Quien piense que esta recomendación es de una cafetería está equivocado. Esta es una forma de descansar, de desconectar y de sentir, como si fuera la primera vez, el placer de una café elaborado artesanalmente. No es solo que el local haya hecho de la ausencia de wifi su bandera, o que su camarero Mikel, parezca un maestro barista con sabiduría de hace dos siglos. No es eso. Al final de la Avenida Tolosa, detrás de la marabunta de turistas dorados en la playa de la Concha y al pie de una colina verde, el local ofrece a los clientes un remanso de paz, que nos lleva de vuelta al aroma de Italia. Caffè Terzi bebe de la tradición del espresso más italiana, y de la crema de leche “que parece la caricia de una madre” por su textura aterciopelada y sedosa. “Es una simbiosis de sensibilidad, de conocimiento, de disfrute y, sobre todo, de hacer disfrutar con el café”, describe el crítico gastronómico del Grupo Noticias, Mikel Zeberio. Café, cultura del café y cultura a secas.