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Mientras tantoTodos los días un Faba, por lo menos.

Todos los días un Faba, por lo menos.


 

Me llamo Julio José de Faba, y creo que el lector y visitante de esta Huerta, se merece algunas explicaciones, ya que hace unas semanas hemos iniciado -sin previo aviso- una segunda época en esta pequeña Huerta retirada.

 

Mi hermano pequeño Gabriel es un hombre de imágenes. Desde muy pequeño, ya era todo un basurillas. Llegaba a casa con los bolsillos llenos de porquerías, que había encontrado tiradas en el suelo, y que él, con su imaginación fantástica, convertía en tesoros animados. Decía que de mayor, quería ser clochard universitario. Cuando se puso de moda la palabra Reciclaje, en el mundo de Gabriel esa novedad ya estaba anticuada.

 

No sólo planta cactus y flores en cacharros insólitos rescatados de la basura, sino que demuestra una lealtad inquebrantable a los materiales pobres, usados y de desecho, a los que dice, darles la segunda oportunidad que todos merecemos. “Hay que saber descubrir la belleza de lo viejo, porque en el fondo de la vejez vemos el rostro risueño del tiempo; a eso, en Japón le llaman Yugen”, afirma con una vehemencia no ausente de pedantería. Hay que disculparlo, sigue sintiéndose tan joven como ingenuo.  

 

Gabriel Faba es ahora el gobernador y el horticultor de esta Huerta. Desde primeros de Octubre llevan apareciendo entradas diarias con reproducciones de sus dibujos y sus cuadros, así como de fotografías del Jardín Ecléctico que instaló en su terraza con el mismo nombre que este blog.

 

Si yo, Julio José, estoy muerto de un infarto, y escribo desde mi Huerta final del Retiro, porque mantengo ciertos contactos ultraterrenales; mi hermano Gabriel sigue vivo, pero como lo está un monje de clausura, encerrado en su convento. En su Quinta de Santiago realiza sus labores cotidianas, y cultiva sus devociones espirituales con absoluta armonía y templanza. Gusta Gabriel de nombrar así  a su casa, en homenaje a su vecino M. J. de Larra, que llamaba a la suya, Quinta de San Nicolás, situada en la primera manzana frente a su casa.

 

El Faba cadáver y el fabita franciscano no son precisamente un par de intrépidos reporteros, que van a los pies de los caballos de la noticia; más bien serían una tomatera y su sombra, y lo que ambas podrían contarnos de su tranquila y apasionante existencia.

 

A la sombra de Faba se llamaba la entrada publicada por mi hermano Gabriel en este mismo blog hace más de un año, y en la que planteaba su reivindicación a publicar sus trabajos plásticos y visuales en entradas regulares y frecuentes. Pues podemos decir que lo ha conseguido con creces: ahora  la foto que ilustra el perfil del autor de este blog es la suya; y ha sustituido  el currículum de Julio José, por una descripción somera de las intenciones de su trabajo plástico y artístico.

 

Yo, Julio José sigo manteniendo la titularidad, por aquello del respeto a los antepasados; y como ven, tengo la puerta abierta para publicar mis propias entradas de texto, que seguirán llegando paulatinamente.

 

Sin embargo, a los dos nos ha parecido oportuno, informarles que el Faba de ahora, el que da la cara a diario en este blog, es Gabriel Faba, el pintor oficial y cabeza de esta familia de la Huerta del Retiro, (aunque sea yo quien siga escribiendo los textos).

 

Y como Gabriel es el autor del dibujo de Julio José, que ha encabezado este blog desde sus comienzos, exige su derecho a reproducirlo completo, (al inicio de de esta columna); junto con el retrato fotográfico que le tomara su amigo Juan Manuel Sánchez, hace años en Oporto, como punto final a estas apreciaciones sobre los hermanos Faba.  

 

Esperamos que las novedades resulten de su agrado.

 

 

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