira británica de diciembre de 1965 con su banda The Paramounts, cuyos miembros acabaron reuniéndose de nuevo en Procol Harum. La grabación aparece en el doble CD Concert for George (Warner Strategic Marketing 8122 74546 2, 17 de noviembre de 2003) y en el doble DVD del mismo título (29 de noviembre de 2003).

«Es una canción muy difícil de cantar; es totalmente George Harrison, y tienes que convertirte en una persona diferente para poder cantarla. Me llevó mucho, mucho tiempo aprenderla y aun así no pude cantarla como George» (Gary Brooker, 2006).

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