En portugués todavía suena más invitador, «Un eléctrico chamado desejo». Hacía veinte años que no subía a los grandes escenarios lusos este clásico contemporáneo, la pieza más celebrada de Tennessee Williams. Con dirección escénica de Diogo Infante y la participación estelar de la actriz Alexandra Lancastre como Blanche Du Bois, es uno de los acontecimientos de la rentrée teatral en Portugal. La actriz, que llevaba 13 años sin hacer teatro, declaró al «Jornal de Letras, Artes e Ideias», que está saboreando cada instante de este regreso: «No es fácil. La televisión es como el napalm, quema todo: lo bueno y lo malo de nuestro trabajo. El teatro nos exige otro nivel de entrega».