Desde este restaurante de Benzú veo Gibraltar, Algeciras, Tarifa, montañas, molinos de viento, nubes, barcos, y escribo.
Benzú está al final de Ceuta y junto a la valla. Es probablemente el único pueblo* de España sin iglesia y con mezquita.
Un final.
El almuédano llama al rezo por los altavoces de un alminar iluminado. Escucho el maghreb a las 20.09 y el icha a las 21.30.
Las gaviotas vuelan contra el viento.
Muchas olas.
El color blanco y el azul oscuro.
Hay un breve islote, lo veo desde aquí, cualquier gaviota llegaría en un minuto, el agua del mar rompe con más fuerza.
Espero a que se haga de noche para ver las luces al otro lado, y este.
De camino a la parada del bus recorro la calle principal de Benzú, sopla el viento y varias bolsas de plástico cruzan.
Recuerdo las películas del Oeste, el caballero solitario llega a Red Rock (última pedanía de Oklahoma City), nadie sabe qué ha venido a buscar, qué quiere.
Viene de lejos, parece.
Acaricia al caballo y baja.
*Benzú no es un pueblo (administración, política, alcaldía, etc.), sino un barrio o barriada de Ceuta. Aunque por allí dicen pueblo a Benzú, quizás por estar aislado y lejos del resto, o porque su nombre aparece y desaparece al entrar y salir del lugar ceutí
Solo me falta la gorrita para el sol
y los pies descalzos de la virgen de la Soledad
besar
mientras espero al bus, al cinco