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Mientras tantoYa sentarás cabeza (Ignacio Peyró) y el pecado original de las centrales...

Ya sentarás cabeza (Ignacio Peyró) y el pecado original de las centrales nucleares


De la misma manera, es una pena que se optara por una expresión tan tuerta como «cementerio nuclear», cuando podía haberse hablado de conservatorio nuclear o —poniéndonos preciosos— de gran bodega. A todo esto, el Gobierno tenía claro que el almacén temporal estaría en Ascó, aprovechando así para hacer patria en Cataluña, hasta que Montilla entró en trance visionario y dijo no. Y pensar que en Francia los pueblos se pelean por el uranio envejecido.

‘Nuclear sí, por supuesto’, cantaban los Aviador  Dro y nosotros estamos de acuerdo aunque por motivos distintos a los esgrimidos en la canción. Es un asunto en el que resbalan mucho asociaciones ecológicas y partidos verdes. Quizá se hubiera evitado gran parte de la mala fama de las centrales nucleares si se hubiera estado más fino al  nominar, porque, como apunta Peyró, ¿ quién se hubiera resistido a alojar una bodega nuclear en su localidad?

Mientras las centrales nucleares actuales (basadas en la fisión) arreglan sus problemas de imagen, siempre nos queda la prometedora fusión nuclear, mucho más limpia y segura. Y digo siempre porque en cualquier libro de Física se asegura que será la fuente de energía que arreglará todos nuestros problemas dentro de treinta años. El problema es que este plazo lo apunta cualquier manual de Física de cualquier época, lo decían cuando yo empecé a estudiar Física hace casi treinta años y siguen diciendo lo mismo los libros contemporáneos.

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