Víctimas de la Dana
Allá queda el llanto olvidado.
Tenue, sólo,
en el acantilado.
Lágrimas que volaron
con el viento roto
en el dolor y el fango.
Políticos ineptos
quedaron callados.
Mientras los gritos en la noche
lloraban por los ahogados.
Ríos de llantos.
Sombras que se perdieron
al ser abandonados.
Vidas rotas.
Silencio en el alma.
Rabia contenida
…¡me lo han matado!.
Centenares de víctimas
aclaman justicia.
Se cierran los juzgados
archivando las denuncias.
Nadie asume responsabilidades.
Se aferran a sus sillones
olvidando a los muertos.
Se lavan las manos
manchadas de sangre.
Ineptitud y olvido
a un pueblo que calla,
que llora,
donde el dolor
supera los sentidos,
donde se escuchan
vidas hundidas,
donde el pueblo unido
jamás será vencido.