Hay autores que hacen de sus obras pequeñas capsulas del tiempo. Piezas que apelan a sentimientos universales y cuestiones del ser humano. Arthur Miller es uno de ellos. El director argentino Claudio Torcachi lleva al Teatro Español de Madrid una de esas joyas, Todos eran mis hijos, en la que la critica a la sociedad americana de mediados del siglo XX se convierte en un recordatorio de los valores más elementales del ser humano