Guerra de guerrillas
una noche de malos pasos y traspiés y tumbos y retumbos en north hollywood avenue
el viejo cascarrabias cabrón me dijo:
un poema, my friend, es una ciudad en guerra
a lo cual le respondí, como retándolo a los puños:
la única guerra que conozco es la que entablo conmigo mismo
todas las mañanas
pierdes tu tiempo, eres todavía joven y algo pendejo, me respondió el viejo cochinetas,
a lo cual añadió, mientras soltaba, ese fue mi cálculo, al menos medio galón de ruidosa y
espumosa y resplandeciente orina en plena noche
de oscuras y aceitosas aceras en north hollywood:
la peor y más nefasta guerra ocurre entre los propios poetas, you buddy
los psicópatas de la matazón de mi lai se quedan cortos:
piensa en cuántos poetas podrían haber sido miembros de la compañía Charlie:
fuego indiscriminado contra aldeanos inocentes:
civiles niñas mujeres puercos perros mascotas
la orden del capitán ernest medina, sancionada por el general william westmoreland
era unívoca, hijo de puta: “disparen a todo lo que se mueva”
pues bien, amigo mío, entre poetas abundan dementes aspirantes a medinas y westmorelands
okey, respondí, en mi país hay violencia y hoy por hoy el arma al uso es el machete
y ya si nos ponemos heavies, el ak-47, mejor conocido como:
cuerno de chivo
ya dije que eres todavía joven y pendejo: no seas ingenuo:
naïve, para usar una expresión que les florece como herpes
en los finísimos labios a los colegas poetas, en mi país y el tuyo
el cual por lo visto ofrece esperanzas si un jodido fusil lleva por nombre
«goat-horn»: eso sí es poesía
sí, contesté, es muy popular el cuerno de chivo en el patio trasero de ustedes
en lo personal, a la hora de tratar con poetas y poesía, precisó el viejo bardo
mientras extraía una lata fresquita de cerveza de un kooler destartalado,
prefiero recurrir a la navaja dentada
y eso?
inquirí nada más por por no dejar
es el arma más perfecta y digna en esta guerra de guerrillas
y también la más auténtica, llamémosle anti-poética:
hiere al entrar y vuelve a lastimar la misma herida al salir:
lo más parecido al camino que tiene que recorrer,
de ida y vuelta, cualquier tipejo como tú y yo en este mundo de ratas
o, díme tú, mexicano, conoces otra forma de vivir?
El partisano cumple 80 años
se trata naturalmente de una noticia que me importa a mí
y, con suerte, a otros seis o siete pelados
no importa
a quién, acaso a sus dos hijos, pueda importarle que leonard cohen
cumpla 80
80 añotes de andar por el mundo
80 años de apostar el todo por la nada
o vicerversa: es más o menos lo mismo
80 años de pasar de la poesía a la guitarra con poesía
y vivceversa
80 años vividos entre Montreal, las islas griegas y la mamada
que famosamente le propinó Janis en el ascensor del chelsea hotel
80 años de atestiguar la desaparición de lugares
años durante los cuales, se dice, personas y fortunas se han esfumado
a veces como palabras en el polvo (dónde más?)
otras por efecto de las tranzas aplicadas a mansalva
por una manager hijadeputa que le vació la cuenta de banco
mientras leonard buscaba otra cosa
en un monasterio oculto en las colinas de california
me imagino que esa otra cosa pudo haber sido
otro destello de esa luz, escribió leonard cohen, que se abre paso
entre las grietas de todo cuanto puebla el globo terráqueo
(There is a crack in everything.
That’s how the light gets in.)
un nuevo álbum, el regreso a Montreal para celebrar esas 80 primaveras
precisamente la ciudad en que el invierno azota en su estado más feroz
(se entiende que le llegaras a las californias, leonard, clima más propicio
para aburrirse lo suficiente como para seguir escribiendo y
componiendo canciones, si no qué más?)
la misma ciudad donde vine al mundo
y en la que crecí, en el mismo barrio judío, calle st. urbain
y aquí aprovecho para anunciar una primicia:
las ocho columnas del templo:
a saber si yo también tendré la suerte de cumplir mis 80, quizás ni mis 70: 60: 50
lo más normal, y económico para mí, es volver a ciudad donde nací
en entresueños, en los poemas y canciones del cumpleañero en cuestión
en uno de sus poemas de juventud, leonard cohen dice que ha atentado contra el amor
(quién no? pregunto yo)
da gusto constatar que lo haya dicho un sobreviviente:
yo todavía sigo de cerca mi propia sombra, la vigilo
porque si de algo estoy seguro es que la muy cabroncita
anda a la busca de la mejor forma de atentar contra mí mismo
Desde el margen de las márgenes
hoy me desperté sin despertarme
me levanté de la cama sin levantarme
dizque iba ir a correr 45 minutos
apenas fui capaz de recorrer los 3 o 4 metros hasta la ducha
me duché sin ducharme
por todos los medios intenté que el agua no me tocara
ni siquiera una gota
acabé empapado en mis promesas de siempre
las nunca cumplidas (hay otras?)
sentado a la mesa desayuné sin desayunar
abrí el periódico del día y una fuerza como de 20 trenes de carga
me mandó volando hasta la orilla de la primera plana
decidí entonces que por el resto del día no haría otra cosa
que mantenerme en las orillas:
en las márgenes:
de la página del periódico
del impulso de escribir ese pinche “algo” que todos los días martiriza
de leer los libros aquellos que esperaban ser leídos
del libro collage de la artista karen green
y viuda de david foster wallace
un libro de tono entre confesional y cabreado por el acto suicida del ausente
(I am happy to be alive, you said. I am happy to be home.)
del librillo de panero: esquizofrénicas o la balada de la lámpara azul
y de cierto verso que me recuerda mi condición de mamífero
perteneciente al vasto reino animal
(Voy como un perro recorriendo el desierto)
del breve ensayo de william gass acerca de las melancolías del azul
(…the most suitable as the color of interior life.)
del libro de poemas en prosa de anthony seidman, motel insomnia
cuyas frases insistían en apartarme, si ello es posible,
de las márgenes que tan bien me estaban sentando esta mañana
(¿Has probado la soledad? Tiene un sabor acre, como una aspirina en la lengua.)
del fervor que nunca he experimentado con las primeas horas de nunca más para siempre
de escuchar por enésima vez, como si fuera la primera, los infinitos bootleg series de Dylan
y pasó el día entero
completito, al margen del día:
y el resto de la tarde y también las primeras horas de la noche
en que me pregunté acerca de la conducta patológica que mostraba al obstinarme
en mantenerme a las márgenes
en la orilla de la orilla:
hacer cualquier otra cosa me parecía la pobretona aspiración de quien se presenta
muy señor, muy esto y muy aquello
a punto estaba de completar el círculo
de mantenerme al margen de las márgenes
de mi vida (al menos por un día)
no se diga de la vida de los otros
cuando, acostado en mi cama, me distraje
(ahí vas, de pendejo)
y abrí a la rochefoucauld y leí su reflexión moral n° 200
(La virtud no iría tan lejos si la vanidad no le hiciera compañía)
y el día y la tarde y me temo que lo que resta de la noche
se fueron directo al centro de la mierda
directo a la médula donde todo es viscoso no hay márgenes ni orillas:
nada más mucha vanidad, demasiada virtud y poca compañía