La Pensión de las Pulgas es un espacio que reivindica un nuevo modo de entender el teatro. Situada en el que fue hogar de una de las grandes estrellas de principios del pasado siglo, la Bella Chelito, este apartamento del madrileño barrio de Huertas es a su vez escenario y patio de butacas. Y es que este proyecto de José Martret y Alberto Puraenvidia sigue la línea de su ya extinta Casa de la Portera, en la que los actores cambiaban de unas dependencias a otras según las exigencias de las diferentes escenas y con ellos, los espectadores, quienes pasaban a formar parte del escenario y, por ende, de la propia representación. Los próximos sábados del mes de julio las habitaciones de esta peculiar sala de teatro nos invitará a pasar un rato en la vida de Charles Howard Hilton, un célebre matemático al que los ecos de un escándalo del que pensaba haberse librado asaltarán una vez más la que debía ser una inquebrantable tranquilidad.