Gitánjali

Rabindranath Tagore

[Traducido del bengalí por Manuel Díaz Gárriz]

Esta traducción corresponde a la obra Gitánjali, que será editada próximamente por Ediciones Mensajero, colección Espiritualidad

 

En noviembre de 2013 hizo cien años de la concesión del Premio Nobel al eximio poeta indio Rabindranath Tagore. Dos años antes, en 2011, se cumplió el 150 aniversario de su nacimiento. Con esta doble ocasión presentamos esta nueva traducción de su obra más conocida.

Hasta ahora las versiones en castellano se han hecho a partir del Gitánjali inglés. La nuestra, en cambio, traduce el original bengalí.

En las páginas siguientes presentamos un breve estudio sobre Tagore, su persona y su obra. Al final de la obra añadimos asimismo lo más relevante del discurso del poeta en Estocolmo al recibir el premio. Presentamos el texto castellano dividido en estrofas.

No hemos pretendido «hacer poesía» castellana. Pero hemos querido que el lector español tenga siempre presente que, así como Gitánjali en inglés está escrito en prosa y las traducciones castellanas han sido realizadas naturalmente en prosa, sin embargo el original bengalí es poesía pura, con cadencias musicales y rimas muy bellas. Hago constar y agradezco de todo corazón la generosa y sabia colaboración de Shrimati Anila Dalal, profesora de Literatura Bengalí en la Universidad Vidhyapith de Ahmedabad. La profesora Anila es no solamente experta en bengalí sino también en la obra de Tagore. Tiene en su haber una preciosa edición bilingüe de Gitánjali, con el original bengalí en un lado y la traducción gujarati en el otro, realizada por uno de los mejores poetas gujaratis del siglo XX, el profesor Nagindas Parekh. La profesora Anila nos ha acompañado línea a línea en la lectura y comprensión del original bengalí prestándonos a cada paso su vasto y profundo saber tagoriano.

La bella y puntual traducción del inglés al castellano del discurso de Rabindranath Tagore en Estocolmo es obra de Lucila Alcorta.

 

* * *

 

Tú me has hecho inmortal1.
Así ha sido de tu agrado.
Este vaso mío lo vacías y lo llenas
con vida siempre nueva.
Esta flauta pequeñita2
la has llevado por riberas y colinas
y has tocado con ella
un sinfín de melodías.
Al contacto de ambrosía de tus manos,
mi corazón explota de inmensa alegría
y alumbra un torrente de poesía.
Día y noche vas llenando
la palma de mi mano con tus dádivas.
Van y vuelven los siglos
y Tú continúas dando y dando
y siempre hay espacio para más.

 

Me invitaste al festival de este mundo
y mi vida ha sido realmente dichosa.
Mis ojos han admirado la belleza de tu creación.
Mis oídos han escuchado
las melodías del universo.
Me diste una tarea en la fiesta:
tocar mi flauta haciéndola sonar
en las alegrías y en las tristezas
de los hombres.
Y ahora… yo te pregunto, Señor:
¿ha llegado por fin el momento
de entrar en tu mansión,
ver tu rostro y ofrecerte
mi salutación silenciosa?

 

Día tras día, Señor de mi vida,
me presento a ti.
Con mis manos juntas,
Señor del universo entero,
me presento a ti.
Bajo el firmamento inmenso,
en soledad y silencio,
con corazón humilde
y lágrimas en los ojos
me presento a ti.
En medio de las tareas
de este mundo variopinto,
en las orillas de este océano
siempre en movimiento,
entre las muchedumbres
perpetuamente presurosas,
me presento a ti.
Y cuando haya terminado
mi trabajo en este mundo,
oh, Rey de Reyes,
solo y sin palabras,
me presentaré a ti.

 

Que mi cuerpo entero
se prosterne a tus pies
en este mundo mortal
para venerarte a ti, Señor.
Al igual que las nubes de julio,
preñadas de lluvia,
caen rendidas por su peso de agua
así mi mente y espíritu
se inclinen por completo
ante tus divinas puertas
para venerarte a ti, Señor.
Que todos mis poemas y cantares, Señor,
engarcen en una sus diversas melodías
y confluyan en el océano del silencio
para venerarte a ti, Señor.
Como los ánades salvajes
vuelan sin descanso día y noche,
peregrinos al Lago Sagrado3
en medio de las montañas,
así mi vida entera alce el vuelo
a la mansión eterna
para venerarte a ti, Señor.

Amare tumi ashesh karech
Emni lila tav.
Furaye fele abar bharech
Jivan nav nav.
Kat ye giri kat ye naditire
Be dale bahi chhoto a banshitire
Kat ye tan bajale firefire
Kahare taha kab.
Tomari ai amrut parshe
Amar hiya khani
Haralo sima, vipul harshe
Úthali uthe vani.
Amar shudhu ekti muthi bhari
Ditech dan divas vibhavari,
Hal na sara kat na yug dhari,
Keval ami lab.

 

Jagate anandyagne amar nimantran
Dhanya hal dhanya hal manavjivan
Nayan amar ruper pure
Sadhya mitaye beday ghure,
Sravan amar ghabhir sure
Hayeche magan.
Tomar yagne diyech bhar
Bajai ami banshi.
Gane gane gente bedai
Praner kannahasi.
Ekhan samay hayeche ki.
Sabhay giye tomay Dekhi
Jaydhwani shuniye yab
E mor nivedan.

 

Pratidin ami he jivanswami
Daurab tomari sanmukhe
Kari jor kar he bhuvaneshwar
Daurab tomari sanmukhe
Tomar apar akasher tale
Vijane virle he
Namra rudaye nayner jale
Daurab tomari sanmukhe
Tomar vichitra e bhausansare
Karma paravarer pare he
Nikhil jagat-janer majhare
Daurab tomari sanmukhe
Tomari e bhav mare kai yab
Samapan habe he
Ogo rajraj ekaki nirve
Daurab tomari sanmukhe

 



 

 

Ekti namaskare Prabhu
Ekti namaskare
Sakal deh lutie paruk
Tumare e sansare.
Ghan Shravan megher mato
Raser bhare nambra nat
Ekti namaskare Prabhu
Ekti namaskare
Samast man padia thaf
Tava jivan dhuare.
Nana surer akul dhara
Miliye diye atmahara
Ekti namaskare Prabhu
Ekti namaskare
Samast gan samapt hoc
Nirab paravare.
Hans yeman manas yatri
Temni sara divas ratri
Ekti namaskare Prabhu
Ekti namaskare
Samast pran ure chaluk
Mahamaran pare.

 

Cuando me marche de este mundo,
que mis últimas palabras sean:
¡Todo lo visto ha sido insuperable!
He gustado la miel oculta
de esta flor de loto abierta
en un océano de luz
y con ello he sido dichoso.
¡Que estas sean mis últimas palabras!
En este teatro del mundo
de innumerables formas [rup]4,
he interpretado mi papel
y, al hacerlo, he podido entrever
a Aquel que es sin-forma [arup].
Mi cuerpo y mis miembros todos
se han extasiado con el contacto
de Aquel que es impalpable.
Y si el fin me llega ahora, ¡sea bienvenido!
¡Que estas sean mis últimas palabras!  
 
 
 
 
 
 

 

Había salido yo a mendigar
de puerta en puerta en la aldea.
De pronto apareció a lo lejos
tu carroza de oro
hermosa como un sueño radiante.
Y pensé: «¿Quién será este gran rey?
–Mis expectativas se desbocaron–.
No tendré que mendigar más
de puerta en puerta…».
Esperaba de ti dádivas sin cuento,
una fortuna desparramada
en el polvo del camino.
Tu carroza se paró junto a mí,
tus ojos me miraron
y bajaste con una sonrisa.
Al ver tu rostro feliz,
creí que mis desdichas
habían llegado a su fin.
Entonces, de repente,
alargaste la mano y me dijiste:
–¿Qué tienes para darme?
–¡Oh, qué humor el tuyo, mi rey!
¡Pedirle a un mendigo!
Confuso, no sabía qué hacer
hasta que, de mi bolsa, muy despacio,
saqué un grano de trigo, pequeñito,
y se lo di.
¡Qué sorpresa la mía al anochecer
cuando vacié mi bolsa en el suelo
y encontré un granito de oro en el montón!
El gran rey me había devuelto
mi dádiva convertida en oro.
Lloré amargamente…
¡Si te hubiera dado yo todas mis posesiones!

 
 
 
 
Cuando jugaba contigo
nunca pregunté quién eras.
No tuve ni timidez ni temor.
Mi vida era entonces una fiesta.
Al alba me despertabas del sueño
como un hermano mayor
y me llevabas trotando de valle en valle.
En aquellos días nunca me preocupé
de conocer el significado de las tonadas
que, siempre sonriendo, me cantabas.
Mi voz repetía tan solo la melodía
y mi corazón danzaba a su compás.
La época de los juegos ya pasó.
Entonces ¿qué es esta visión repentina
que se presenta ante mí?
El cielo inmóvil,
el sol y la luna silenciosos,
y el universo entero
postrado humildemente
a tus pies.

 

* * *

Comentarios y notas

 

Reproduzco, trasladados a caracteres latinos, los cuatro primeros presentados en bengalí para que los lectores tengan la oportunidad de leer el original. Es un idioma que se pronuncia con suavidad, dulzura, sin sonidos estridentes.

 

1 Como puede verse en la página anterior, Tagore tradujo al inglés la palabra original, ashesh, como endless. En la reciente edición de Radice se traduce por limitless. Camprubí la vertió al castellano como infinito. No es fiel al original. En bengalí, infinito se traduce por asim. El término ashesh significa endless, es decir, sin fin. Lo propio, en castellano, sería eterno si se
tratase del ser supremo e inmortal tratándose de un ser creado.


2 La flauta es el instrumento músico de Krishna, uno de los dioses más populares en el mundo religioso del hinduismo. Por lo tanto, la flauta tiene siempre en la cultura india una connotación especial. Generalmente se menciona la flauta en un contexto religioso de veneración, de devoción personal. Precisamente de esta manera hay que entenderla en esta segunda estrofa del primer poema. 

                   

3Los comentaristas del original interpretan la expresión bengalí manas como Mansarovar, lago sagrado en medio de los Himalayas, junto al monte Kailas, mansión de Shiva. Desde tiempo inmemorial la ilusión de todo hindú piadoso ha sido llegar hasta él. Verlo era conseguir la liberación; bañarse en sus aguas, fundirse con la divinidad. En él abundan cisnes de
gran belleza y ánades legendarios. Tagore alude a esta realidad cultural india para expresar su pensamiento literario-teológico.


4En el original, Tagore usa la palabra rup y él mismo la traduce al inglés como form (en castellano, forma). En este contexto la palabra forma no tiene nada que ver con el significado de forma en la filosofía de Aristóteles y santo Tomás («materia y forma»). El significado de rup en el Vedanta viene a ser «la realidad existencial total de cualquier persona u objeto», pero con la particularidad de que ese rup o realidad existencial podría muy bien ser solo maya, es decir, «solo aparente», mientras que lo real sería lo que Tagore llama arup, o sea, «lo sin forma».

Rabindranath Tagore (Calcuta, 1861 - Calcuta, 1941)
Poeta y filósofo bengalí, artista, dramaturgo, músico, novelista y autor de canciones que fue premiado con el Premio Nobel de Literatura en 1913, convirtiéndose así en el primer laureado no europeo en obtener este reconocimiento.
Tagore revolucionó la literatura bengalí con obras tales como El hogar y el mundo y Gitánjali. Extendió el amplio arte bengalí con multitud de poemas, historias cortas, cartas, ensayos y pinturas. Fue también un sabio y reformador cultural que modernizó el arte bengalí desafiando las severas críticas que hasta entonces lo vinculaban a unas formas clasicistas. Dos de sus canciones son ahora los himnos nacionales de Bangladés e India: el Amar Shonar Bangla y el Jana-Gana-Mana.

© José Ramón Ladra

Manuel Díaz Gárriz (Estella, España, 1932)
Entró en la Compañía de Jesús en 1949. Llegó a India con un grupo de 14 jóvenes jesuitas vascos. Es Licenciado en Filosofía y Teología por la Universidad Pontificia de Poona (hoy Pune), dedicó su tesis a la filosofía de Mahatma Gandhi, y en Historia y cultura india por la Universidad de Bombay (hoy Mumbai). Domina el gujarati y también sabe el hindi y el bengalí. Lleva cincuenta años de misionero en Gujarat Norte, una peripecia que ha transformado la región y su vida y que relata de forma pormenorizada y amena en su libro Misionero Hoy (Mensajero). Está persuadido de que la educación es el camino para el progreso. Desde hace 40 años ha enseñado en la Facultad Teológica de Gujarat (afiliada a la Pontificia de Pune) los cursos de Historia Universal del Cristianismo e Historia del Cristianismo en India.