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Brújula¿Y si la escultura estuviera recién naciendo?

¿Y si la escultura estuviera recién naciendo?

Se lo dice el escultor británico Tony Cragg, que expone en las termas de Diocleciano sus Infinitas y bellísimas formas, a Marina Valcárcel, al reseñar con la pasión que le caracteriza en ABC Cultural la exposición de este apasionado de geología desde los nueve años que en 1969 se matriculó en una escuela de Cheltenham, al oeste del Reino Unido, para unas clases de cerámica que acabaron desembocando en un curso de escultura que le cambió la vida. Escribe Valcárcel: “Cragg tiene una sensibilidad especial y un gran conocimiento de la Historia del Arte y este es el fundamento par que sus esculturas entren en suave sintonía con el entorno milenario que hoy las alberga. ‘En realidad la escultura se encuentra solo en el principio de su Historia. ¿Y si estuviera naciendo ahora? ¿Y si la idea de la escultura no consiste en crear un ornamento para el mundo sino, directamente, un instrumento de investigación?’, se pregunta, dejándonos perplejos”. Antes, Marina Valcárcel dirá, entre muchas otras cosas, que sus obras “están generadas por una raíz central a partir de la cual se desarrollan numerosas ramificaciones, reflejando la Naturaleza. Considera que la escultura es una de las pocas vías a través de las cuales el ser humano tiene la capacidad de crear nuevas formas que no pertenezcan al mundo funcional (…) En Roma están algunas de sus columnas figura-paisaje, donde su persistente interés en las estructuras apiladas se entrelaza con sus más recientes inquietudes figurativas, en las que el rostro humano de perfil se multiplica centenares de veces para devenir un motivo plástico, abstracto y obsesivo”.

 

Dónde: Museo Nacional Romano-Termas de Diocleciano, Roma

Cuándo: Hasta el 4 de mayo

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