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Acordeón¿Qué hacer?Violence, 24/7: las retóricas de la violencia en la franja de Gaza

Violence, 24/7: las retóricas de la violencia en la franja de Gaza

La galería Uxval Gochez acoge Violence 24/7, la primera exposición individual del artista palestino Mahmoud Alhaj en España. Inaugurada el pasado 23 de mayo en la galería Uxval Gochez de Barcelona y abierta hasta el próximo día 30, se trata de una retrospectiva que pone el foco en las retóricas de la violencia en la Franja de Gaza.

Se trata de una iniciativa solidaria de la comisaria Vanesa Peña y el artista Alán Carrasco, con la que colaboran diversos agentes e instituciones culturales de todo el país, entre los que se encuentran TEJA. Red de espacios culturales en apoyo a las situaciones de emergencia, La Virreina Centre de la Imatge, EGM, Visual Sign, La Escocesa o Hangar, con el objetivo de mostrar el trabajo del artista y exigir el fin de la guerra desatada contra el pueblo palestino. Violence 24/7 está conformado por ilustración, collage y fotografía intervenida, y pretende recaudar los fondos que permitan la salida de Alhaj y su familia de la Franja de Gaza, por lo que las piezas se podrán adquirir in situ listas para colgar, todo ello en paralelo a una campaña de micromecenazgo para cubrir otras necesidades.

A través de un total de trece imágenes, Mahmoud Alhaj despliega un particular relato visual que da cuenta no sólo de la expansión temporal de la matanza en Gaza (“veinticuatro horas al día, siete días a la semana”, reza el propio título), sino también del crecimiento imparable de las técnicas de guerra desde los años 80 hasta su recrudecimiento en la actualidad. Las trece imágenes se ordenan en tres series que atraviesan el régimen escópico de la violencia en Gaza:

Serie «Primera generación»

En la serie ‘Primera generación: los golpes en los tejados’, el artista parte desde el paradigma de horizontalidad de la perspectiva lineal, mostrando la arquitectura intencionalmente apilada de las casas de los campos de refugiados para hacer frente a las invasiones militares a través de ellas, en sus tejados.

Serie «Segunda generación»

La ‘Segunda generación: la zona fantasma’, explica el periodo de tránsito hasta la Segunda Intifada y la ruptura espectral que supuso el proceso colonial israelí en Gush Katif, segmentando una zona donde, en palabras del artista, “se tardaría menos en dar la vuelta al mundo que en atravesarla de norte a sur”. En el vídeo que acompaña la muestra,Control Anatomy, podemos observar una fotografía de archivo del propio artista, posando con su hermano frente al muro del jardín de la casa donde vivían entonces, mientras explica en un árabe pausado la confusión de este periodo: “mi obsesión era saber qué pasaba al otro lado”. Un paralelismo casual este de la zona fantasma que subraya, por cierto, la continuidad histórica, simbólica y óptica con el film de Jonathan Glazer, La zona de interés.

Serie «Tercera generación»

En la última serie, ‘Tercera generación: perímetro de tiro’, Alhaj inscribe en toda su verticalidad la conquista de la perspectiva aérea, incluso robótica debido a su intensa intervención digital, propia del drone de guerra. Es pertinente que Alhaj emplee esta técnica tan predominante en Violence 24/7, pues continúa con el triste legado de la fotografía aérea nacida como género durante la Primera Guerra Mundial. Estos monolitos monumentales, elevados como si se trataran de catas geotécnicas de los sedimentos de esta guerra, aparecen pulcros en su propia destrucción. En consonancia con las refinadas creaciones armamentísticas que buscaban la “letalidad sin descontrol”, Alhaj aísla las imágenes de aquello que queda, eliminando la columna de nubes o el plomo fundido, mostrando sólo su excesivo silencio, nuestro excesivo silencio.

El vídeo Control Anatomy pudo verse en la exposición Tadafuq / Fluir: Artistas palestinos en movimiento el pasado diciembre en Casa Árabe (Madrid y Córdoba). Aquí, el propio Mahmoud Alhaj relata el proceso de creación de estas imágenes basándose en la figura mitológica del Grifo, una criatura híbrida cuya parte frontal es la de un águila, y que emplea como alegoría de la vigilancia aérea, la mirada de la guerra: la imagen misma de la destrucción. El artista nos advierte: “lo que está sucediendo ahora no es más que un modelo de simulación del futuro. Un futuro en el que la memoria de los individuos se destruye de manera similar a la destrucción de la arquitectura y el paisaje urbano”.

Mahmoud Alhaj (1990) es artista visual y profesor. Vive y trabaja en la Franja de Gaza, en Palestina. Es licenciado en Periodismo y enseña artes visuales en la Media Luna Roja Palestina desde 2017. Recientemente completó una residencia en la Cité International des Arts de París tras sus residencias de 2021 en la Academia de España en Roma y la Real Academia de Arte de La Haya. Ese mismo año realizó una exposición individual basada en su serie 402 of Gray. Alhaj ha desarrollado varios proyectos basados en el uso de la fotografía, el arte digital y el vídeo, exponiendo en Palestina, Europa y Estados Unidos. En 2022, su cortometraje experimental The Right to See se presentó en la 35ª edición del festival Les Instants Video de Marsella. Un año antes, la película se presentó en el Festival de Vídeo de El Cairo y, en colaboración con Rob Voerman, en el Plaatsmaken Studio en Países Bajos. Mahmoud Alhaj ha participado en múltiples exposiciones colectivas, como Fenced Off, en el CICR (2022), ART NOW en Gallery One (2021), Art in Isolation en el Middle East Institute de Washington (2020), Contemplative Contrasts en la A. M. Qattan Foundation y Oriënt 2.0 en Pulchri Studio, Países Bajos (2017).

Violence 24/7 en palabras del artista

“En el archivo fotográfico de la violencia, las imágenes parecen menos oscuras, menos sombrías que la realidad. Tal vez se deba a que el material impreso es fácil de entender, eludir, ocultar, falsificar, destruir o robar. En mi experiencia, las imágenes de la violencia han sido una paradójica fuente de creatividad, proporcionando aquello que mi mente es incapaz de procesar, abriendo la posibilidad de nuevas imágenes y textos. A través de un proceso parecido al reciclaje, satisfago un deseo de plasmar imágenes amargas e incomprensibles que, como un bloque de cemento en medio de una carretera, impiden que las generaciones avancen. Esto remite a mi diálogo constante con el pasado, al tiempo que revela las distorsiones de mi identidad, formadas como resultado de vivir durante décadas bajo el dominio de las tecnologías de la violencia y su impacto en mis antepasados. Debido a la continuación del complejo militar industrial, esta obra inacabada se basa visual y conceptualmente en el desmantelamiento y la reconstrucción de ciertas partes del archivo de la violencia, concretamente en relación con la ocupación entre 1987 y 2023. Al someter las imágenes a un intenso proceso digital, reflejo los métodos utilizados por las fuerzas militares a la hora de aplicar las políticas coloniales. Mientras escribo estas líneas, dichas políticas siguen vigentes, manteniendo una violencia que ha durado más del doble de mi vida. Esta serie plasma el esfuerzo por conseguir una obra de varias capas que integre realidad e imaginación y muestre, al mismo tiempo, la distorsión invisible de una brutalidad duradera. Por un lado, el proyecto pone de relieve el impacto que ciertas herramientas y técnicas de violencia han tenido en el sujeto palestino, así como en su conciencia y comportamiento, el estado actual de los derechos humanos, la forma de la arquitectura y la dominación general sobre la geografía palestina. Por otro lado, la obra refleja mi constante necesidad de crear, destruir y reconstruir en un intento de resolver cuestiones relativas a dicha violencia. ¿Existe un arte de la violencia? ¿Puede nacer una narrativa artística alternativa a partir de imágenes de los horrores perpetrados contra los seres humanos, la geografía, la arquitectura y los paisajes sin caer en una narrativa trágica?”. Mahmoud Alhaj

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