Home Mientras tanto Tiago y Marcelo en la IV Feria Ibérica de Teatro (y VII)

Tiago y Marcelo en la IV Feria Ibérica de Teatro (y VII)

(Puedes leer todos los episodios aquí.)

[Mirad, soy Marcelo, sí. Tiago me ha pedido que termine de contar cómo fue la pasada Feria Ibérica de Fundão, la cuarta edición, la de junio de 2023, ¡pero es que no me acuerdo! Ay, si me lo hubiera pedido por entonces, cuando aún me acordaba… Los murciélagos somos así, de memoria frágil… Ya le he dicho a Tiago que haga memoria él, que también estuvo allí, y es más joven que yo (es mi hijo)… Pero la última tarde iba ya algo perjudicado por culpa de un murciélago desconocido… En fin, lo contaré como pueda, pero a lo mejor mezclo un poco las cosas…]

Estábamos en el Moagem, después de comer y de tratar de dormir la siesta en mi caja de cereales; digo tratar de dormir, porque se volvió a meter Roberta conmigo en la caja, pues como el día anterior habíamos visto una función cogidos de la alita, pensaba que todo el monte era orégano. Si no entendéis lo del orégano, ya os lo explicaré otro día. Para el espectáculo éramos seis: el avestruz, Finea, Sabina, Tiago, Roberta y yo. Sí, el avestruz decidió no perderse ni una función la última tarde. A mí no me preguntéis por qué. Yo estaba ocupado en otras cosas: antes de que empezara el espectáculo, Roberta se estaba propasando y tratando de meterme mano, y yo trataba de impedírselo.

ROBERTA.- Marcelo, dame un abrazo ibérico.

MARCELO.- No me da la gana.

ROBERTA.- ¡Que me des un abrazo ibérico!

MARCELO.- ¡Que no quiero!

ROBERTA.- ¡Esta feria va de eso! ¡Del abrazo ibérico!

MARCELO.- ¡Tú estás chiflada! ¡Que te dé un abrazo ibérico el avestruz!

ROBERTA.- ¡El avestruz es portugués! ¡Se trata de que españoles y portugueses se den el abrazo ibérico! Yo soy portuguesa, y tú español. ¿A qué has venido a esta feria si no es a darme un abrazo ibérico? Además, es que si el avestruz me abrazara, me aplastaría.

MARCELO.- ¡No podría, porque el avestruz no tiene brazos, imbécil!

TIAGO.- ¡Papá, compórtate!

MARCELO.- ¡Pero si es ella la que no me deja!

TIAGO.- ¡No puedes estar todo el día insultando a mis amigas!

MARCELO.- ¿Esta pesada es tu amiga?

ROBERTA y TIAGO.- ¡Pues claro!

AVESTRUZ.- A ver, que esto va a empezar, por favor…

ESPECTADORA ENFADADA.- A ver, el avestruz que está hablando… ¿No te puedes poner en un lateral? ¡Que con ese cuello tan largo no nos dejas ver!

AVESTRUZ.- Yo de aquí no me muevo… ¡Hubiera venido usted antes, señora!

ESPECTADORA ENFADADA.- ¡Maleducada! ¡Que la echen!

AVESTRUZ.- ¡Yo he pagado mi entrada!

Nadie estaba a gusto con su asiento, típico de los teatros… Quedaba poco para que empezara un espectáculo muy lindo hecho con las manos, que se llamaba U.MANI.TÀ, del italiano Jacopo Tealdi.


U.MANI.TÀ
, del italiano Jacopo Tealdi.

No os puedo contar cómo fue la obra porque pasé todo el rato tratando de que Roberta no me metiera mano, y de que Tiago no se diera cuenta de que yo estaba insultándola con los ojos. ¿Sabéis insultar con los ojos? Yo aprendí allí.

En cuanto terminó, traté de salir volando a la Praça do Municipio a ver Rojo de Mireia Miracle, pero me detuvo una oveja a medio camino. Como recordaréis, Tiago había estado unos días antes jugando con las ovejas en la Quinta Pedagógica…

OVEJA.- ¿Dónde está tu hijo?

MARCELO.- No lo sé, y déjame en paz que vengo huyendo.

OVEJA.- ¿Huyendo de qué?

MARCELO.- A ti no te importa.

OVEJA.- ¿Tú qué opinas de la seguridad social universal?

Volé lo más alto que pude, no sabía qué pintaba una oveja preguntándome semejantes cosas cuando iba a empezar una función de la feria… Llegué a la plaza y me acomodé en lo alto de un árbol. Pero una paloma se me acercó.

PALOMA.- La feria acaba hoy.

MARCELO.- Ufff.

PALOMA.- ¿Ufff, qué?

MARCELO.- Que ya lo sé, no me interrumpas.

PALOMA.- El año que viene, en 2024, se hará la quinta edición. ¿Crees que será tan buena como esta?

¿Por qué los animales de Fundão no me dejaban en paz?

MARCELO.- Déjame disfrutar de lo que queda de feria.

PALOMA.- Yo ya me he inscrito para el año que viene. Durante toda la V Feira Ibérica de Fundão voy a tener un cartón con mi nombre colgado del cuello, como todos los acreditados.

MARCELO.- Todavía no puedes inscribirte, si aún no ha terminado esta edición.

PALOMA.- Yo es que colecciono los cartones estos que se cuelgan del cuello. Ya tengo tres.

Pensé que mejor era no seguir respondiendo, porque el cerebro de esta paloma no debía regir muy bien… Pero, entonces, se posó Tiago a mi lado y casi se cae de la rama.

TIAGO.- Papá, estoy piripi.

MARCELO.- ¿Qué?

TIAGO.- He ido con un murciélago desconocido y con Roberta a buscarte, y hemos pasado por una terraza en que algunos de la feria estaban bebiendo cervezas, y hemos rebañado los vasos cuando no miraban. Por cierto, dice Roberta que esta noche te vas a enterar.

MARCELO.- ¿Y tu madre?

TIAGO.- No tengo ni idea.

El espectáculo empezó y yo pasé el rato intentando que Tiago no se cayera de la rama… En fin… Sacrificios que hace uno cuando es padre.


Rojo
de Mireia Miracle

MARCELO.- ¿Ella te ha dejado beber?

TIAGO.- No, ella me ha dejado con el murciélago desconocido que se llama Francisco y se ha ido con Gonçalo a comprar toallas, que dice que es algo que los humanos de hace años hacían cuando venían a Portugal.

MARCELO.- Entonces no es un murciélago desconocido, ya sabemos al menos cómo se llama.

TIAGO.- Lo que no sé es qué va a hacer ella con una toalla, si no se ha lavado en la vida, ni siquiera las legañas…

MARCELO.- Creo que lo de las toallas es una excusa.

TIAGO.- ¿Una excusa? ¿Mamá miente?

MARCELO.- Uy, no es por meterme con tu madre, pero…

TIAGO.- Papá, ¿yo soy guapo?

Preferí no responder a esa pregunta y me quedé mirando embobado a Mireia Miracle hasta que terminó, y sujetando a Tiago con el ala izquierda. Después me lo llevé a la Quinta Pedagógica para cenar, o más bien para que él engullera algo y le bajara la cerveza… Pero Roberta me persiguió. Iba con Sabina (que, lógicamente, no había comprado ninguna toalla) y con quien resultó ser Francisco. Y también iban Gonçalo, el avestruz, la oveja, la paloma y otro montón de murciélagos y murciélagas, y detrás de todo este grupo animal, la gente con el cartón colgando, como decía la paloma, es decir, los acreditados y las acreditadas.

MARCELO.- ¡Que me dejes! ¡Pesada!

ROBERTA.- Sé que hace dos años dejaste embarazada a Sabina, aquí presente.

SABINA.- Es cierto, Marcelo.

MARCELO.- ¿Y?

PALOMA.- ¿Te llamas Marcelo?

ROBERTA.- Bueno, pues que a ella no le hiciste ascos…

MARCELO.- Sus primos me emborracharon.

SABINA.- Tampoco soy tan fea.

AVESTRUZ.- Tengo hambre.

ROBERTA.- ¿Estabas tan borracho como lo está Tiago?

PALOMA.- He oído hablar bastante de ti.

GONÇALO.- Es un murciélago que vive en Madrid y dicen que allí va al teatro, pero yo no me lo creo…

ROBERTA.- Esta noche te espero, Marcelo.

AVESTRUZ.- ¡Tengo un hambre de avestruz!

PALOMA.- ¿A ti qué te gusta más, el teatro de texto o las artes vivas?

Y ya no me acuerdo del resto de la conversación, me limité a comer lo que pillé y a darle algo a Tiago, para ir luego al Pabellón Multiusos y ver Frágil, un espectáculo de circo de la portuguesa Companhia Absurda. Después, en el sitio llamado Nucleo do Sporting Clube de Portugal do Fundão, iba a haber un concierto de Pedro e Mel…

¿Me enteré de algo del concierto? A ver, he de confesar que entre Francisco, Roberta, Gonçalo y algún otro, no sé qué me hicieron, y que lo siguiente que recuerdo fue que estaban dando los premios del público y del jurado… El del público al mejor espectáculo fue para André & Dorine de Kulunka Teatro. En cuanto al premio del jurado  (que parece ser que el jurado era una gente que había llevado muy en secreto su labor como jurado) fue para Ma solitud, de Guillem Albà, «porque en la época que vivimos, marcada por la tecnología, fue un espectáculo de sorprendente sencillez, equilibrado tanto desde el punto de vista técnico como artístico, cercano e íntimo y capaz de conmover a todos los públicos».


Ma solitud
de Guillem Albà

Y también hubo una mención especial para Une partie de soi, de la compañía portuguesa O Último Momento, «por ser un trabajo sutil, innovador y de una gran contención que exige en el público una atención, sensibilidad y concentración que no son habituales en un trabajo de teatro de calle».


Une partie de soi
de O Último Momento

Y después de los premios, no sé… A Tiago no le vi hasta el día siguiente en que amanecimos ambos en una alcantarilla. A Roberta no la he vuelto a ver. A Sabina, claro, la he visto en mi supermercado madrileño… Pero no hemos hablado de aquella última noche. Tengo un vago recuerdo… Algunas imágenes me vienen a la mente… Una oveja sobre un avestruz, recorriendo la plaza… Carreras de murciélagos con botellines de cerveza… Un concurso de belleza de palomas… Realmente me da miedo ir de nuevo a Fundão, a la V edición de la Feria Ibérica, porque no tengo muy claro lo que hice la última noche…

Ahora, como os estoy contando esto ya en junio de 2024, os puedo decir que la quinta edición será del 26 al 29 de junio, que la paloma se ha acreditado, y que la programación está en la web. Y por ahora no os puedo decir más. Deseadme suerte.

Marcelo, el murciélago

 

Videoresumen de la Feria Ibérica de Fundão 2023

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