EL LÁPIZ SE ROMPE POR DENTRO
COMO YO
El lápiz se rompe por dentro
como yo
Las rodajas del lápiz,
polillas de enebro posadas para siempre
en la tersa piel del inodoro sucio,
mueren, como todos,
metafóricamente:
ahogados en el agua
y en la orina
(desamor,
o sacapuntas, o redil, o meteorología),
lo único que hacen es existir
despacio
Luego coges el lápiz
(tan afilado y erecto, para cazar
cascadas)
y lo guardas, temblando, en la maleta pluvial
de la ruptura
Todo es profundo
Más tarde, piensas en el lápiz como en una mujer:
el lápiz se esfuerza por ser fácil, ser camino
de rosas,
pero hay que saber cómo cogerlo, cómo atrapar
sus zanjas
pero hay que saber qué no escribir
mientras conduces:
POEMA GRIS PARA UNA SEPULTURA
POEMA-ASPERSOR PARA UNA DESPEDIDA
POEMA TIBIO PARA UN AULLIDO TIBIO
Pero para un momento, es peligroso sentir
rosas y alondras y caminos
de rosas
mientras conduces;
es peligroso sentir
(inmaculado arcén, rodilla, panorama: apunta
el casi-verso: es peligroso
sentir):
HISTORIA DEL DESEO DE SABER COSAS QUE DUELEN
HISTORIA DEL DESEO EN GENERAL
HISTORIA EN GENERAL
y un lápiz cualquiera subraya sobre una nalga beige
entes etéreos
(entes etéreos, lo contrario de un lápiz)
(lo recuerdo: confesiones; confundes al yo lírico
con el pobre taxista)
(mezclas ideas; bosteza
aquel taxista
pobre)
Y a estas alturas el lápiz, el paupérrimo lápiz,
por dentro es lineal como la carretera
del accidente, algún día
tendremos coche y llegaremos
a casa
Lo recuerdo: tendremos una casa
donde el mundo será diferente visto a través del orgasmo:
ahora un lápiz precisamente un lápiz
pincha tu hígado y el mundo se esponja, como un cereal
norte-americano
de ganas, de optimismo, de vitamina
C
Cabecita para atrás, sujeta
el cuello
El orgasmo
es un pinchazo de lápiz
Risas
Tentáculos
de mí es lo que el lápiz suda
en todas las cartas que no envío porque antes
antes, lo siento, debo coser
desnudos
y girar
y perpetrar
la maniobra de la luna
De viaje al aeropuerto
zarandeo el lápiz
Escribo en mi libreta
este deslumbramiento
La madera no se cose no se cose el recuerdo
no se cose no se cose no se cose la muerte
Tendréis que morir por mucho que os ame
El lápiz se rompe por dentro
como yo
ÁBACO & INDÍGENA
& CÉSAR VALLEJO
ay del ábaco, ay del cuadragésimo
clérigo pálido y
celíaco
ay del vértice, ay del último
tubérculo hambriento
o psicológico
qué haréis vosotros con el antílope triste,
con la píldora onírica de las fiestas
pletóricas
qué haréis vosotros con mi amor tan fanático,
vándalo unánime de la estadística
tétrica
yo quisiera viajar en un relámpago agrio
románico y bífido como una
herida
a lomos de un lobo o un pelícano ciego
sincero o demócrata o castillo
lejano
hacia el júbilo puro de la histeria
mesiánica
hacia el íntimo glúteo de la fístula
bélica
a la derecha del padre de césar vallejo
oh fúnebre, oh cómplice, oh espasmódico
tigre
pero ay del indígena, ay del herbívoro
y cómico esqueleto
económico
ay del pírrico y febrífugo beso
de la muerte marítima o
minúscula
qué haréis vosotros con mi cónyuge líquido
y su pestaña azul y su córnea
geodésica,
qué haréis vosotros con el pájaro sánscrito
y con los niños felinos
o sordo-cojos
yo quisiera comer ubérrimos músculos
de gárgola o uva o
diáspora
cabalgando un isósceles humilde y mozárabe
y un sulfúrico haz de
explosiones
en la selva excéntrica de la cópula
mística,
en la guerra utópica contra la náusea
inalámbrica
y limpiar el dulce vómito de césar vallejo,
oh pirámide, oh página, oh metalingüístico
miércoles
Berta García Faet (Valencia, 1988)
Berta García Faet (Valencia, España, 1988). Es autora de los libros La edad de merecer (La Bella Varsovia, 2015), Fresa y herida (Premio Nacional de Poesía “Antonio González de Lama” 2010; Diputación de León, 2011), Introducción a todo (IV Premio de Poesía Joven “Pablo García Baena”; La Bella Varsovia, 2011), Night club para alumnas aplicadas (VII Premio Nacional de Poesía “Ciega de Manzanares”; Vitruvio, 2009) y Manojo de abominaciones (XVI Premio de Poesía “Ana de Valle”; Ayuntamiento de Avilés, 2008).