Una de las ferias más importantes del repertorio artístico internacional vuelve a abrir sus puertas. La 34ª edición de ARCO (algunos todavía recuerdan con añoranza la infancia de la feria, cuando balbuceaba y divertía en la Castellana) está dedicada a Colombia, país invitado, con diez galerías que acogen la obra de una veintena de artistas de un país que no acaba de salir del conflicto, de una guerra interminable que ha desangrado los recursos y la energía de un país que para algunos habla el mejor español del mundo, y que quizá se puede reconocer leyendo por ejemplo al gran cronista Alberto Salcedo Ramos. Son 218 las galerías participantes, procedentes de 29 países, que tratarán de atraer las miradas de los curiosos y el deseo de celebrar, invertir y arriesgar en arte de los más adinerados.