Una ardilla
atropellada
debo aprender a no mirarte
a pensar poco
a no pensar
cuando veías lo que yo
El mar el cielo un jardín de flores púrpuras de pinos de cedros
venados entre las matas, corriendo al lado del pantano, con el fondo de los pinos
la gaviota de pico rojo que alza el vuelo esa alondra
el pasto fresco un gorrión un nido un águila
ese pato que vuela con el fondo de la bahía
Ese molino de viento blanco que asoma allá en la isla de los
Gardiner.
Debo aprender a no pensar
(Tal vez un pescador con prisa, poco antes
de la noche
o un turista un distraído sobre un Jeep
o el worker más pendiente del teléfono que de la ruta)
Flores púrpuras chorlitos gorriones arbustos
musgo
hasta que un golpe seco
te borra todo esto.
Debo aprender a no mirarte