Hace y deshace derramado el corazón
duerme en una copa
de la que el olvido cayó en invierno
de asombro cubre a quien la mira
al posarse un copo
en la punta más punta más extrema
en vivo recibe el frío
da consuelo a tu lágrima
que en esa alma a punto de caer
se ahoga y vive
Turbante de agua a los pies
atravieso descalzo el río
como ánfora tumbada de vacío y barro
abres ante mí tu boca ¡oh Ciudad!
En tu umbral duerme un guardián
y el primer patio
es ámbito de su sueño.
Sobre una alfombra de luz
cáscaras y almendras
van cubriendo de monte a cada mano
mi sombra traspasa los umbrales de las tuyas
somos iguales de espejismos confrontados
y soy a tu señal rumbo
ambos juntos en suma nada
Tú, ciudad estás en un más allá
y de un más allá me apareces
traes vestidos de viento
y pañuelos de arena
a estancias sin nadie me conduces
a ecos de palabras que flotan
Yo recorro lo que hay
alli, donde un raro existir me guía
Monsieur! Monsieur! Señor!
a cada paso todo al instante se desvanece
y entre mi sombra y tus sombras
un falso sol de oro
quiere cortar el tendón de nuestro puente
Remolinos de silencio
me conducen de nuevo hasta la puerta
El guardián duerme,
la frente contra el quicio
vierte su sueño al río
donde mis pies lo cruzan
y se limpian de olvido
Ala de un pájaro
sin majestad ni pluma
dice a un dios nos vemos
sentados estamos en la línea de la noche
Caparazón de metal y miedo
del aire aprendido un truco
fuerza la voluntad de las cosas
y arma el ángulo recto
Si hablo de mí
en dos se escinde el contrincante
si pienso humano
es tan grande el esfuerzo
tal la confusión
pero
¿qué?
si por el punto hacia la oreja
hasta en mi ignorancia arde una vela
la del barco que desciende el horizonte
e imparable el sol
en su agonía inflama
Cuchillo de razón y ciencia
límite de monstruos y dragones
rodea de nosotros la palabra
la acoraza y se encapsula
Esta nave ahora
preña su bodega
cargan las gentes sus yos
y al levantar negra sangre
del sueño orgánico de la vida
muero de abierto a dos
inserto en el discurso
Prótesis que se derrama
por el eco de un instante
en que el mundo se estalló
e ignora
Esta es la altura
donde la opinión se esconde
antes de sonar en la garganta
está ya en el fuselaje
y atrás se queda
grávida
cae
hace realidad
lo que realidad ya ha sido
y revienta
Esta es la altura
donde la mirada se convierte en trayectoria
un punto rojo herido en el panel
mana resina cicatrizada en un olvido
el ser se ha ido
en aire que se expele
suelta el trazo de una nota
de la muerte que se anuncia
ojo láser
aprieto suma de miles y miles de millones
un botón
•
El respirar del antes y el después
rasga en su entredós latidos
justo ahí donde mi presente pasa
estoy sin tú
no vuelvo de mi a nadie
y encuentro cero
“My god ¿Qué hemos hecho?”
Yo ha perdido mi discursoAntonio Bueno Tubía (Barcelona, 1955)
Ha residido en Sydney (Australia), Nueva York (Estados Unidos), Berlín y Friburgo (Alemania), en varias etapas de su vida, además de en su Barcelona natal. Actualmente reside en Madrid.
Profesor de Enseñanza Secundaria, ha ejercido la docencia de español para extranjeros en diversas academias y centros de España y Australia en diversos períodos y ha sido profesor contratado de Poesía en español en la Albert-Ludwigs-Universität de Friburgo (Alemania). Ha impartido cursos de poesía española para estudiantes estadounidenses de cursos superiores en la Universidad de Nueva York en Madrid (España).
Ha sido director de programas de radio de contenido cultural y literario, colaborador en suplementos literarios de diarios españoles como Diario 16, El Independiente o El Sol y en numerosas revistas especializadas en literatura y poesía.
Desde 1988, ha realizado diversas colaboraciones y adaptaciones para teatro de obras de Max Aub, César Vallejo, Fernando Pessoa y otros autores.
Traductor literario (principalmente de poesía) del inglés y del alemán al español: Edgar Allan Poe, Friedrich Schiller, Georg Trakl, Gottfried Benn , Paul Celan, Nelly Sachs y Hilde Domin, entre otros.
Libros publicados de poesía: Elegía Berlinesa, Época y Sinfonía Weimar.
De próxima aparición su libro Tanto Estar en la colección de poesía ‘A prueba del tiempo’ de Sediento Ediciones (proyecto editorial con sede en México D.F.).
En 2000, en Montreal (Canadá) fue editado un cedé con piezas musicales a poemas suyos del compositor alemán Hans Tutschku.
Paralelamente a todo ello, desarrolla desde hace más de veinte años una obra personalísima en pintura.
Fundador de la TertuLía de los doce o de los miércoles.