Hoy escribo la entrada más tarde que nunca, pero es que se me ha complicado el día.
Hemos tocado esta noche en Majadahonda y había que montar un par de temas en español. Esto no lo hacemos habitualmente, pero nos ha contratado un buen amigo… Así que a las 15,30 ya estaba Pedro esperando abajo para irnos a casa de Pablo. Pero Pablo no estaba en su casa, sino en una bar que se llama K’romander. Allí nos hemos tomado unos botellines y hemos comido. Consomé, chuletón de buey poco hecho y helado. Ha pagado Pablo.
Nos hemos subido a casa de Pablo y nos hemos puesto a tocar. La cosa estaba clara: “Quiero beber hasta perder el control” de Los Secretos y “¿Qué hace una chica como tú en un sitio como este?” de Burning. Una cosa sencilla. Unos chupitos de orujo de hierbas y la cosa iba sonando sin problemas.
Las 7,00 de la tarde; hay que irse porque tenemos que llegar y montar todo el equipo. Con la que está cayendo. Atasco y llegamos tarde. Descargamos la furgoneta de Pedro y lo dejamos todo preparado. Probamos los temas que hemos montado hace un rato y la cosa sigue sonando, así que nos vamos a cenar (parece mentira, pero ya es la hora de cenar). Más cerveza, unas raciones… y más cerveza.
De vuelta en el local, esperamos a que la cosa se anime un poco. Hemos dejado la cerveza y ya estamos en el mundo del hielo.
Empieza el concierto.
Un tema, otro tema, otro más y otro… Como ha venido Ramón Arroyo, tocamos “Quiero beber hasta perder el control”; la tarde empieza a amortizarse. La cosa sigue y nos estamos divirtiendo. Yo creo que el público también. De repente un tema de Burning, pero no es “¿Qué hace una chica como tú en un sitio como este?”, sino “Mueve tus caderas”. Jamás la he tocado, menos mal que es fácil y sale. Tocamos la versión de Danza Invisible de “The bright side of the road” de Van Morrison.
Seguimos adelante y la peña se va animando. Hay gente que baila. Hay gente que bebe. Hay gente que habla. Hay gente que se besa.
“Gloria” es un buen tema para el recontrol y para cerrar un concierto, pero no hemos terminado con él, sino con uno que no sabría decir cuál era, porque era una mezcla de muchos.
Casi nunca las cosas salen como las tienes planeadas. Y menos en un concierto.
Hemos salvado la noche. Nos hemos divertido y se han divertido. 75 pavos para cada uno y a casa; Pedro, Pablo y yo. Así son las noches de los grupos que tienen el privilegio de poder tocar en directo y cobrar por ello.
Mañana más.
@Estivigon