Agosto se acaba, como se apaga un cigarrillo. Tanto calor en los pulmones no debe resultar saludable. Y como no hay nada más barato que los días, que detrás de uno viene otro (como decía mi madre, que decía la suya), a un mes le sigue otro; y a septiembre le seguirá octubre, y así sucesivamente; lo importante será que nosotros sigamos respirando dentro de ellos, y lo demás es jauja.